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La construcción es una de las patas más importantes para compensar el gran déficit del parque de viviendas, una tarea que las administraciones deben completar a contrarreloj. En este sentido, Barcelona es una de las pocas ciudades que ha traído a España un método extendido por Europa mucho más ágil y que abarata los costes: la producción industrializada.

Los 45 pisos sociales de la calle del Marroc, en el distrito de Sant Martí, se levantaron en tan solo cuatro semanas. Los 40 alojamientos públicos de la avenida Carrilet, en Sants-Montjuïc, en diez días ¿Cómo es posible?

“La gracia es que mientras se empiezan a hacer los cimientos de la planta baja, se construyen en fábrica al mismo tiempo los módulos que se convertirán en el resto de plantas”, apunta el arquitecto y fundador del estudio Vivas Arquitectos, César Vivas, quien también ha participado en los proyectos de las promociones mencionadas.

Construcción simultánea

El sistema industrializado trabajaba de manera simultánea los materiales off site (en fábrica) y on site (en el terreno), lo que optimiza mucho más los tiempos que en una construcción convencional.

“Los módulos vienen con la fachada y las ventanas acabadas, incluso con las piezas de la cocina y los baños terminados. Luego solo queda ensamblarlo y finalizar los trabajos de las instalaciones, el sello de juntas y rematar la obra”, explica Vivas.

Vivienda industrializada de la calle Marruecos, 180, de Barcelona José Hevia (Cedida)

Cómo son los pisos industrializados

En el caso de las viviendas de la calle del Marroc, se tardó un año en construir y levantar los 104 módulos de hormigón que conforman el edificio de ocho plantas y una planta baja, la mitad de lo que es habitual.

Los pisos de esta promoción están compuestos por dos módulos tridimensionales: uno que contiene el acceso, la cocina y el salón; y otro con dos habitaciones y un baño en el centro.

“Son pisos pensados para tres o cuatro personas y tienen una superficie de máximo 60 metros cuadrados”, afirma el arquitecto.

Pisos industralizados de la calle del Marroc de Barcelona Ayuntamiento de Barcelona

Vivas asegura que son apartamentos con piezas que tienen dimensiones parecidas, lo que las hace muy “intercambiables”. Un dormitorio, por ejemplo, puede convertirse en un estudio fácilmente.

Además, los pisos se construyen bajo una nueva premisa ajustada a la sociedad de hoy en día: la cocina en el centro.

“Las familias ya no se reúnen en el salón para mirar la televisión, porque cada uno tiene un dispositivo tecnológico. El núcleo familiar es ahora el de una cocina, normalmente abierta, en la que participan todos los integrantes”, argumenta el arquitecto.

Mejor calidad y más barato

Vivas destaca que el sistema industrializado es más barato en tanto que lleva menos tiempo que una obra tradicional. Además, las condiciones de trabajo son más seguras y se trabaja con más precisión en la fábrica.

Además, los edificios industrializados también están obligados a cumplir con normativas antisísmicas, de acústica, contra incendios… “Es una estructura muy sólida”, aclara el arquitecto.

Pisos industralizados de la calle del Marroc de Barcelona Ayuntamiento de Barcelona

400 pisos públicos industrializados

Hasta el momento, Barcelona ha construido entre 300 y 400 viviendas sociales con el sistema modular industrializado y tridimensional.

Además de los de la calle del Marroc, hay otras siete promociones en los distritos de Sant Andreu y Sant Martí, así como un bloque de la gran promoción de vivienda pública en la Illa Glòries.

El resto de los edificios industrializados, que son a base de estructuras de madera u hormigón, se ubican en la calle de Pallars, la calle de Lola Iturbe Arizcuren, la calle Víctor Colomer y la calle de Fernando Pessoa.

“El sistema prefabricado e industrializado no es completamente nuevo, pero es innovador verlo en promociones de vivienda pública”, explica Vivas.

El de la calle del Marroc, de hecho, fue el edifico más alto del país construido con este sistema.

Dinamizar la industria

Catalunya y el País Vasco es donde se promocionan más este tipo de proyectos, pero llegará al resto de España en cuestión de tiempo”, explica Vivas.

Según el arquitecto, una vez se extienda el modelo, se dinamizará la red industrial y se abaratarán más los costes.

Viviendas protegidas de la Illa Glòries Ayuntamiento de Barcelona

Agilizar los trámites

“Ahora bien, tampoco es la panacea. El problema es que tenemos que hacer mucha vivienda y muy rápido, pero eso tiene que ir acompañado de una agilidad en los procesos administrativos”, defiende Vivas.

Para el arquitecto, no tiene sentido que redacten un proyecto en dos o tres meses si luego se tardan meses en conseguir una licencia urbanística. “Las licitaciones de proyectos y los concursos también son lentos”, lamenta.

El sistema industrializado “es el futuro”, asegura, pero es prioritario que todos los actores involucrados “remen en la misma dirección”.

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