Miquel Nadal: “Un gobierno metropolitano de Barcelona permitiría una mayor cohesión social”
El director general del Círculo de Economía reclama que los beneficios del sector turístico repercutan también en el conjunto de la ciudad
21 septiembre, 2024 12:04Es el momento. Las circunstancias llevan a ello, porque los problemas exigen respuestas diferentes a las que se han dado hasta ahora. El Círculo de Economía ha querido entrar de lleno en el debate sobre la gobernabilidad metropolitana de Barcelona. El lobby empresarial ha elaborado un documento con un claro propósito: empujar para lograr un gobierno metropolitano, la Barcelona de los 5,2 millones de habitantes. El director general del Círculo de Economía, Miquel Nadal, asegura que se trata de una auténtica necesidad: “Un gobierno metropolitano de Barcelona permitiría una mayor cohesión social”.
La posibilidad de intervenir en el territorio, para resolver cuestiones como la vivienda, la movilidad, la sostenibilidad o todo lo que plantea el cambio climático, llevaría a una "reducción de las desigualdades, que las hay y son importantes" en esa Gran Barcelona, a juicio de Nadal.
Se trata de un cambio de tercio, de una apuesta rotunda por parte de una institución que lleva toda su vida apostando por la modernización de las estructuras administrativas, económicas y sociales de Catalunya y del conjunto de España. Bajo la presidencia de Jaume Guardiola, y con Miquel Nadal como director general, el Círculo de Economía cree que ahora es el momento de "un gobierno metropolitano".
Cesión de competencias
Nadal señala, en una entrevista en el programa Converses de la Cadena Cope, con la participación de Metrópoli, que el momento "es propicio". La razón es que "se inicia una nueva legislatura en Catalunya, y se ha asumido que se debe dar una respuesta distinta, que no sea una suma cero, sino que beneficie al conjunto de los actores". Es decir, un gobierno metropolitano que ayude a los municipios, y, por tanto, "al conjunto de los ciudadanos" de todo ese territorio. En los municipios metropolitanos y en la Generalitat, además, gobierna un partido proclive a ello, el PSC.
El Circulo de Economía se ha movido en esa dirección, y llega después de que el alcalde Jaume Collboni lanzara la idea, en el auditorio de Foment del Treball, de ampliar el órgano supramunicipal del AMB. El Área Metropolitana de Barcelona integra a 36 municipios, y se constituyó en 2010, después de que Jordi Pujol hubiera dejado sin efecto, en 1985, lo que fue la Corporación Metropolitana de Barcelona. Para Collboni se deberían sumar más municipios de áreas como el Vallès Occidental y Oriental, y asumir más competencias. "Deberían ceder tanto el gobierno de la Generalitat, como los propios municipios, y también el gobierno central", aseguró en Foment.
¿Un superalcalde?
Nadal toma la palabra de Collboni. Para el director general del Círculo de Economía "no se trata de crear más administraciones, sino de simplificar, y superar los recelos de los ayuntamientos. Tanto la Generalitat como la Diputación de Barcelona y los ayuntamientos deberían ceder competencias, de la misma manera que los países lo han hecho respecto a la Unión Europea. No se trata de una suma cero, sino de un esfuerzo que genere beneficios para todos". Pero, ¿cómo se puede establecer ese objetivo?
El ex secretario de Estado de Exteriores, --en la etapa de Josep Piqué como ministro de Exteriores-- cree que se debe establecer "un proceso, un camino, sin una receta determinada, porque lo primero es establecer qué territorio se puede abarcar, qué competencias y qué financiación puede tener". La idea es generar oportunidades, "mejorar la cohesión social, frente al aumento de desigualdades", para un territorio de 5,2 millones de habitantes que es hoy la séptima región económica en Europa.
¿Y quién gobernaría? Ahora el AMB lo preside el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, con un vicepresidente ejecutivo, que es Antonio Balmón, alcalde de Cornellà. Balmón se ha mostrado muy prudente con la idea de Collboni, y entiende que lo primer es "aprovechar bien" las competencias que ya tiene el organismo supramunicipal, en cuestiones como la vivienda o el medio ambiente. Sin embargo, a juicio de Nadal, es necesario "acelerar". En el horizonte está la posibilidad de elegir un superalcalde, como ya sucede en el Londres, con el denominado Gran Londres. "Ahora la elección del AMB es indirecta, a partir de las elecciones municipales, y se podría ir a una elección directa, pero en estos momentos eso no es lo importante. Es el camino, el hecho de comenzar a dibujar esa posibilidad, con el convencimiento de que puede ser mejor para todos".
Aumento tasas turísticas
Miquel Nadal considera que uno de los principales problemas es la vivienda, y que para solventarlo es necesario "generar más oferta, con una población que ha ido en aumento". La idea de construir vivienda pública en esa área metropolitana es una posibilidad, pero también la de generar "a corto plazo" oferta a partir de "incentivos" para que los propietarios de inmuebles los introduzcan en el mercado de alquiler. "Creo que hay pocos incentivos para aumentar esa oferta de alquiler y ahí hay camino para trabajar", señala.
Pero, ¿cómo incide el turismo en todo ello? En la ciudad de Barcelona el turismo representa el 14% del PIB, un peso muy notable. El director general del Círculo de Economía considera que el turismo "ha ayudado mucho a la ciudad y ha sido vital en todo el periodo de crisis económica, la que se inició en 2007-2008". Pero ese turismo, que ahora “genera importantes ganancias en el sector hotelero”, debería regularse con precisión. Nadal considera que “la riqueza que genera en el sector privado debería compartirse para el sector público, para el conjunto de la ciudad”.
¿Solución? Lo que apunta Nadal es que esa regulación podría llegar a partir de una incidencia mayor por parte del Ayuntamiento y de la Generalitat, con el aumento de “las tasas turísticas”. Si se quiere un turismo de mayor calidad, a partir de los establecimientos hoteleros, y una vez se ha decidido clausurar los pisos turísticos, Nadal considera que la tasa turística podría servir como filtro, y, además, podría generar ingresos para la ciudad con el objeto de asegurar esa “mayor cohesión social”.