Modelo '89 Black y calcetines fabricados con algodón orgánico de la firma barcelonesa Saye Brand en una imagen promocional / CEDIDA

Modelo '89 Black y calcetines fabricados con algodón orgánico de la firma barcelonesa Saye Brand en una imagen promocional / CEDIDA

Economía

Saye Brand: la marca barcelonesa que triunfa por fusionar estética y sensibilidad ecológica

La firma sigue una estrategia internacional de reforestación de árboles cada vez que vende sus zapatillas

15 noviembre, 2020 00:00

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Dicen que los millennials son la generación de la creatividad, de la ilusión por los nuevos retos. Distan de la generación que les precede en muchos aspectos. Sobre todo en la realización de sus objetivos. Los jóvenes del siglo XXI no se resignan solo a triunfar en el mundo laboral para generar riqueza. Sus prioridades están por encima de la explotación de recursos y la maximización de beneficios.

La marca de zapatillas Saye Brand es un claro ejemplo de esta nueva visión de mercado. Esta firma es el sueño de Marta Llaquet, una joven barcelonesa que no se dejó amilanar por los titulares devastadores sobre la crisis económica de 2018 y apostó por lo que le ilusionaba.

PRIMEROS PASOS

Al terminar sus estudios de Administración y Dirección de Empresas, al igual que muchos de sus compañeros, comenzó a trabajar en una consultoría estratégica. Aunque era un puesto de trabajo con proyección de futuro, su carácter ambicioso y emprendedor hizo que no se conformara con lo que tenía y la llevó a construir una marca de gafas de sol low cost con otros socios.

Con el tiempo, el proyecto dejó de ilusionarle y vendió su parte. También abandonó su puesto en la consultoría, que la estaba “matando literalmente”, y decidió apostar por un sueño que rondaba su cabeza desde hacía tiempo: una marca de zapatos que llevase sus valores como bandera. 

'89 Blue, uno de los modelos de zapatillas sostenibles de Saye Brand / CEDIDA

'89 Blue, uno de los modelos de zapatillas sostenibles de Saye Brand / CEDIDA



PLANTACIÓN DE ÁRBOLES

Marta conocía compañías estadounidenses y canadienses que plantaban árboles por cada prenda de ropa que vendían. Tras hacer un estudio de mercado, vio que en España todavía no había ninguna firma que llevase a cabo este proyecto de reforestación, por lo que decidió poner su granito de arena. Se puso manos a la obra para emprender un ecommerce que cumpliese con ese requisito medioambiental.

Esta emprendedora tenía claro que dos cabezas piensan más que una. Por eso decidió aunar fuerzas con dos compañeros de universidad: Lizzie Sabin y Damian Augustyniak. A ambos les gustó la idea y apostaron por convertir aquella utopía en realidad.

ARRANCAR DESDE EL CROWDFUNDING

La firma debía cumplir con el objetivo de la reforestación, por lo que plantarían dos árboles por cada par de zapatillas que vendiesen. Además, la intención era construir calzado sostenible, orgánico y con productos reciclados que también fuese estético y estuviera a la moda. Todo un reto para tres jóvenes que comenzaban en el mundo laboral.

La financiación representaba el primer obstáculo para la labor estos jóvenes. Por ello, el equipo decidió presentar su proyecto en Kickstarter, una plataforma de crowdfunding. Durante medio año trabajaron de forma incansable para ofrecer la mejor versión del mismo: “Fue bastante desmotivador porque estuvimos definiendo prototipos constantemente, pero ninguno nos convencía. Tratamos con proveedores de Elche, luego de China, pero nos hacían unas birrias carísimas, hasta que dimos con unos proveedores de Portugal que hacían exactamente lo que queríamos”, explica Marta a Metrópoli Abierta.

Uno de los proveedores portugueses de Saye Brand durante la fabricación de uno de los modelos / SAYE

Uno de los proveedores portugueses de Saye Brand durante la fabricación de uno de los modelos / SAYE



INICIOS PROMETEDORES

Finalmente, el 1 de marzo de 2018, estos tres emprendedores lanzaron la campaña en la web. “Montamos un evento en Barcelona al que invitamos a 200 personas. Eran amigos, familiares y conocidos que esperaban conocer la marca. Nuestra sorpresa fue que a las 48 horas ya habíamos llegado al objetivo de financiación”, relata la CEO y cofundadora de la firma.

A partir de ahí todo fue rodado: al llegar a los 12.000 euros la plataforma posicionó estratégicamente el producto y ofreció más visibilidad. Comenzaron a lanzar anuncios y estos les catapultaron al éxito: acabaron el mes de campaña con 360.000 euros para financiar las primeras 5.000 zapatillas. “Fuimos la empresa de moda española que más dinero había recaudado en toda la historia de la plataforma”, explica satisfecha Llaquet.

TRABAS Y CONFLICTOS

El proyecto rápidamente cogió peso. En abril de 2018, Marta, Lizzie y Damian decidieron trasladarlo a Indiegogo, otra plataforma de crowdfunding que también hacía la función de tienda online: “Estuvimos un año y medio. La gente iba haciendo sus aportaciones y la zapatilla les llegaba en cinco días a casa. Conseguimos que funcionara así”.

Pero no todo fue un camino de rosas. Además de los problemas que conlleva lanzar un proyecto en un contexto de crisis económica, Saye, que por entonces se llamaba Wado, se vio envuelta en un "desolador" conflicto por su nombre: “Un día nos llegó un burofax. Una marca alemana llamada Vado, que también vendía calzado, nos exigía cambiar el nombre. Esta firma estaba registrada desde hacía 10 años y nos vimos obligados a hacer el cambio. Fue como un jarro de agua fría, muchos trámites y una indemnización”, recuerda la cofundadora.

Damian Augustyniak, Marta Llaquet y Lizzie Sabin, cofundadores de Saye Brand / CEDIDA

Damian Augustyniak, Marta Llaquet y Lizzie Sabin, cofundadores de Saye Brand / CEDIDA



ECOMMERCE PROPIO

Aunque el cambio de Wado a Saye fue un duro golpe, la firma resistió y salió reforzada. “Tomamos el cambio como una oportunidad para recondicionar la marca y dejar atrás los errores del pasado”, afirma Llaquet. El nuevo nombre surgió de la abreviatura de Say yes to change, to eco (Di sí al cambio, a lo ecológico), una consigna que definía a la perfección su código ético.

A finales de 2019, con el cambio de nombre realizado, Saye Brand se aventuró a cerrar Indiegogo y a abrir un ecommerce propio. A partir de ahí, el esfuerzo dio sus frutos y la firma logró posicionarse en el mercado del calzado. Desde su fundación, Saye Brand ha conseguido vender más de 40.000 zapatillas y facturar más de cuatro millones de euros.

CRECIMIENTO DURANTE LA PANDEMIA

El crecimiento ha sido rápido. La pandemia, paradójicamente, ha ayudado. Durante el confinamiento Saye Brand vendió más que nunca y tuvo un crecimiento de la facturación de más de un 40%. “Muchas empresas del sector del calzado dejaron de invertir en publicidad, por lo que el precio bajó y pudimos anunciarnos más. Además, durante esta época, la sociedad estuvo más pendiente que nunca de las pantallas, por lo que tuvimos una mayor visibilidad”, explica la CEO, que recalca que pasaron de ser ocho trabajadores a 12 en un tiempo récord. 

A pesar del corto periodo de tiempo que la firma lleva en el mercado, Saye Brand ha logrado llevar a cabo la tarea de reforestación que se planteó en sus inicios: “Normalmente plantamos dos árboles por zapatilla, pero en campañas más comerciales intentamos plantar cuatro. Por ejemplo, en época de Black Friday tenemos la tradición de hacerlo para compensar la histeria colectiva de sobreconsumo”, detallan desde la dirección de la firma.

Esta iniciativa, que realizan a través de la ONG WeForest, se lleva a cabo en países con mayor necesidad de reforestación. Aunque la ubicación cambie para satisfacer las demandas, es en IndiaZambia (África) donde Saye Brand tiene afincado el proyecto: “Esta actividad no es solo de reforestación sino que tiene una parte social. Los árboles los plantan las comunidades locales de allí, que son muy dependientes del bosque y de sus recursos. La ONG les educa a reforestar y a talar para que puedan aprovecharse de los recursos y se pueda seguir reforestando. Queremos que sea un win win, tanto para el bosque como para ellos”, explica Marta Llaquet. Actualmente, la marca barcelonesa ha logrado plantar 73.074 árboles en el país africano y 30.326 en India, a parte de la labor de reforestación que se hizo en Australia y Amazonas cuando se produjeron los devastadores incendios. 

Familia de una de las comunidades locales de Zambia a la que ayudan con el proyecto de reforestación / SAYE

Familia de una de las comunidades locales de Zambia a la que ayudan con el proyecto de reforestación / SAYE



AUTENTICIDAD DE LA FIRMA

Una de las cosas que más enorgullece a este equipo de empresarios es la autenticidad de la firma. A pesar de haber topado con varias trabas en el camino, han conseguido fabricar unas zapatillas sostenibles, de calidad y con un diseño estético y a la moda. También han lanzado una línea vegana que cumple con todos los requisitos.

Con el tiempo y la fama que ha cogido la marca, el producto no se ha visto pervertido, sino que ha ganado notoriedad en el mercado y ha mejorado con los años: “Vendemos un producto caro, de calidad y la gracia es que el consumidor lo aproveche el máximo de tiempo posible. A veces este objetivo es un problema porque los materiales sostenibles son más complicados, por lo que, sin duda, es un valor añadido”, describe Marta Llaquet. La joven añade que en la fabricación utilizan deshechos de la industria de la automoción, materiales veganos, piel y algodón orgánico o chips de madera reciclada.

CONSUMIDOR INTERNACIONAL

Aunque la idea principal era asentarse a nivel nacional, la mayoría de sus ventas provienen de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Suecia y Suiza. El consumidor europeo valora la producción ética y los productos sostenibles de buena calidad, algo que “todavía queda lejos” para el consumidor español. “Empezamos a venderlas más baratas pero, poco a poco, hemos ido subiendo el precio. Ha ido perfeccionándose la calidad, estamos en constante mejora porque siempre puede ser más innovador y orgánico. Nuestras zapatillas son un producto vivo y el cliente lo ha aceptado”, asegura la CEO de la compañía de calzado.

Otra de las claves del éxito de Saye ha sido la paciencia y la búsqueda incansable de la perfección. “Se trata de intentar no dar por bueno cualquier diseño, sino de vender solo los productos con los que estemos súper de acuerdo. Por eso tardamos tanto en sacar nuevas colecciones”, explican los creadores, que adelantan que de cara a finales de noviembre lanzarán su primera línea textil, hecha con algodón orgánico y tinte vegetal, y que el próximo mes de diciembre sorprenderán a su público con un modelo de zapatillas “totalmente nuevo”.

Modelo '89 Vegan Caramel en una imagen promocional / CEDIDA

Modelo '89 Vegan Caramel en una imagen promocional / CEDIDA



ESTRATÉGIAS DE MARKETING

Pero la fabricación no es lo único que cuidan al más mínimo detalle. Una de las claves del éxito de esta marca barcelonesa es su dominio del marketing digital. Apuestan por anuncios en Facebook Ads y realizar campañas orgánicas y shootings in house con los que dar caché y notoriedad a la firma. Aún así, también buscan trabajar con microinfluencers que sepan proyectar sus valores: “Buscamos creadores de contenido de fuera de España porque allí está nuestro mercado. Tienen que tener mucho gusto y estilo. Deben de casar con nuestra ética, cuidar su lifestyle a parte de su estética y ser conscientes con el medio ambiente. Por eso filtramos muchísimo hasta encontrar a la persona ideal”, argumenta Marta Llaquet.

VENTA OFFLINE

Lo mismo pasa con las tiendas multimarcas en las que venden sus zapatillas a nivel internacional. “Vigilamos muchísimo donde venderlas”, explica la dueña de la firma. “Una tienda transmite la imagen de la marca de sus productos, por eso tienen que ser establecimientos muy concretos”, detalla.

“Actualmente estamos en 30 tiendas en todo el mundo y la idea a final de año es llegar a 90 establecimientos para que, de cara al año que viene, el offline represente un 25% de la facturación. Creemos que tenemos mucho potencial”, describen los socios, que han contratado recientemente a un sail manager para llevar a cabo este crecimiento.

Ocho de los 12 trabajadores que conforman el equipo de Saye Brand / SAYE

Ocho de los 12 trabajadores que conforman el equipo de Saye Brand / SAYE



FUTURO EN DIGITAL

A diferencia de otras firmas, Saye Brand no se plantea abrir una tienda física, "ni por catálogo de producto ni por estrategia". Su recorrido y la pandemia les han demostrado que la visión del cliente ha cambiado en los últimos tiempos. “La venta a tienda durante estos dos años y medio ha sido un extra, que por supuesto va creciendo porque tenemos mucha demanda. A pesar de ello, durante el confinamiento hemos evidenciado que el canal online tira solo y que lo tenemos muy dominado. Hemos nacido como empresa digital y ese es nuestro mercado nativo. No está en nuestra mente abrir una tienda física”, sentencia la CEO de la firma de moda.