El reto de convertir a Barcelona en una Smart City
Las nuevas tecnologías aplicadas al urbanismo facilitarán la mejora tanto de nuestra calidad de vida como del entorno natural
15 febrero, 2022 13:32Noticias relacionadas
Uno de los objetivos más ambiciosos de la transición tecnológica y ecosostenible que pretende liderar la Unión Europea a nivel mundial es la de convertir tanto a las grandes metrópolis como a las medianas y pequeñas ciudades en Smart Cities. Se pretenten crear ciudades inteligentes en las que el uso de la robotización, el Big Data y el uso de inteligencias artificiales las haga eficientes desde el punto de vista energético. Ciudades accesibles para sus habitantes sea cual sea su condición física o psíquica y, en definitiva, que contribuyan a ayudar en la transición ecológica de forma positiva, en vez de ser aportadores netos de dióxido de carbono a la atmósfera. Así, el objetivo en España para el año 2025 es que tan sólo la digitalización de las Administraciones Públicas y de la economía ayude a reducir las emisiones de CO2 en un diez por ciento. Y eso sin tener en cuenta la adopción de medios de transporte y de fuentes de energía más limpias.
Otro punto importante para avanzar hacia las Smart Cities es que la red de 5G abarque todo el territorio, algo indispensable por la cantidad de dispositivos compartiendo información de forma masiva y a gran velocidad, característica propia de una ciudad inteligente. Es algo que también se espera conseguir para el año 2025 y que ya ha comenzado a desplegarse en la ciudad de Barcelona.
5G, INSTRUMENTO DE DESARROLLO
La velocidad a la hora de realizar transacciones, actualizar información del estado de los mercados o enviar órdenes de compra y venta en la economía es fundamental, ya sea para un bróker online que invierte online, como Plus500 España, comprando materias primas que cambian de precio a cada segundo, o incluso comprando criptomonedas -tan de moda últimamente-. El hecho de que las operaciones se realicen tan pronto como el trader, empresario o usuario de criptomonedas haya dado la orden es vital dado que en milésimas de segundo todo puede cambiar. Ahora bien, la velocidad a la hora de cumplir los deseos del inversor o empresario no elimina el riesgo de la operación, dado que este ha tenido que haber ponderado adecuadamente todas las opciones. Y aun así, toda inversión conlleva asumir cierto nivel de incertidumbre, y en el caso del trading online el factor del apalancamiento es otro elemento de riesgo a tener en cuenta.
Pero no es necesario ser trader online, inversor en criptomonedas o negociar con materias primas extranjeras para beneficiarse de las ventajas que el 5G puede ofrecer a los negocios locales. No existe práctiacamente hoy en día un negocio, por pequeño que este sea, que no utilice internet en alguna medida, y la velocidad de conexión permite situar en este aspecto a la PYMES a la altura de grandes empresas, con altos presupuestos, además de permitir deslocalizar el trabajo, ahorrando en el alquiler de oficinas. Este dinero puede utilizarse en financiar equipos informáticos y conexiones a internet para que los empleados trabajen en remoto desde sus hogare,s a la vez que libera recursos para contratar los servicios de la enorme cantidad de profesionales autónomos que han proliferado en los últimos años gracias a internet, lo que favorece el reparto y la creación de riqueza.
TECNOLOGÍA PARA REDUCIR LAS EMISIONES DE CARBONO EN BARCELONA
Las gigantescas aglomeraciones urbanas que han caracterizado el desarrollo humano, tanto durante el siglo XX como lo que llevamos siglo XXI, han tenido el pernicioso efecto secundario de convertir el hábitat de miles de millones de seres humanos en todo el mundo en focos de contaminación, con los perversos efectos que ello tiene sobre el medio ambiente y la salud de las personas.
Pero esto también pueden combatirlo las Smart Cities, y lo hacen incluso sin pretenderlo, dado que la deslocalización del trabajo reduce el número de automóviles necesarios para mover cada día a millones de personas desde sus hogares al puesto de trabajo y de vuelta a casa. Y el uso del Big Data y la IA junto con la conducción autónoma permiten y permitirán reducir el número de atascos, al encontrar rutas eficientes y poco congestionadas para que los transportes que tengan que circular obligatoriamente, pasen el mínimo tiempo posible parados en interminables filas, consumiendo combustible y emitiendo gases de efecto invernadero sin tan siquiera estar desplazándose. Por no hablar del beneficioso efecto psicológico que tendrá sobre los ocupantes, dado que los atascos son causantes de estrés y frustraciones diarias.
En definitiva, el avance hacia la transición de Barcelona a Smart City es un proyecto que involucra tanto a las autoridades municipales como al ámbito privado y que traerá beneficios en prácticamente todos los ámbitos.
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Artículo especial