La vivienda, el talón de Aquiles de las grandes ciudades y metrópolis europeas. Barcelona adolece de un gran déficit de vivienda pública con el que hacer frente a los, cada vez de forma más frecuente, desproporcionados precios para el alquiler de inmuebles.

La edificación de un parque público de vivienda que garantice a las clases medias y trabajadoras el acceso a un hogar sin que ello suponga el llegar ahogados a final de mes se ha convertido en una de las principales urgencias de las instituciones, como la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, el AMB o la Diputación.

Pero, ¿cómo percibe la ciudadanía una problemática que ha llevado cada vez más a los jóvenes a dejar la capital catalana para buscar un piso fuera de la ciudad en la que crecieron?

Un acceso difícil

Según una encuesta elaborada por EM-Analytics para GMG, --el grupo de medios donde se integran Crónica Global y Metrópoli-- los resultados son abrumadores. El 71% de los encuestados han percibido dificultades para encontrar vivienda, frente a un 29% que no. Desgranando por la opción política votada en las últimas elecciones, los votantes del PSC se dividen entre un 29,7% que no han visto dificultades frente a un 70,1% que sí.

En Comú Podem son los que más destacan dicha dificultad. En este caso, el 14,3% no percibieron dificultades frente a un abrumador 85,7%, que sí las percibieron. En el caso de ERC, un 50% no las experimentaron frente a otro 50% que sí. En el caso de los votantes de Junts, con un 33,3% que no han experimentado dificultades, frente a un 66,7% que sí.

Fotograma de la encuesta sobre la vivienda en Barcelona METRÓPOLI

Vivienda cara

Si bien el acceso en sí es un problema, también lo es el precio de la misma en un mercado del alquiler cada vez más saturado. De hecho, la media de interesados por piso asciende hasta 31 personas por inmueble ofertado. Estas colas, por otra parte, chocan con el hecho de que Barcelona es ya la ciudad más cara para alquilar un piso en España, con un precio medio de 1.600 euros al mes.

A la pregunta de si es están a favor de regular los precios del alquiler, un 60,9% de los encuestados han respondido 'sí', frente a un 39,9% que se ha mostrado en contra. Esta diferencia aumenta en el caso del perfil votante del PSC, donde un 81,3% de los votantes se ha mostrado a favor respecto al 18,7%, que permanece en contra. La diferencia crece en el caso de los comunes, con un 93,5% a favor y un 6,5% en contra. Los votantes de Junts consultados abogan en un 83,3% por la regulación frente 16,7% que se muestra en contra. Los republicanos de ERC abogan en un 75% por la regulación, mientras que el 25% se posicionan por el 'no'.

Fotograma de la encuesta sobre la vivienda METRÓPOLI

Los pisos turísticos: ¿un problema en las comunidades?

A los altos precios y la falta de vivienda, se suma también la presencia de pisos turísticos en la ciudad. El Ayuntamiento de Barcelona ya ha tomado medidas y, para finales de 2028, se espera la prohibición del sector en la capital catalana. ¿Son este tipo de inmuebles un problema? Así lo ha plasmado el 74,1% de los encuestados.

El 85,7% de los votantes con perfil socialista considera que sí, frente a un 14,3% piensa que no. En el caso de los votantes de los comunes, el 92,2% se inclina por el 'sí', mientras que el 7,8% piensa que no. Desde el electorado de Junts, el 33,3% de los encuestados considera que no son un problema en su comunidad, frente a un 66,6% que sí lo cree. En el caso de ERC, el 87,5% de los consultados cree que estos inmuebles son problemáticos, frente a un 12,5% que cree que no.

Fotograma de la encuesta sobre la vivienda en Barcelona METRÓPOLI

Expats: gentrificación e integración

Y la guinda del pastel que ha saltado en los últimos meses a la palestra mediática son los expatsperfiles de extranjeros, mayoritariamente jóvenes y de alto poder adquisitivo, que se han instalado en Barcelona, atraídos por el clima y la oferta de ocio, gastronómica y cultural. Con su irrupción en el mercado inmobiliario han contribuido al auge de los precios en el mercado inmobiliario, pero también a la gentrificación de los barrios de la ciudad. Pero hay un elemento más, y es que se trata de un sector que no ha llegado a integrarse en la sociedad barcelonesa y catalana. Así lo consideran el 70,7% de los encuestados, frente a un 29,3%, que piensan que sí están bien integrados en la vida social y cultural de las comunidades en las que habitan.

Desgranando los datos por las opciones políticas más votadas, las personas afines al PSC opinan, en un 56% que los expats no se han integrado frente a un 44% que cree que sí. Los votantes de En Comú Podem se decantan en un 64,9% por el 'no' frente a un 35,1% que apuestan por el 'sí'. En los perfiles afines a ERC la percepción de la integración de los expats se reparte entre el sí y el no en un 50-50% y, en el de Junts, el 66,7% considera que no se integran frente a un 33,3% que cree que sí lo hacen.

Fotograma de la encuesta sobre la vivienda en Barcelona METRÓPOLI