Los trabajadores de Bon Preu i Esclat se han manifestado este viernes, 11 de noviembre, a las puertas del supermercado de la calle Pi y Margall de Barcelona. A la convocatoria, organizada por el sindicato CGT, han asistido aproximadamente medio centenar de personas. Bajo el lema "por un convenio justo y un salario digno", los empleados han exigido al grupo presidido por el empresario Joan Font un incremento salarial en base al IPC real. "El señor Joan Font en el puesto 90 de la lista Forbes y nosotros trabajamos a 40 horas y somos pobres", critica María José Martínez, delegada sindical de CGT, con un micro en la mano.
A partir de las 10:00 horas de la mañana, una marea de banderas sindicales rojinegras y una humareda de polvo rojo ha teñido las puertas de este supermercado despertando la inquietud de los clientes: "¿Hoy se puede comprar?" pregunta en voz alta una clienta habitual. "Sí señora, sólo reclamamos unas condiciones dignas", responde Silvia, empleada de Bon Preu desde hace más de 30 años.
"LA FACHADA DE BON PREU ES UNA COSA PERO LA REALIDAD ES OTRA"
Lola y Laia son dos trabajadoras que llevan 8 y 5 años, respectivamente, trabajando en este supermercado. En su descanso de 15 minutos han salido a las puertas del centro a comerse el bocadillo: "no pertenecemos a ningún sindicato, pero si pudiéramos la mayoría de nosotras estaríamos aquí. Siempre hemos votado a CCOO pero a partir de ahora les voy a votar a ellos, son los únicos que luchan por todos los derechos que hemos perdido", asegura Lola. Ambas empleadas lamentan que, con el paso del tiempo, han perdido categorías: "Ahora lo que tenemos son incentivos, pero nos los quitan si cogemos la baja. No tenemos derecho ni a ponernos malas".
Laia, por su lado, intenta compaginar los estudios con el trabajo: "Mis abuelos dejaron de trabajar para protestar por los derechos que tengo yo hoy, estar aquí es lo mínimo que puedo hacer por ellos y por mí". La trabajadora asegura que la empresa no ayuda a la conciliación y que la falta de personal dificulta las jornadas laborales: "faltan compañeros y claro, tenemos que rendir el doble". Al acabar el descanso han vuelto a su puesto de trabajo, pero la protesta ha continuado bajo el grito de "viva la lucha de la clase obrera".
AFECTACIONES DERIVADAS
Cerca de las 10:20 horas de la mañana la protesta ha invadido parte de la carretera de Pi y Margall. Este hecho ha obligado a la Guardia Urbana a derivar el tráfico por la calle de Hipòlit Lázaro. 20 minutos más tarde los trabajadores han abandonado esta vía y los agentes han podido reabrir el tráfico.
La concentración de este viernes se ha disuelto hacia las 12:00 horas, aunque los trabajadores de este sindicato tienen previsto volver a movilizarse el sábado, 12 de noviembre, en la tienda de calle Llull.
LA EMPRESA SE REMITE A LAS NEGOCIACIONES
Fuentes de la empresa aseguran a Metrópoli que el grupo Bon Preu actualmente "está negociando el convenio" con los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO. Subrayan que están trabajando para conseguir incrementos salariales y otras mejoras sociales en unas conversaciones que se encuentran "en una fase bastante avanzada" y que tendán "efectos retroactivos desde 2022".
Sobre las movilizaciones impulsadas por CGT, destacan que la compañía respeta el derecho a la libertad de expresión de sus empleados y la movilización pacífica. El grupo liderado por Joan Font señala a los trabajadores como "el activo estratégico" más importante de la empresa y fijan un objetivo claro: "llegar a acuerdos que permitan que la empresa y los empleados puedan seguir creciendo".