"En el futuro inmediato del barrio de Sant Antoni Colau no nos va a permitir tomar una horchata, no podremos ir al gimnasio, no podremos ir de tapas, pero sí se podrán fumar porros en el barrio de Sant Antoni". La frase la ha pronunciado este viernes en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona el regidor del PP Alberto Villagrasa.
Antes de pronunciar esta sentencia, Villagrasa ya ha anunciado que iba a tirar de "populismo". "Haré lo que hacen ustedes, que lo saben hacer muy bien, utilizar el populismo", ha explicado el regidor del PP, que ha criticado duramente el nuevo plan de usos del barrio de Sant Antoni, aprobado este viernes y que limita la apertura de nuevos gimnasios, restaurantes, bares, tiendas de degustación, autoservicios, horchaterías, bodegas, locales musicales o de alquiler de vehículos.
La medida se ha aprobado a instancias de las demandas de entidades del barrio, que con la reapertura del Mercado de Sant Antoni temen que se incremente el proceso de gentrificación. También se intenta evitar la expulsión de los negocios tradicionales del barrio y mantener cierto equilibrio en la oferta.
La prohibición de abrir estos negocios se aplicará en todo el barrio a excepción de las fincas con fachada en la avenida del Paral·lel y a la Gran Via, puntos que están regulados por otras normativas, con excepción de las islas de las calles del Parlament y de Viladomat.
La medida ya fue aprobada en comisión municipal en febrero de este año y este viernes ha sido refrendad por el pleno del Ayuntamiento de Barcelona.