Exterior del edificio Estel de Barcelona Barcelona
El Edificio Estel de Barcelona tendrá un gimnasio con spa de 1.700 m² en sus bajos comerciales
La cadena estadounidense de fitness low cost abrirá sus puertas en la antigua sede de Telefónica a mitad de 2026
La cadena estadounidense de gimnasios Planet Fitness elige Sabadell para dar su salto a Europa
El nuevo Edificio Estel de Barcelona, antigua sede de Telefónica, está cada vez más cerca de ser una realidad. Su apertura, prevista para finales de este año, transformará la zona en un nuevo polo de atracción social y empresarial en la ciudad.
Gracias a su estratégica ubicación en la avenida Roma–a tan solo 1,6 kilómetros de la estación de Sants–, este activo inmobiliario se ha convertido en un imán para inversores, consolidándose como uno de los edificios de uso mixto más relevantes de los últimos años en el distrito del Eixample.
El inmueble cuenta con más de 50.000 metros cuadrados de oficinas distribuidos en 14 plantas, con precios que rondan los 20 euros el metro cuadrado, según ha podido saber Metrópoli. Esto indica que el alquiler del espacio más pequeño (1.625 metros cuadrados) se situaría en torno a los 28.000 euros al mes.
Exterior del edificio Estel de Barcelona Barcelona
El edificio también destaca por su área comercial, que suma 1.500 metros cuadrados en planta baja, donde ya se han confirmado las primeras firmas. En total, el complejo tendrá capacidad para acoger hasta 7.000 trabajadores.
Primer club urbano
Una de las incorporaciones de mayor tamaño es Planet Fitness. La cadena estadounidense de gimnasios low cost aterriza por primera vez en Barcelona con una superficie de 1.700 metros cuadrados. Aunque fuentes de la empresa aún no han confirmado la fecha de apertura, todo apunta a que la inauguración será a mediados de 2026.
El nuevo gimnasio estará ubicado en la planta baja inferior e incluirá una área de entrenamiento y un espacio de spa premium, pensado para el bienestar y equipado con camas y sillones de hidromasaje, entre otros.
El más grande hasta la fecha
Planet Fitness no solo desembarca en la capital catalana. También lo hace en Sant Joan Despí, con un gimnasio de 2.500 metros cuadrados, el más grande de la cadena en España hasta la fecha. Estará ubicado en la avenida de Barcelona número 107, una zona con actividad comercial consolidada y buenas conexiones de transporte.
El centro estará equipado con maquinaria de entrenamiento cardiovascular y de fuerza, e incluirá zonas específicas como el spa, además de servicios complementarios como peluquería y barbería.
Render de la peluquería y barbería del Planet Fitness de Sant Joan Despí
Vicente Bañobre, director general de Planet Fitness en España, ha señalado a través de estas nuevas aperturas su “firme apuesta por Catalunya, acercando un modelo de fitness accesible, inclusivo y sin juicios a más personas que nunca”. En 2024, la marca abrió en Sabadell su primer centro de Europa.
Expansión nacional
Estas inauguraciones elevan a 11 el número total de clubes operativos de la marca en España desde su llegada al país en 2023. Se suman, además, a las dos inauguraciones anunciadas recientemente en Madrid, en los barrios de Móstoles y Chamartín. Esta última formará parte del desarrollo urbano de Madrid Nuevo Norte, uno de los principales polos de crecimiento de la capital.
Render de la zona de máquinas del Planet Fitness de Sant Joan Despí
Otras incorporaciones
Entre los futuros inquilinos del Edificio Estel también destacan compañías como el gigante farmacéutico AstraZeneca –que ocupará la mitad del edificio, unos 25.000 metros cuadrados–, Honest Greens –con 410 metros cuadrados– o Casa Carmen, que dispondrá de un espacio de dimensiones similares.
Estas incorporaciones confirman el impacto positivo que tendrá el Edificio Estel en la zona, destacando su atractivo para el sector retail y consolidándose como un punto clave en el mapa comercial y gastronómico de Barcelona.
Pasado del edificio
Por la antigua sede de Telefónica han pasado muchos inquilinos. El fracaso de algunos de ellos es el motivo por el que se conoce el edificio como “maldito”. Todo empezó en 2007, cuando la compañía de telecomunicaciones vendió la sede por 220 millones al fondo de inversión Carlyle, que tenía proyectado un complejo de pisos de lujo. Sin embargo, la crisis financiera de 2008 llevó el fondo a la quiebra.
En 2013 fue el turno de la Sareb. Al año siguiente, pasó a manos del grupo Platinum Estate, que adquirió el edificio por 56 millones para levantar un hotel. Esta vez fue el gobierno de Ada Colau quien entorpeció la operación con la moratoria hotelera. El grupo inversor reaccionó con la proyección de pisos de lujo, que nunca pudieron sacar adelante.
La familia Gidwani también tuvo la idea de construir pisos de lujo. Pero la normativa de Colau del 30 % de reserva protegida para las nuevas promociones de viviendas sepultó el proyecto al fracaso.
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En 2021, la gestora alemana FREO, junto con el fondo global de crédito Bain Capital, adquirió el edificio por 120 millones para destinarlo al alquiler de oficinas. Estas serán comercializadas por las inmobiliarias CBRE y JLL.
