Enrique Lacalle: “En el Círculo Ecuestre trabajamos para el consenso, no para dar consignas”

Con muchos años de experiencia a sus espaldas, Enrique Lacalle cree que no puede haber otro camino que el del “consenso”. Quiere aplicar la receta desde la presidencia del Círculo Ecuestre, que acaba de estrenar. Su deseo es el de aportar reflexión e ideas en distintos ámbitos de la sociedad sin buscar la polémica o el choque institucional. “En el Círculo Ecuestre trabajamos para el consenso, no para dar consignas”, asegura, con el convencimiento de que la propia sociedad acabará castigando la bronca continua.

Lacalle, que cuenta con una Junta Directiva en el Círculo Ecuestre plural y diversificada y a la que pedirá que se especialice en áreas concretas, busca un entendimiento entre Barcelona y Madrid. Su convicción es que ya no son los países los que compiten, sino las ciudades, pero que en el caso de las dos grandes capitales españolas éstas dos deben “cooperar”. En una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, Lacalle ha pedido a los dos alcaldes, Jaume Collboni y José Luis Martínez Almeida, que colaboren. “Son dos ciudades que no pueden vivir de espaldas y que deben liderar de forma conjunta en determinados ámbitos”.

La obsesión de Lacalle es que el Círculo Ecuestre pueda ser en los próximos años el foro de referencia para lograr esos “consensos” que, a su juicio, hacen falta, sin “consignas”, y sin la sensación de que se impone nada. Una de las cuestiones centrales es la que guarda relación con la política impositiva. Para Lacalle, Catalunya en su conjunto debería pensar en cómo puede ser más competitiva y en cómo puede reducir la presión fiscal. “Somos la comunidad más cara de España, con el Impuesto de Sucesiones o el de Patrimonio, y es que los catalanes pagamos más que nadie”, ha remachado.

UNA SOLA DIRECCIÓN

Pero, ¿qué puede hacer Barcelona, a partir de sus propias competencias? Lacalle entiende que la prioridad debería ser la de aprovechar las oportunidades que se presentan y alentar las iniciativas económicas de futuro. Una de ellas es, a su juicio, la Ryder Cup de golf, aunque, en ese caso, la Generalitat tiene un papel preponderante. “Lo que tenemos entre manos es de gran importancia, porque es una competición muy importante, y pone en el mapa mundial a Barcelona, a partir de un turismo de alto nivel y de calidad”; ha remachado Enrique Lacalle.

La nueva Junta Directiva de Enrique Lacalle en el Círculo Ecuestre, flanqueado por Eva Moll e Ignacio Marull / PAUL MAC MANUS

Ahora bien, ¿cómo se consiguen objetivos de ese calibre? Lacalle, como buena parte de su generación política, entiende que se debería recuperar el espíritu olímpico de 1992, que permitió que las distintas fuerzas políticas trabajaran de forma conjunta: “Es fundamental que se vaya en una sola dirección, emulando lo que se denominó la pax olímpica. En aquel momento no hubo oposición política”.

En el caso de Barcelona el éxito se ha alcanzado, a juicio de Lacalle, cuado se ha producido ese consenso entre todos. "Barcelona es una ciudad campeona, y se ha visto cuando ha caminado de forma conjunta. Lo demuestra el pacto alcanzado entre administraciones y sociedad civil para organizar la Copa América de vela."Si vamos juntos, somos imbatibles", sentencia.