Los estibadores del Puerto de Barcelona no participarán en ninguna operación de avituallamiento para los dos barcos que el Ministerio del Interior ha fletado para alojar a los refuerzos policiales enviados a Catalunya para evitar el referéndum del 1-O. En una asamblea celebrada este jueves, los trabajadores de la Organización de Estibadores Portuarios de Barcelona (OEPB) han decidido mantenerse al margen de la operativa de Interior después de la macrooperación policial del miércoles, que acabó con 14 personas detenidas, una decena de las cuales son altos cargos de la Generalitat.
“No queremos contribuir a este recorte de derechos civiles independientemente de la posición política de cada uno”, ha explicado a Metrópoli Abierta el secretario de los estibadores, Josep Maria Deop. Los trabajadores del puerto no quieren convertirse “en punta de lanza de nada” y aclaran que se ha tomado la decisión por “la excepcionalidad” de la situación vivida en Barcelona. “No queremos que mañana nos toque a nosotros”, ha añadido Deop. “Queremos que se recupere el diálogo y, si eso pasa, no tendremos problema en volver a operar los barcos”.
NO HABRÁ PROBLEMAS DE ABASTECIMIENTO
A pesar de que los estibadores no colaborarán en las operativas de abastecimiento de los dos barcos, el secretario de la OEPB ha matizado que los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil alojados en el puerto no tendrán problemas para el avituallamiento. Simplemente “tendrán que hacerlo ellos mismos”, ya que la ley portuaria ya prevé medidas excepcionales para situaciones en las que están envueltos barcos militarizados o dependientes del Ministerio del Interior.
Los dos barcos atracados en el Puerto de Barcelona son el Rhapsody, un ferry comercial de la naviera italiana Grandi Navi Veloci (GNV), que está en el muelle de Lepanto; y otra embarcación de la compañía Mobyline, que llegó por la tarde con un llamativo estampado de Piolín, el Coyote y el Pato Lucas y que está amarrado en el muelle Príncep d'Espanya. En Tarragona, donde los estibadores también se han negado a operar, hay un tercer barco.