El solar que el Patronato de la Sagrada Família compró a la Sociedad General de Aguas de Barcelona en la calle de Mallorca 424-432 está en obras. El terreno, de unos 5.300 metros cuadrados, es clave dentro de los planes de expansión de la basílica. Los responsables tienen entre ceja y ceja construir una gran escalinata -y un paseo hasta la Diagonal- para acceder a la fachada de la Gloria (en la misma calle de Mallorca) que obligará, en el hipotético caso de que la operación se realice, a derribar edificios y a realojar a unos 3.000 vecinos y comerciantes. El citado espacio podría servir para ello.
Estos días, la actividad es frenética. Los operarios vacían las edificaciones del solar, que antaño sirvieron de garaje y almacenes. "Sacan muchos escombros", dice un vecino. Fuentes de la Sagrada Família se limitan a comentar que los trabajos buscan mantener la propiedad en condiciones óptimas. A su vez, añaden, que se está habilitando un espacio que será cedido al Ayuntamiento para el Agrupament Escolta Antoni Gaudí. El objetivo es que el cau esté listo en verano. Esta información también ha sido confirmada por el consistorio, que sitúa la ocupación más hacia finales del estío. Durante 60 años, el grupo escolta ocupó unos bajos de la Sagrada Família que tuvo que dejar porque allí se hará un museo sobre Gaudí. Su estancia en el solar será provisional, porque en un futuro se instalará en la antigua Fàbrica de Sucre, junto a Glòries. El Ayuntamiento dice que es fruto de un acuerdo a tres bandas.
CUBIERTAS CON AMIANTO
Metrópoli ha preguntado al servicio de prensa de la Sagrada Família sobre los planes futuros del solar, sin obtener respuesta. Tampoco han contestado si está previsto sacar la uralita de las cubiertas. La uralita contiene amianto, uno de los componentes del fibrocemento que si se rompe y se respira puede provocar importantes problemas de salud, como cáncer de pulmón. Su retirada se debería hacer con sumo cuidado y con trajes de protección individual. La Sagrada Família ha dicho que cuenta con la licencia y los permisos necesarios para hacer las intervenciones. Los vecinos con los que ha hablado este medio desconocían por completo que se hará con las cubiertas de amianto, lo que genera preocupación. Tampoco han recibido información sobre el proyecto, aunque confirman que por ahora la uralita no se ha tocado. "El cau podría abrir bajo un techo de uralita", sentencia un residente.
Fuentes del Ayuntamiento de Barcelona, confirman que el Patronato de la Sagrada Família tiene una licencia de obras para unos usos provisionales del citado solar. "La licencia no prevé el derribo de la edificación existente. Tampoco está previsto tocar o sacar las cubiertas de uralita", detalla un portavoz municipal. En concreto, los responsables de la basílica están acondicionando el solar para trasladar allí "espacios y usos" que ya no pueden estar en el recinto eclesiástico por el avance de las obras. El Ayuntamiento se refiere, por ejemplo, al almacenaje de materiales o a pequeños vestidores para los operarios.
Desde el distrito del Eixample se asegura que se mantiene una "comunicación fluida" con el vecindario sobre estas obras y defiende una "política de máxima transparencia ante las inquietudes que genera el amianto entre la ciudadanía". Según el Ayuntamiento, la Sagrada Família ha hecho muestreos y análisis para demostrar con datos que las cubiertas no han sido manipuladas y que no se desprenden fibras de amianto. "Los resultados, cuando estén, se compartirán con los vecinos".
VOCES EN CONTRA DE LA EXPANSIÓN
A los planes de expansión de la Sagrada Família se oponen numerosas voces, entre ellas la de Joan Itxaso, vocal de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente de la asociación de vecinos de la Sagrada Família. El dirigente vecinal sostiene que el Patronato lleva con mucho hermetismo los planes para este solar, que pudo costar en 2019 unos 20 millones de euros, apuntan fuentes cercanas a la operación. La entidad se opone a los planes de expansión de la basílica y ve muy poco probable que las escalinatas hasta la Diagonal se lleguen a materializar.
EN LA SAGRADA FAMÍLIA FALTAN EQUIPAMIENTOS
En cualquier caso, si en algún momento la operación se desencalla, Itxaso recuerda que el solar de la calle de Mallorca es para equipamientos -aunque de aprovechamiento limitado- y que cualquier otro uso que se le quiera dar implicará una modificación urbanística. "En la Sagrada Família faltan muchos equipamientos. Nosotros somos partidarios de hacer un cambio con la Illa Damm y que en el citado solar, en la calle de Rosselló entre Cartagena y Dos de Maig, se hagan los equipamientos, y en la parcela de Mallorca (la que reforma la Sagrada Família), un interior de manzana. Según Itxaso, si se autoriza hacer viviendas en el solar, "podrían quedar dos plazas pequeñas".
Otro que no cree que la expansión de la Sagrada Família hasta Diagonal llegue a ser una realidad es el arquitecto y exconcejal del PSC en el Ayuntamiento Daniel Mòdol. En una entrevista con Metrópoli el pasado febrero, Mòdol se expresaba así: "No me lo imagino y no creo que lo veamos nunca. Pienso, sinceramente, que fuimos poco valientes cuando se tramitó el Plan especial urbanístico. Ésta y otras cuestiones, como el acceso a la fachada principal, deberían haber quedado resueltas. Se ha dejado en el aire que haya una escalinata que vuele por encima de la calle y elimine viviendas. ¿Se imagina eliminando viviendas en la Barcelona actual? No lo veo. No creo que eso ocurra. No sé quién sería capaz de acometerlo".
CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO CONTRA EL PROYECTO
El Plan especial urbanístico al que hace referencia Mòdol fue aprobado por el Ayuntamiento en 2019 y que permite, entre otros aspectos, a la Junta Constructora de la Sagrada Família hacer un gran voladizo, de unos 57 metros de longitud por cinco de ancho, sobre la calle de Mallorca, un paso necesario para construir las futuras escalinatas y que obligarían a tirar al suelo inmuebles con viviendas y negocios, dos manzanas en total. El Plan especial por ahora está judicializado. La plataforma de afectados por las obras, formada por vecinos y comerciantes, presentó un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), que tendrá la última palabra sobre el proyecto.
El recurso fue presentado en septiembre de 2019, pero de momento no hay novedad ni un calendario de la sentencia. Son procesos muy largos, un ir y venir de expedientes, subrayan fuentes del TSJC. El abogado y vecino Salvador Barroso, de la plataforma de afectados, explica que el recurso se ha ampliado a la Generalitat. "El procedimiento está en marcha. De momento, que yo sepa, no ha habido respuesta ni del Ayuntamiento ni de la Sagrada Família.
El Plan especial fue aprobado en el pleno de febrero de 2019, tres meses antes de las elecciones municipales, con los votos a favor de Barcelona en Comú, PDeCAT, Ciutadans y PP. La CUP y el PSC, ahora en el gobierno de la ciudad, se posicionaron en contra. "Facilita la vida al privado y no resuelve los problemas de los vecinos", argumenta Mòdol, por entonces concejal socialista. El Plan especial permite el voladizo en la calle de Mallorca pero no concreta cómo se accede a la puerta principal del templo. Mòdol recuerda que la Sagrada Família tiene muy poco de Gaudí. "Solo está protegida la fachada de la Passió. El resto no tiene ningún valor".
COMISIÓN DE TRABAJO
El Plan especial urbanístico también permitió regularizar las obras de la basílica tras más de 130 años y el pago de la correspondiente licencia de obras. El acuerdo con el Ayuntamiento también contempla que la Sagrada Família aportará 36 millones de euros a la ciudad "para financiar los gastos municipales que generan sus actividades", dijo el Ayuntamiento en 2019. Este acuerdo no incluía "la continuidad del proyecto con la escalinata de acceso a la fachada de la Gloria por la calle de Mallorca". El consistorio, además, tenía previsto promover una comisión de trabajo para estudiar y abrir el debate para valorar las posibles soluciones para finalizar el proyecto de Gaudí.
Barroso se muestra muy crítico con los planes de expansión de la Sagrada Família. "La famosa escalinata no es de Gaudí. Me quieren echar de mi casa para hacer un Disneylandia, y quieren que sea el resto de ciudadanos de Barcelona quienes lo paguen. En mi edificio no me consta ninguna afectación. Vas al Registro de la Propiedad y no sale". Para Barroso, en caso de hacerse la escalinata, las indemnizaciones se tienen que pagar a precio de mercado.