Poble Espanyol de Montjüic

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Economía

Poble Espanyol de Montjuïc: del declive público al auge privado

El recinto monumental es una concesión administrativa explotada por el acaudalado empresario barcelonés Jorge Campins

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Poble Espanyol de Montjuïc acogió el pasado año a 1,4 millones de visitantes y facturó 8,2 millones de euros, esta última cifra con alza del 26%. Las cuentas se rubricaron con un beneficio neto de 1 millón, similar al del ejercicio anterior.

La empresa solo registró números rojos en los últimos tiempos durante el aciago ejercicio del Covid de 2020, debido al cierre forzoso decretado por las autoridades.

El enclave alberga 117 edificios y réplicas arquitectónicas a escala real de municipios de la geografía española. Cada día una veintena de artesanos muestra el proceso de elaboración de sus productos. Asimismo, se celebran espectáculos audiovisuales y conciertos musicales en directo.

Un siglo de andadura

La historia del Poble Espanyol es casi centenaria. Abrió sus portones en 1929 con motivo de la Exposición Universal que ese año tuvo lugar en Barcelona. Se preveía que una vez concluidos los fastos, el conjunto se derribaría por completo. Pero las fuerzas vivas de la ciudad protestaron y consiguieron que se mantuviese en pie.

Acceso al Poble Espanyol de Barcelona

Acceso al Poble Espanyol de Barcelona AJ BCN

Durante la Guerra Civil, el Gobierno republicano se incautó del parque monumental. Lo utilizó como campo de concentración y checa para torturar a los presos políticos. Tras el final de la contienda, el régimen franquista lo empleó para difundir mensajes propagandísticos.

Del regazo público al privado

El Poble Espanyol, que era de titularidad municipal, fue de mal en peor durante décadas y arrojó pérdidas sin cuento al consistorio.

En 1986, el alcalde Pasqual Maragall se sacudió de encima el “muerto” y traspasó la gestión al sector privado.

Un grupo de promotores locales aprovechó la oportunidad y se hizo con la concesión administrativa. Acto seguido invirtió fuertes sumas en la recuperación arquitectónica de los edificios originales, que estaban muy deteriorados por la falta de mantenimiento.

Nuevas dependencias

Durante esa época se inauguró una zona de ocio, otra gastronómica, así como varios servicios. Además se ampliaron los horarios con la instauración de la oferta nocturna.

Las actuaciones realizadas doblaron la afluencia de clientes hasta rebasar un millón anual. Pero las pérdidas continuaron a la orden del día.

Magnate hotelero

Poble Espanyol estuvo liderado muchos años por el empresario hotelero Clemente Guitart, fundador de la cadena Guitart Hotels.

En 1996, cansado de soportar los quebrantos, decidió no aportar más recursos y Poble Espanyol entró en suspensión de pagos.

Nuevos inversores

El financiero Joaquín Frigola aprovechó la oportunidad para tomar el control. Entre otras iniciativas, pactó con el ayuntamiento extender la concesión hasta 2036.

A cambio se comprometió a realizar varias reformas que relanzasen las instalaciones. Con su impulso económico, el conjunto histórico resaltó los valores arquitectónicos, la artesanía y el arte contemporáneo.

Relevo de postín

En 2017, cedió la presidencia de Poble Espanyol de Montjuïc al pudiente empresario Jorge Campins, propietario en última instancia de la concesión hasta 2036.

Campins está casado con Elena Daurella de Aguilera, hija del veterano prócer Francisco Daurella y prima hermana de Sol Daurella, presidenta y principal socia del coloso transoceánico Coca-Cola Europacific Partners.

Galería de arte

El Poble Espanyol acoge desde hace un cuarto de siglo una relevante exposición pictórica. Se trata del Museo Fran Daurel, pseudónimo de Francisco Daurella.

La pinacoteca cedida por este patricio alberga su valiosa colección de arte contemporáneo, que incluye obras de artistas como Eduardo Chillida, Salvador Dalí, Joan Miró, Pablo Picasso y Antoni Tàpies.