Los tribunales anulan un contrato millonario de la Fundació Parc Científic de Barcelona

Los científicos también se equivocan. No son infalibles. O, al menos, las instituciones de los científicos, las que albergan un potencial de inteligencia e investigación envidiables. Pero la excelencia en el trabajo se ve salpicada, de vez en cuando, por alguna mota que desluce la imagen proyectada públicamente. Eso es lo que ha pasado con el Parc Científic de Barcelona (PCB), una encomiable y flemática institución que ha recibido un varapalo judicial por adjudicar un contrato que adolecía de las necesarias garantías. ¿El motivo? Las prisas. La concesionaria de la gestión del aparcamiento se fugó de la noche a la mañana y abandonó el servicio, por lo que se hizo necesario tramitar un concurso por la vía de urgencia que se saldó con un error garrafal que terminó en los tribunales y con sentencia en un tiempo récord.

Millonario concurso 

El Tribunal Català de Contractes del Sector Públic acaba de anular el millonario concurso de explotación del aparcamiento que el PCB tiene en la avenida Gregorio Marañón. No es un acto baladí: el contrato asciende a la nada despreciable suma de 4.453.225 euros, por un periodo de siete años. A dicho concurso se presentaron tres ofertas: una, de APK Gestión de Aparcamientos; otra, de Estacionamientos y Servicios; y una tercera, de una unión temporal de empresas formada por Valoriza Servicios Medioambientales y por Green Horizon Projects.

El Parc Científic, según el informe justificativo del servicio, “está conformado por un total de 95.410 metros cuadrados de espacios de diferente tipología. Concretamente, 27.268 metros cuadrados de laboratorios, 32.418 metros cuadrados de oficinas, 14.206 metros cuadrados de aparcamiento y 1.600 metros cuadrados de otros servicios y zonas comunes. Su gestión depende de la Fundació PCB”. Sus profesionales trabajan principalmente en el sector de la salud, desde el farmacéutico al de la biotecnología, pasando por el de cosmética o la alimentación.

3.500 trabajadores del PCB

El concurso para la gestión del aparcamiento, que debe dar servicio a unos 3.500 trabajadores del PCB y a 80 personas de su Fundación, se hizo en el último trimestre de 2023 por la vía de urgencia “debido al abandono del servicio realizado por el antiguo concesionario, de forma unilateral y sin preaviso”. El parking dispone de 15.137 metros cuadrados de superficie, está abierto al público las 24 horas de los 365 días del año y ha de reservar un porcentaje de plazas para los trabajadores del PCB.

Su cercanía a las instalaciones del Barça provoca que el aparcamiento sea un negocio redondo, pero también que, cuando hay partido (ya sea de fútbol o baloncesto), se formen largas colas para retirar los vehículos tras los encuentros.

El anterior concesionario era Esma Park, que gestionaba el servicio desde 2010. La espantá de esta compañía dejó en un brete al PCB. “Dado que el servicio de estacionamiento de vehículos es esencial para el funcionamiento del PCB, y para dar el servicio de interés público de apoyo a la investigación que es la finalidad de la fundación, es imprescindible disponer de una nueva adjudicataria que preste el servicio con la máxima urgencia, dado que actualmente el servicio se está realizando de forma precaria y sin contrato como consecuencia del abandono de la concesión”, dice el informe citado anteriormente.

Temeridad

Pero las prisas nunca son buenas consejeras: la oferta de APK Gestión de Aparcamientos pecó de temeridad. La institución adjudicó el contrato a esta compañía el pasado mes de noviembre, decisión que fue aceptada por el PCB el 5 de diciembre y dada a conocer el 11 de ese mes. Una semana más tarde, las empresas Valoriza y Green Horizon Projects presentaron un recurso ante los tribunales por considerar que la propuesta de APK era “presuntamente anormal”.

De hecho, la mesa de contratación ya había pedido a esa compañía que aclarase su oferta y las argumentaciones de APK fueron admitidas, dando por buena su oferta económica. Pero sus rivales no estuvieron de acuerdo, acusándola de ser inviable.

Hay dos detalles que no se han de perder de vista: la empresa concesionaria cobra del PCB la concesión, pero ha de asumir obras de acondicionamiento por un momento de 1.090.148 euros, según se detalla en las cláusulas del contrato. Por otro lado, ha de pagar un canon fijo de ocupación al PCB, cifrado en 43.700 euros anuales como mínimo, aparte de un canon variable consistente en un porcentaje sobre los ingresos de explotación, canon que aumenta año tras año hasta llegar al 10% de los ingresos.

Disputa contractual

En estos puntos es donde, sorpresivamente, APK ofreció, sólo como canon fijo, 213.029 euros anuales, mientras sus oponentes ofrecían 63.700 y 68.700 euros. En su recurso ante los tribunales, Valoriza y Green Horizon Projects sostienen que la oferta de APK “se basa únicamente en hipótesis, al margen de que tampoco expresa el ahorro que presenta, no incorpora mejoras técnicas ni aporta soluciones innovadoras. Asimismo, aducen que la justificación de APK no incluye ningún estudio de demanda de ocupación que sirva para justificar los ingresos estimados, no justifica el supuesto incremento de las horas de rotación del estacionamiento sobre las previstas en el plan de viabilidad de la Fundació PCB y no presenta ningún estudio sobre la elasticidad de la demanda de plazas de aparcamiento”, explica el fallo judicial.

En resumidas cuentas, acusan a los técnicos que valoraron la oferta de “dar por válidos los supuestos ingresos sin ninguna prueba que los corrobore. Por ello, solicitaron la nulidad del contrato y que se excluya a APK del concurso por “incurrir en temeridad y no haber justificado su viabilidad”. El tribunal hizo suyos estos argumentos y anuló la adjudicación, por lo que se ha de repetir el trámite del concurso.

El conflicto se produjo justamente cuando la potente constructora Sacyr ultimaba la venta de Valoriza a la multinacional Morgan Stanley Infrastructure Partners. La estrategia de desinversión de algunas de las filiales de Sacyr provocó la venta de esta compañía en el último trimestre del 2023, que le supuso unos ingresos extra de 420 millones de euros. El resultado bruto de Valoriza en 2022, el último ejercicio auditado, se situó en 80 millones de euros. El aterrizaje de Morgan Stanley Infrastructure Partners se produjo, así, con una victoria judicial que le podría acarrear en un futuro próximo un suculento contrato (su puntuación estaba muy igualada a la oferta de APK) en Barcelona.