El debate previsto este miércoles en la ronda de Sant Antoni con todos los grupos municipales para tratar el proyecto definitivo de reurbanización de la artería, que mantiene dividido al gobierno de la ciudad, Barcelona en Comú y PSC. La reunión se ha cancelado a última hora y por sorpresa. Cuando Metrópoli informó de ello, todas las formaciones confirmaron su asistencia salvo los comunes, lo que ya viene a decir que no les entusiasmaba la idea.
En un escueto comunicado, la Plataforma d'Afectats per la Llosa de Sant Antoni, subraya que están en "negociación con las entidades y asociaciones de los barrios de Sant Antoni y Raval" y considera que "hacer el debate podría poner en riesgo las negociaciones". La noticia ha cogido a contrapié al resto de formaciones municipales. De hecho, la propia plataforma de vecinos y comerciantes había publicado el Twitter el cartel del acto.
Fuentes de la plataforma han explicado que quieren llegar a un acuerdo y buscar un consenso definitivo para el proyecto, de ahí que hayan desconvocado el debate, al que Barcelona en Comú no iba a ir, como gesto de buena voluntad. Pero aclaran que no es una "carta en blanco". Las mismas fuentes reconocen que el proyecto que ellos quieren, el de 2018, es "inviable" porque los comunes no lo aceptan.
CUATRO AÑOS DE DEJADEZ
La ronda de Sant Antoni acumula cuatro años de dejadez. En mayo de 2018, tras la inauguración del nuevo mercado de Sant Antoni, se tenía que haber sacado la losa que durante años había albergado las carpas provisonales de los comerciantes mientras se reformaba el histórico mercado. Desde entonces, la ronda es una calle sinónimo de incivismo, peleas y trapicheo de drogas. Desde finales de 2019, además, la vía ha sido el foco principal del mercado de la miseria, una especie de top manta de productos sacados de los contenedores,
El pasado verano, vecinos y comerciantes, hartos, se empezaron a movilizar hartos de tanto vandalismo e inseguridad. Meses después montaron la citada plataforma e iniciaron conversaciones con los distintos grupos municipales para quitar la losa -algo que está previsto hacer en noviembre- y reurbanizar la calle. Ellos defienden que sea con el proyecto de 2018, que llegó a ser licitado y que fue anulado en medio de una oleada de recortes por el gobierno de Ada Colau.
APROBACIÓN MASIVA DEL PLENO
La retirada de la losa y la reurbanización de la calle ha llegado varIas veces a pleno. La última vez fue en abril de 2022 a través de Ciutadans. 31 de los 41 concejales, todos menos Barcelona en Comú, votaron a favor de que la reforma sea la de 2018. Ésta plantea un carril por sentido de circulación para buses y taxis, un carril bici bidireccional en el centro, aceras de 8,2 metros por lado y más árboles. Esta opción también propone un carril de carga y descarga y de servicios junto al Raval. Por cierto, esta remodelación fue impulsada por Barclona en Comú y consensuada con vecinos y comerciantes.
Sin embargo, los comunes ahora no ven bien este proyecto y quieren que la calle esté más pacificada. Los otras dos propuestas que ha puesto sobre la mesa la teniente de alcaldía de Urbanismo y Ecología Urbana, Janet Sanz, son éstas: uno defiende una vía todavía con menos circulación, con un único carril de circulación en sentido de bajada, es decir desde la plaza de la Universitat hasta el mercado de Sant Antoni, un carril bici bidireccional en el centro, un carril de servicios y de carga y descarga en el lado del Eixample, aceras más anchas (hasta 11 metros en el lado del Raval) y más verde. Y un tercero quiere convertir la ronda de Sant Antoni en una calle totalmente peatonal, sin ningún tipo de circulación, con una plataforma única de 30 metros de largo y zonas verdes.
EXALTOS CARGOS DE LOS COMUNES SE METEN DE POR MEDIO
Durante más de dos años, los vecinos de la ronda de Sant Antoni han estado solos en sus reivindaciones. Sin embargo, hace unas pocas semanas, las discrepancias políticas se traladaron a los vecinos. Una serie de entidades (Fem Sant Antoni, Acció Raval y la AVV de Sant Antoni, entre otras) que hasta ahora se habían desatendido de los problemas de la ronda, apuntan fuentes de la plataforma de afectados, hicieron público un manifiesto en el que defienden una ronda lo más pacificada posible. Recuerdan que hace 15 años que en la ronda no hay tráfico y no quieren volver atrás. Estas entidades están apoyadas por exaltos cargos de Barcelona en Comú, como la exregidora de Ciutat Vella, Gala Pin, y el exdirector de alcaldía, Manu Simarro.