Tania Hidalga fue activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) entre 2009 y 2014. Lo dejó, cuenta, "decepcionada" por cómo se llevaban las cosas. En 2009 conoció a Ada Colau y junto a la ahora alcaldesa de Barcelona y la regidora Gala Pin participó en la ocupación de un edificio del banco malo en la plaza del Pedró del Raval, en 2013. Tras algunos años sin verse, ahora la vida de Tania y Colau se vuelven a cruzar, aunque, seguramente, la líder de Barcelona en Comú ni siquiera lo sabe.
La mujer es una de las afectadas por el hundimiento de 144 nichos en el cementerio de Montjuïc y representa una de las 50 familias que han presentado una querella criminal contra el concejal de Presidencia y presidente de Cementiris de Barcelona, Eloi Badia, el director general de la empresa pública Cementiris de Barcelona, Jordi Valmaña, y la antropóloga directora, Dominika Nociarova, que ha encabezado la exhumación y la identificación de los restos humanos. A Tania le han desaparecido, como consecuencia del desplome, ocho personas fallecidas. "No aparecen", explica a Metrópoli Abierta. En cierta manera, y metafóricamente hablando, Colau ha perdido a Tania ocho personas allegadas. No en vano, la alcaldesa es la máxima responsable del Ayuntamiento y del conglomerado de empresas que lo conforman.
EL NICHO, SIN LÁPIDA Y VACÍO
Tania explica que en el nicho, del que es titular su tío, fue comprado por su familia en los años 50. Allí están enterrados un bisabuelo, sus abuelos maternos, su abuelo paterno, sus padres, un hermano y un tío. La casualidad quiso que el 17 de septiembre de 2017, dos días después del derrumbe, se acercase al cementerio de Montjuïc. Iba con una planta para ponerla en la sepultura de sus familiares y se encontró con la zona cerrada con un vigilante de seguridad, "una máquina retroexcavadora que retiraba escombros y un operario con un pico y una pala. Retiraban piedras, pero también trozos de huesos..." No había nadie más.
Tania asomó la cabeza por la valla y vio el nicho, situado a ras de suelo, sin lápida y vacío. "El nicho estaba algo hundido, pero no estaba destrozado. No entiendo como mi familia no aparece". No le dio tiempo de ver nada más. De muy malas maneras, uno de los trabajadores le dijo que no podía estar allí. Hace unas semanas, Valmaña explicó que Cementiris se gastará cerca de 800.000 euros en los estudios de ADN para identificar a las personas fallecidas. Según los datos municipales, las pruebas se practican a familiares de al menos 83 fallecidos. Por ahora, Tania no figura entre ellos. Los familiares de Tania siguen desaparecidos. Quizá alguien retiró las cajas y los sudarios y ahora no se sabe donde están.
SIN INTERÉS ECONÓMICO
A finales del año pasado, Tania se sumó a la plataforma de afectados por el hundimiento que contactó con el abogado Josep Maria de Palacio, el primer letrado que se hizo cargo del caso y que ahora trabaja codo a codo con Miguel Durán. "No lo hago por interés económico. Desde los seis años que voy al cementerio. Acompañaba a mi madre a ver la tumba de mi padre. Suelo ir una vez cada tres meses a llevar flores... Allí está mi familia. Mi abuela quería que todos descansáramos juntos. Es un lugar que me tranquiliza, que me da paz. Ahora no puedo ir. No tengo donde velar a mi familia", se lamenta. Aunque no es titular del nicho, Tania se ha podido sumar a la querella porque tiene familiares directos enterrados allí.
Tania dice que no cree que Colau sepa que ella es una de las personas afectadas por el derrumbe de Montjuïc. Probablemente, se enterará ahora. A la actual alcaldesa de Barcelona la conoció en 2009. Tania llegó a la PAH porque tenía problemas para pagar su vivienda y ya se quedó. Durante los dos primeros años, en la plataforma se ayudaban unos a otros. La PAH todavía no era la gran organización que protagonizaba grandes movilizaciones, ocupaciones o enganchadas de carteles. "Eso fue, sobre todo, entre 2012 y 2014". En mayo de ese año, Colau la cara visible del movimiento antidesahucios, anunció que lo dejaba y que no entraría en política. Un año después, en junio del 2015, se convirtió en la primera alcaldesa de Barcelona.
DESAHUCIO EN 2012
En febrero de 2012, Tania, que vivía sola, fue desahuciada. "Me echaron por quedar a deber dos mensulidades de la hipoteca". Meses antes había perdido el trabajo, la pareja y le fue diagnosticado un cáncer del que ya se ha olvidado. Tuvo que ir a vivir a un hostal pagado por el Servicio de Inserción Social municipal. También tuvo que hacer uso del comedor social hasta que se recuperó de la enfermedad y económicamente, y pudo alquilar una habitación...
En junio de 2013, Tania fue de una de las protagonistas de la ocupación por parte de la PAH de un bloque de viviendas en el plaza del Pedró del Raval. Todavía hoy en internet se puede encontrar un vídeo -que se incluye en este artículo- sobre la entrada al edificio en el que aparecen, entre otros, Tania (de rubio) y Colau. Tania vivió en esa finca alrededor de un año. Ella fue, con sus antecedentes médicos, la excusa para que la juez no desalojara la finca de inmediato.
Cerca un año después, Tania devolvió las llaves del edificio del apartamento que ocupaba en el edificio del Raval y dejó la PAH. No quiere hablar mucho de ello. Solo apunta que en la plataforma la transparencia brillaba por su ausencia y que cuando entró en la PAH tuvo que comprar dos camisetas -de aquellas verdes con el famoso eslogan Stop deshaucios- para las movilizaciones. Ahora, a Tania, únicamente le preocupa recuperar a sus muertos, aquellos que Colau le ha perdido.