El 'efecto' Colau se desvanece en Barcelona. El carisma y el tirón mediático de la alcaldesa no se han traducido en un aumento de votos ni en su ciudad. Los comuns, liderados por Xavier Domènech, han obtenido 85.239 votos en la capital catalana, 602 menos de los que lograron en las autonómicas de hace dos años. Entonces, bajo el nombre de Catalunya Sí Que Es Pot y encabezados por Lluís Rabell, acapararon 85.841. Entonces, Colau llevaba sólo dos meses mandando en el Ayuntamiento y no participó en la campaña. Ahora, dos años después, su obra municipal no ha tenido ninguna repercusión en estas elecciones. Tampoco su activa participación en numerosos actos ha servido para impulsar a Domènech.
Los comuns han sido en estos comicios la quinta fuerza en Barcelona por detrás de Ciudadanos (218.746 votos), ERC (191.226), Junts per Catalunya (178.880) y PSC (132.400). Los socialistas, antiguos socios de Colau en el Ayuntamiento hasta hace un mes y que tampoco pasan por su mejor momento, han superado a Catalunya En Comú Podem por 47.161 votos.
Las autonómicas de este jueves, planteadas únicamente en clave independencia Sí, independencia No, han tenido lugar a un año y medio de las municipales, previstas para mayo del 2019. Evidentemente, son dos elecciones distintas, con planteamientos opuestos y votos más personales por parte de los electores, pero lo cierto es que un cruce entre los últimos comicios municipales y autonómicos muestran algunas tendencias interesantes en clave de ciudad.
En las municipales de 2015, Colau obtuvo 176.612 votos y se hizo con la alcaldía. Desde hace un mes, la alcaldesa gobierna en minoría tras romper con el PSC de Jaume Collboni. Parece obvio afirmar que los intentos de refundar Barcelona en Comú en clave autonómica han fracasado y que, en Barcelona es el tirón y la popularidad de la alcaldesa, que alcanzó en sus años de activismo en la PAH, lo que la catapultó a la gobernanza de la ciudad.
OFENSIVA INDEPENDENTISTA
De celebrarse las municipales ahora, Colau seguramente reeditaría el triunfo --ningún lider municipal le hace sombra--, pero en 2019 no está tan claro. Según el socialista Collboni, en 2019, los independentistas harán una ofensiva final para lograr la alcadia de la ciudad, lo que se podría traducir en un Junts pel Sí barcelonés. Este jueves, entre ERC y Junts per Catalunya (PDeCAT en el consistorio) lograron en Barcelona 370.106 votos, y en las municipales del 2015, 236.513. Xavier Trias tiene 10 concejales y los republicanos 5, suficiente para gobernar, como ha quedado demostrado.
Otro dato significativo --seguramente el que más--, que muestran tanto los comicios municipales como autonómicos, es el crecimiento de Ciudadanos. La formación naranja obtuvo este jueves 218.746 votos en Barcelona, 63.385 más que en las catalanas del 2015 (155.361). El auge de Ciudadanos no es nuevo. En las municipales del 2015, Carina Mejías obtuvo cinco concejales y 77.272 votos. En las municipales del 2011, Ciudadanos no obtuvo representación y logró sólo 11.742 papeletas.
Este jueves, la formación de Colau no se impuso en ninguno de los 10 distritos de la ciudad. Ni siquiera en ninguno de los 73 barrios. Ciudadanos fue la fuerza más votada en siete distritos: Ciutat Vella, Horta-Guinardó, Les Corts, Nou Barris, Sant Andreu, Sant Martí y Sarrià-Sant Gervasi. En el Eixample y Gràcia ganó Junts per Catalunya, y en Sants-Montjuïc, ERC.
CAÍDA LIBRE DEL PP
Las autonómicas de este diciembre también muestra al PP en caída libre. Los populares de Xavier Garcia Albiol han perdido 34.485 votos. De los 80.529 votos del 2015 en Barcelona han pasado ahora 46.044. La tendencia del PP también fue a la baja en los últimos comicios municipales, donde se quedó con 4 regidores y 61.004 votos.
Algo parecido le pasa a la CUP, que de 87.774 papeletas en Barcelona hace dos años, se ha quedado en las autonómicas del 2017 sólo con 48.360. En cambio, los antisistema obtuvieron sus mejores resultados en unas municipales en Barcelona en 2015, con 51.945 sufragios y 3 concejales. Con una oposición casi inexistente, buscando casi siempre el impacto mediático, como cuando propuso expropiar la Catedral, la CUP lleva camino de confirmar en las municipales del 2019 el descenso vivido ahora.
Tras tres décadas gobernando la ciudad, el PSC perdió la alcaldia en 2011. El voto socialista ya llevaba años en claro descenso. En 2015, en las municipales, Collboni se quedó con cuatro concejales y 67.489 votos, el resultado más bajo de este partido desde 1979. En estas autonómicas, el efecto Iceta ha sido menor de lo que decían las encuestas, pero los socialistas han ganado en el Parlament un diputado. No lo hacian desde 1999. En Barcelona, este jueves les votaron 132.400 votos, 31.594 más que en las catalanas del 2015. Habrá que esperar un año y medio para ver si el PSC ha iniciado su recuperación en la ciudad o ha sido un espejismo.