La crisis del coste de vida en Barcelona problematiza la captación de talento internacional. La inflación derivada de la guerra de Ucrania, el alza en los tipos de interés y la crisis de la vivienda en la capital catalana han tensado las condiciones de vida de los expats, cuyos sueldos ya no alcanzan para vivir en la ciudad.
El 74% de los trabajadores internacionales no está satisfecho con lo que gana, y reclama subidas salariales para poder hacer frente al incensante aumento del coste de vida, según el informe International Talent Monitor (ITM), elaborado por Barcelona Global y presentado este martes, 17 de octubre, en la capital catalana.
LA VIVIENDA, PRINCIPAL RETO
La medida más reclamada por parte de los trabajadores internacionales es una mejora en el acceso a la vivienda. Los empleados de las empresas internacionales, que han desplazado a muchos barceloneses hacia la periferia, comienzan ahora a sufrir en sus propias carnes la tensión en el residencial de la ciudad. De hecho, el mercado de la vivienda es el indicador peor valorado de todos, con 2,6 puntos sobre 7.
Otro aspecto que aleja a trabajadores internacionales de la ciudad es la presión fiscal. "Para competir por retener al talento de fuera necesitamos tener unos impuestos más bajos, acorde a otras ciudades de España o de Europa", ha señalado Mercè Conesa, CEO de Barcelona Global.
LA SEGURIDAD, UN DEBER
Por último, otras de las exigencias son la mejora de la percepción de seguridad y de la calidad del aire. El primer caso es significativo, pues en los últimos años se ha reducido un punto y medio, hasta convertirse en uno de los indicadores peores valorados. Asimismo, la percepción de la calidad del aire también roza el insuficiente, según los resultados de la misma encuesta.
FORTALEZAS
Pese a todo, la muestra señala que la percepción global de los expats mejora frente a 2019, el año anterior a la pandemia, aunque baja una décima respecto al año pasado. Las principales fortalezas fueron su sistema sanitario, la calidad de sus centros educativos y su red de transporte público, según señala la encuesta.
Ello provoca que, a pesar de todas las exigencias, más de la mitad de los encuestados no tenga ninguna intención de abandonar Barcelona, y que más de un 35% de ellos lleve ya instalado en la ciudad más de una década. Los trabajadores destacan la calidad de vida, la excelente ubicación, la capacidad de integración de muchas culturas o el estable mercado de trabajo en la ciudad.
Asimismo, creen que para seguir creciendo Barcelona debe apostar por las artes y la cultura, el ecosistema de startups y en potenciar a la ciudad como un polo de educación superior, ciencia, tecnología e inteligencia artificial.