Los futbolistas son lo más parecido que tiene el siglo XXI a los protagonistas de una novela de Francis Scott Fitzgerald. Son jóvenes, exitosos y reconocidos. Y tienen mucho dinero para gastar. Entre las inversiones de las leyendas recientes del Barça destacan aquellos que han querido invertir en gastronomía. En algunos casos, los negocios prosperan y se convierten en otra gran fuente de ingresos para los culés. En otros casos, igual que en las novelas de Fitzgerald, las cosas comienzan a torcerse y lo que parecía algo juvenil, exitoso y reconocido se vuelve oscuro y triste.

LEO MESSI, ONCE MILLONES Y NINGÚN RESULTADO

Si observamos la lista de inversiones frustradas de futbolistas en restaurantes, el primer nombre que se nos viene a la cabeza es Leo Messi. El astro argentino ya se ha estampado en dos ocasiones debido a sus inversiones gastronómicas. La primera fue cuando abrió el restaurante Bellavista del Jardín del Norte, un local en la calle Enric Granados que le costó 2,5 millones de euros. Dos años más tarde, ya había bajado la persiana.

Vista del antiguo restaurante de Leo Messi, Bellavista del Jardín del Norte, en l'Eixample/ BJN

El segundo fracaso de Messi fue aún más sonado. El jugador desembolsó nueve millones de euros en preparar un restaurante de lujo en la playa de Castelldefels dedicado a la alta cocina. Las cosas se volvieron a torcer, Messi se hartó del proyecto, y sin haber llegado nunca a abrir sus puertas decidió poner a la venta el inmueble.

GERARD PIQUÉ, DOS FRACASOS Y UN INTERROGANTE

Junto a Messi, otro futbolista que acumula grandes fracasos gastronómicos es Gerard Piqué. El noi de la Bonanova creó en 2013 una empresa llamada Bas alimentaria que desembocaría en la aparición de la hamburguesería Yours. El local estaba en la calle Londres, contaba con la participación empresarial del grupo musical Els amics de les arts y quería aprovechar el boom de las hamburguesas. Sin embargo, cuatro años después, ya era historia.

El siguiente objetivo de Piqué fue abrir con Shakira un restaurante junto al Hotel Vela, con una terraza desde la que se veía todo el litoral catalán. El local, llamado Blue Spot, estaba especializado en arroces y pescado a la brasa, con un ticket medio de cincuenta euros. La llegada de la pandemia frustró el proyecto, que bajó la persiana en 2020 tras sólo dos años.

El restaurante Blue Spot de Piqué y Shakira / BLUE SPOT

La última inversión gastronómica de Gerard Piqué es aún más curiosa. El futbolista se ha aliado con LaLiga para poner en marcha el llamado TwentyNine's, un bar de temática futbolera en Port Aventura. Si bien el negocio aún se mantiene en pie, algunas críticas de TripAdvisor hunden su prestigio: "Mediocre y caro", "decepcionante" o "muy mal", rezan algunas de las reseñas.

DANI ALVES

Otro de los fracasos más sonados en la hostelería barcelonesa es el de Dani Alves. El exjugador culé y ahora convicto abrió en 2016 dos restaurantes llamados Boteco Fogo y Alquimia Fogo, que mezclaban toques de comida brasileña con reminiscencias del mediterráneo. La mezcla no funcionó y en 2021 ambos locales pasaron a mejor vida.

Restaurante Boteco Fogo de Dani Alves / RRSS

RAFA MÁRQUEZ

Otro de los míticos jugadores del Barça que fue engullido por la gastronomía barcelonesa fue Rafa Márquez. El central puso en marcha entre 2004 y 2012 un restaurante mexicano en el Born llamado La Coronela. El local servía tacos a 1 euro y un menú del día que no superaba los dos dígitos de precio, lo que le llevó a convertirse en “el templo mexicano de Barcelona”, según relatan las crónicas de la época. La salida del futbolista del Barça precipitó la tragedia, y el restaurante cerró sus puertas al público.

FIGO Y STOICHKOV, PIONEROS

Los futbolistas del Barça pioneros en la inversión gastronómica fueron Luis Figo y Hristo Stoichkov. El primero de ellos abrió durante su época como culé el Kin Sushi Bar en pleno Eixample de Barcelona. Sin embargo, tras su traspaso al Real Madrid los barceloneses comenzaron a tirar huevos a la fachada del edificio, lo que provocó que el establecimiento finalmente cerrara.

Imagen de una franquicia de Tonny Roma's / RRSS

Stoichkov montó una franquicia estadounidense especializada en las costillas a la barbacoa: Tonny Roma’s, ubicado en la calle Aragón. Evidentemente, el negocio fracasó y en su lugar ahora se encuentra El Mussol.

LUIS SUÁREZ, UNA RARA AVIS

Parece ser que el único jugador del club en triunfar en sus negocios gastronómicos ha sido Luis Suárez. El charrúa es propietario del Grupo Chalito, especializado en milanesas y comida uruguaya. La cadena ha cerrado 2022 con una facturación récord de 10 millones de euros, lo que supone un crecimiento de casi el 50% respecto al 2021. Ahora, la empresa se prepara para cerrar el año con ocho establecimientos y una nueva línea de negocio en la que venderá comida a festivales de música.

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