La estación de Sants, colapsada por el aumento de viajeros a la espera de su ampliación
Barcelona afronta un verano récord en movilidad, no sólo en el Aeropuerto o el Port. La entrada de compañías 'low cost' ha disparado el número de pasajeros de tren en la estación barcelonesa, que podría llegar a los 75 millones en 2030
4 agosto, 2024 23:30Son las ocho de la tarde. Hora punta en la estación de Sants. Una larga cola de pasajeros espera en la puerta de acceso de la vía uno para poder subirse al tren dirección Madrid. La cola serpentea hasta solaparse con otro tumulto de gente, que espera en la puerta de acceso de la vía cuatro para coger el Avant hacia Lleida. Más allá esperan los que tienen un viaje más largo hasta llegar a Málaga. Cuesta encontrar un asiento libre, e incluso hay algunos que se sientan encima de su maleta mientras esperan para embarcar.
La situación de colapso es visible en el vestíbulo de la estación, un espacio incapaz de absorber el aumento de pasajeros que optan por viajar en tren. En sólo un día pueden llegar a salir más de 30 trenes con destino la capital española, algunos con apenas 20 minutos de diferencia.
75 millones de pasajeros en 2030
Barcelona afronta un verano de récord en la movilidad, pero no sólo en el Aeropuerto o en el Port. El incesante aumento de viajeros también pone en jaque la capacidad de la estación. Sants se construyó en los años setenta y está a punto de rozar los 50 millones de viajeros. Según las previsiones de Adif, se estima que registrará cerca de 75 millones en 2030, lo que supondría un aumento del 55% respecto a cifras prepandemia.
La entrada de empresas low cost como Ouigo e Iryo ha disparado el número de pasajeros que apuestan por los trenes de alta velocidad. Pero las largas colas de pasajeros también se aprecian en los andenes de Rodalies. A pesar del cúmulo de incidencias, Rodalies cerró 2023 con 120 millones de viajeros, la cifra más alta desde 2006.
La estación de Sants se ha quedado pequeña y las administraciones competentes son conscientes de la necesidad de ampliar la infraestructura. A la espera de la finalización de las obras de la Sagrera que darán algo de oxígeno, el administrador de infraestructuras ferroviarias avanza en la transformación de la estación, donde confluyen todas las líneas de cercanías de Barcelona, las de media distancia y la alta velocidad.
El proyecto de la futura estación se presentó hace un año y medio, pero no ha sido hasta ahora que se han puesto las pilas. En abril, el Ministerio de Transportes sacó a concurso la primera fase de las obras de ampliación con una inversión de 175 millones de euros.
Más espacio para pasajeros
El primer paquete del proyecto incluye el crecimiento de un 30% de la estación por el lado de la plaza Països Catalans, con tres plantas superiores donde se ubicará una zona de embarque y acceso directo a los andenes y nuevas salas de espera para viajeros de alta velocidad para “responder al incremento de viajeros presente y futuro”, reconoce Adif. También se prevé una actuación para mejorar los accesos a Rodalies, construyendo un nuevo acceso desde la plaza al vestíbulo que organizará los flujos de salidas.
La futura estación de Sants dispondrá de más espacio para el viajero, ya que el vestíbulo del servicio de alta velocidad pasará de 3.700 a 10.220 metros cuadrados y el de Rodalies de 2.600 a 4.400 metros cuadrados.
La Sagrera, a la espera de ser una realidad
Sants no da mucho más de sí y el problema no se solventará hasta que no esté lista la estación de La Sagrera, la verdadera solución al problema. Aunque todavía no hay fecha de inauguración, se espera que a finales de este año estén listas las vías de la zona técnica de tratamiento de trenes, fundamentales para mejorar la optimización de la circulación de alta velocidad y que ayudaría a descongestionar Sants. Actualmente, los trenes ocupan una vía durante 45 minutos para poner a punto el convoy cuando se disponen a reanudar el servicio, según Adif.
También, y si nada lo evita, en 2024, los trenes de alta velocidad que ahora circulan por el exterior lo harán por el interior. Y a finales de 2025, los AVE y demás compañías ya usarán los dos ramales de entrada y salida, de manera que estará acabada toda la configuración ferroviaria. Sin embargo, aunque los trenes transitarán por la Sagrera, no lo podrán hacer los pasajeros, que deberán esperar a que se ejecute la obra de arquitectura y acabados.
Aunque se desconoce la fecha de finalización de las obras, sí se conocen detalles importantes, como su capacidad para albergar a 100 millones de pasajeros al año en una superficie de más de 250.000 metros cuadrados. La estación estará estructurada en tres niveles. En el superior se ubicarán las áreas de alta velocidad y autobuses, con ocho vías destinadas a trenes de alta velocidad. Más abajo se encontrarán los de Rodalies y el metro. En un nivel intermedio albergará un amplio vestíbulo con zonas comerciales y acceso directo a los diferentes medios de transporte.