La esperada pacificación de Via Laietana seguirá en vía muerta otro mandato más. El Ayuntamiento de Barcelona no tiene previsto iniciar antes de las elecciones municipales del próximo año la gran reforma de la céntrica vía, que une plaza Urguinaona con el paseo Marítim, y el consistorio se limitará a llevar a cabo este verano un proceso participativo para dibujar el proyecto ejecutivo de la futura remodelación.
Así, en el mejor de las casos, la transformación de Via Laietana, con una reducción de los carriles de circulación, no será una realidad hasta dentro de cuatro años o más. La propuesta lleva en los cajones municipales unas dos décadas. Ningún alcalde se ha atrevido a encararla por miedo a no encontrar una solución al tráfico que ahora absorbe la calle.
FRACTURA
Según el Ayuntamiento, el actual diseño de Via Laietana es "una fractura y una frontera" entre los barrios del Gòtic y de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, pero Ada Colau tampoco ha hecho nada para solucionarlo. La lentitud de los trabajos municipales y la falta de decisión llevaron incluso a los vecinos hace un año a intentar poner en marcha un plan de reforma integral de la calle al margen del consistorio.
A la espera de la gran remodelación de Via Laietana, el Distrito de Ciutat Vella pondrá en marcha en verano una intervención de mínimos en la calle, que supondrá trabajos en unos 3.000 metros cuadrados, con una inversión de 1,2 millones, hasta abril del próximo año. Las obras buscan ganar algo de espacio para los peatones y mejorar la conexión entre ambos lados de Via Laietana en algunas intersecciones.
En concreto, la actuación municipal se llevará a cabo en la confluencia de Via Laietana con las calles de Tomàs Mieres, Julià Portet, Doctor Joaquim Pou, Jaume I-plaza de l'Àngel, Princesa, Manresa, Àngel Baixeras, Joan Massana y Consolat de Mar. En estos ámbitos se llevará a cabo una urbanización que ha de permitir ganar espacio para los peatones, con una configuración similar a las calles de plataforma única, eliminando los bordillos.
Los trabajos conllevarán también mejoras en el pavimento en los tramos de aceras que están deteriorados o donde faltan elementos de seguridad para los peatones. La intervención afectará, en este caso, a unos 1.200 metros cuadrados.