Mediapro cuadruplica sus pérdidas hasta los 39 millones en 2019

El conglomerado de producciones y derechos televisivos Mediapro, encabezado por Jaume Roures y Tatxo Benet, afronta un cierre de 2020 en plena turbulencia financiera. Dos de sus mayores contratos, suscritos con las Ligas de fútbol de Italia y Francia, han acabado como el rosario de la aurora, con demandas cruzadas y reclamaciones multimillonarias.

Los incumplimientos por parte de Mediapro son tan clamorosos que ambas asociaciones deportivas le reclaman 560 millones. En el caso de Francia, Roures se ha allanado a un acuerdo preliminar, por el que se rescinde el contrato. En contrapartida, Mediapro habrá de abonar una compensación de 100 millones. En Italia, la liga le reclama nada menos que 460 millones.

NÚMEROS ROJOS

Tales vicisitudes coinciden con una debacle palmaria de los resultados de Mediapro. El año pasado, el grupo facturó 1.709 millones, con alza del 57% sobre los 1.088 millones anteriores. Pero a pesar de semejante salto, las pérdidas consolidadas de la casa se dispararon de 10,6 a 39 millones.

Según las cuentas anuales de la sociedad Joye Media, que es la matriz última del entramado, sus pasivos financieros ascienden a 981 millones. De ellos, vencen 64 millones en el año que ahora está a punto de concluir y otros 48 millones en 2021. En el otro platillo de la balanza, el de los fondos propios, éstos se cifran en 921 millones.

El activo consolidado de Joye cayó en 2019 de 3.282 a 2.600 millones. De este último, el fondo de comercio, esto es el sobreprecio pagado por las empresas adquiridas, se eleva a 829 millones. Esta enorme masa de bienes "intangibles" habrá de amortizarse en los próximos ejercicios, con los consiguientes abultados cargos en la cuenta de resultados.

HIPOTECAS

Los bancos, para asegurarse el cobro de sus facilidades crematísticas, han obligado a Joye Media a trabar o constituir prenda sobre varias de sus cuentas corrientes, sobre determinados derechos de crédito que la compañía ostenta frente a terceros y sobre las acciones de las más relevantes sociedades subholding del grupo, entre ellas la barcelonesa Mediapro.

El cofundador de Mediapro, Jaume Roures, y el responsable de El Terrat, Andreu Buenafuente / EP

SEDE MADRILEÑA

Se da la circunstancia de que el cuartel general de Joye no se encuentra en Cataluña, sino en Madrid, en concreto en Pozuelo de Alarcón. Allí radica su sede social desde que en 2018 el gigante chino Orient Hontai se hizo con el 53% del capital. La multinacional publicitaria WPP mantiene el 22%. Y Jaume Roures y Taxto Benet conservan el 12% cada uno. Estos dos últimos son titulares de sus respectivas acciones por medio de sociedades pantalla interpuestas en Holanda.

El consejo de administración de Joye Media lo forman seis delegados chinos de Orient Hontai, más Roures, Benet y dos mercantiles de WPP.

AUDITORÍA

Mediapro es un enorme andamiaje compuesto por 140 empresas que actúan en 150 países. La plantilla total abarca 7.107 empleados.

El auditor que ha revisado el balance estampa una salvedad. Señala que Grupo Mediapro sólo le ha aportado información parcial sobre sus actividades en España, de donde se infiere que ha eludido olímpicamente referirse a las que desarrolla en los restantes países.

En febrero pasado, Hacienda comunicó al conglomerado el comienzo de actuaciones inspectoras relativas a las retenciones a cuenta del impuesto sobre la renta desde septiembre de 2014 a diciembre de 2017.

ONCE MILLONES PARA ANDREU BUENAFUENTE

Mediapro anunció meses atrás la compra de la productora catalana El Terrat, perteneciente a su fundador, el presentador y cómico Andreu Buenafuente.

Tanto el adquirente como el vendedor se reservaron facilitar el importe de la transacción. Sin embargo, en las cuentas de Joye Media se revela el secreto. Roures pagó 11 millones de euros a Buenafuente, más una cantidad variable basada en el beneficio bruto de explotación que consiga El Terrat en los ejercicios de 2019, 2020 y 2021.