Lluís Salvadó: “El Port de Barcelona debe cuidarse, no puede verse perjudicado por la ampliación de El Prat”
El presidente del Port señala que la infraestructura necesita ya grúas de hasta 90 metros para descargar los contenedores más altos y que los planes de la tercera pista del aeropuerto en dirección a La Ricarda no son idóneos
6 julio, 2024 12:30Un frágil ecosistema, en el Delta del Llobregat, pero también entre las distintas infraestructuras que determinan la economía catalana. El presidente del Port de Barcelona, Lluís Salvadó, reclama la máxima prudencia y el mejor cálculo posible si se quiere ampliar el aeropuerto de Barcelona. Está en peligro, a su juicio, la “competitividad” del Port. “El Port de Barcelona debe cuidarse, no puede verse perjudicado por la ampliación de El Prat”, asegura.
Con un debate intenso, sobre la necesidad de ampliar el aeropuerto de El Prat, y con distintos planes para ello, --aunque con un cierto consenso sobre la necesidad de que ese proyecto pase por la laguna de La Ricarda—Salvadó considera que no se ha pensado demasiado en las necesidades del Port. Un de los problemas que se ha puesto sobre la mesa se centra en las grúas que utiliza el Port de Barcelona para descargar los contenedores. Son grúas de hasta 80 metros, que, sin embargo, se están quedando cortas.
“No se está pensando en las necesidades del Puerto. Operamos con grúas de 80 metros, y estamos negociando que puedan ser de 90 metros, con las autoridades competentes en tráfico aéreo. Los contenedores se apilan cada vez con más altura, los buques son más grandes. Existe un proceso de gigantismo en el sector para ganar competitividad. Y con la ampliación del aeropuerto se podría poner en peligro la operatividad en el puerto”, señala Salvadó, en relación a la posible ampliación de El Prat en dirección a La Ricarda, que es, casi, la única alternativa posible, y que estrecharía al Port de Barcelona.
En el proyecto de Aena se apuesta por esa posibilidad, con importantes compensaciones medioambientales. También en la propuesta que lanzó Foment del Treball, a través de una comisión de expertos. De hecho, Salvadó envió una carta a Foment quejándose de ello, aunque se refería al proyecto de una pista sobre el mar, sujetada por pilones, y también en dirección a La Ricarda. Salvadó, en una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, ha reiterado que no se puede “poner en peligro” el Port de Barcelona, y que no hay mucho espacio entre el Puerto, el aeropuerto y ese ecosistema medioambiental que se desea preservar en el Delta del Llobregat.
La posición de Aena y el Port
Sin embargo, no es esa la visión de otros expertos. En un debate organizado en Metrópoli, Ferran Plana, piloto de vuelo, señalaba que esa cuestión no es ni debe ser determinante. “Es otro mito”, señaló en el debate, al incidir en que ciudades “como Génova tienen, precisamente, el aeropuerto dentro del Puerto”. Por tanto, para él, las grúas no serían un factor decisivo.
Lluís Salvadó, en todo caso, insiste en que el Port de Barcelona no debe verse condicionado, y que los únicos que deben pronunciarse sobre esa ampliación de El Prat –con un proyecto de 1.700 millones que sigue teniendo Aena sobre la mesa—son “los que saben”. Para Salvadó, admitiendo que Aena hizo un trabajo en profundidad, no se puede presentar ninguna ampliación de El Prat sin pactarlo también con el Port. “En el caso de Aena no se consultó nada con el puerto”, remacha.
La cuestión de los cruceristas
Otra de las cuestiones que preocupan a Salvadó es la relacionada con los cruceros. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, desea limitar el número de cruceristas, por el impacto que genera en la ciudad. Barcelona se ha convertido en uno de los destinos más importantes del mundo para ese tipo de viajes. Al margen de las declaraciones de intenciones, el presidente del Port recuerda que existe un acuerdo previo con el Ayuntamiento. Y lo firmó, precisamente, la exalcaldesa Ada Colau, con el objetivo de reducir el número de cruceros.
“Hay un acuerdo con el Ayuntamiento, firmado en 2018, que se debe cumplir. De hecho, no se podrá ejecutar en toda su integridad, hasta 2037. Se redujeron de nueve a siete terminales, y éstas se llevaron hacia el sur unos tres kilómetros para reducir las emisiones. Es una inversión de 300 millones de euros, de los que la mitad es inversión privada y la otra mitad pública. Y es verdad que puede haber una reflexión, y que ya se está trabajando para que los cruceros sean de destino, y no de tránsito, donde los cruceristas pasan sólo unas horas en la ciudad y vuelven al barco, pero los acuerdos están para cumplirlos”, asegura, tras recordar que los cruceristas “representan sólo el 4% del turismo total que llega a la ciudad, y eso hay que tenerlo presente”.
La necesidad del Bus Nàutic
Salvadó destaca el nuevo servicio del Port, el Bus Nàutic, que se acaba de inaugurar, y que conecta Drassanes y Llevant. Aunque es para todos los públicos, el presidente del Port destaca que se beneficiarán los trabajadores de la infraestructura, y es que trabajan hasta 3.400 personas. Se mejorará, por tanto, la movilidad del Port Vell, teniendo en cuenta que no es un servicio pensado para el turismo y que no se debe confundir con el servicio turístico de las Golondrinas.
Pero, ¿qué sucederá con la Copa América? El Port de Barcelona será el escenario de una competición deportiva que es una de las más seguidas del mundo. Salvadó señala que la Copa América ha servido para acelerar la transformación del Port, con un Port Vell que debe atraer en los próximos años a un público local, además de a los turistas. “Hemos ido acercando el Port al público, con iniciativas como las ferias de Navidad. Hasta un millón de personas han participado”.
El evento, sin embargo, tendrá una repercusión muy grande, según Salvadó, sobre un público que valora el alto valor añadido. Se trata de un intangible, a su juicio, que colocará Barcelona entre un target privilegiado. Sin embargo, por ahora, no se ha generado un gran movimiento de posibles turistas. “Eso puede llegar cuando se acerque el momento de la competición”, concluye Lluís Salvadó.