Barcelona es la ciudad española en la que las familias necesitan destinar un mayor porcentaje de sus ingresos a pagar el alquiler de sus viviendas, hasta un 44 %, según un estudio publicado este martes por el portal inmobiliario Idealista.

El informe, basado en los datos del cuarto trimestre de 2023, señala que los hogares españoles invierte una media del 22 % de sus ingresos para la compra de su vivienda y hasta un 33 % para afrontar el pago del alquiler, porcentajes que han crecido durante el último año.

BARCELONA, EN EL 'TOP 1' DEL RANKING

Barcelona lidera el listado de las diez capitales en las que el esfuerzo para alquilar una vivienda de dos habitaciones supera el 30 % recomendado por los expertos, seguida de Palma (43 %), Valencia (39 %), Málaga (38 %), Madrid (37 %), Alicante (35 %) y San Sebastián (33 %).

El esfuerzo para alquilar se ha incrementado en un año en seis puntos en Barcelona, ya que era del 38 % en diciembre de 2022, mientras que en Girona lo ha hecho en cinco, del 23 % al 28 %.

Piso en alquiler en un barrio de Barcelona EUROPA PRESS

En Tarragona, los hogares deben invertir un 25 % frente al 22 % de un año antes; y en Lleida ha pasado del 20 % al 21 %. Según el estudio, la provincia de Málaga es la que exige un mayor esfuerzo para alquilar una vivienda a los locales, con un 53 % de los ingresos familiares, mientras que en Barcelona la exigencia llega al 48 %.

El esfuerzo para comprar una vivienda es menor que para alquilar en la mayoría de los casos, aunque llega al 33 % en Barcelona. En Catalunya, destaca el caso de Lleida, en la que el esfuerzo es del 12 %, de las menores de toda España.

La plataforma, que cuenta con más de 1,5 millones de anuncios en venta o en alquiler, explica que la falta de oferta explica el incremento de los precios de los alquileres y el consecuente aumento del esfuerzo que los hogares tienen que hacer, que se sitúa en el máximo recomendado por los expertos tras aumentar tres puntos en el último año.

UNAS PREVISIONES NEGATIVAS EN EL MERCADO DEL ALQUILER

En el caso de la vivienda en propiedad, el encarecimiento de la financiación tras las recientes subidas de los tipos de interés es el responsable de que las familias que compran una vivienda hayan pasado a destinar una mayor parte de sus ingresos.

Idealista apunta a que en el alquiler las perspectivas son negativas dada la escasez de la oferta y los elevados precios, que entiende que no se revertirán con las políticas de vivienda anunciadas.

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