Vivir en grandes ciudades como Barcelona no es fácil. Con la subida de los alquileres año tras año es casi imposible encontrar un piso digo a un precio razonable. Y es que Barcelona se ha vuelto una ciudad para ricos. El centro está reservado para los comercios y edificios más exclusivos, y tener una vivienda en sus calles está unido inevitablemente a un gran poder adquisitivo. Por esta razón, muchos de los residentes viven en los barrios más periféricos, aunque entre ellos también existen diferencias. No es lo mismo vivir en Pedralbes que en Torre Baró.

ZONA MÁS POBRE

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las zonas más pobres de Barcelona se encuentran entre la avenida de Alfons el Magnànim y la ronda de Sant Ramon de Penyafort, en el límite entre Barcelona y Sant Adrià de Besòs. Los habitantes de ese tramo manifestaron haber ingresado 6.594 euros per cápita en 2020 (un 2,33% menos que un año antes) y 21.716 euros por unidad familiar (una merma del 2,14%).

CALLES

Dentro de este marco, las calles más desfavorecidas son las calles Guillem Sagrera, Catània, Ferrer Bassa, Alcamo, Trapani, Messina, Galba, Reixac, Palerm, Marsala y Pere Moragues, así como algunos inmuebles de Alfons el Magnànim, Felip de Malla, Cristóbal de Moura y Perpinyà. La renta por hogar más alta de Barcelona, localizada en calles de Les Corts y Sarrià-Sant Gervasi, es casi cinco veces mayor que en la zona menos agraciada del Besòs i el Maresme.

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