Según el segundo Barómetro de Barcelona elaborado por Centre d'Estudis Sociològics para Metrópoli Abierta, los barceloneses son poco dados a comprometerse por escrito cuando se trata de implicarse en lo social; o sea, en afiliarse a asociaciones vecinales, sindicatos o partidos políticos,  por poner tres ejemplos fundamentales.

Los resultados del Barómetro no dejan lugar a dudas: un 8,3 % está sindicado; sólo un 7,4% se ha integrado en una AAVV y apenas un 2,9% está afiliado a un partido político.

Con el fin de comprender el porqué de estos datos, hemos hablado con diferentes representantes de estos tres sectores, muy representativos del contrato social que se practica en nuestros tiempos. De lo hablado con todos ellos, empezaremos por la opinión de una vieja luchadora de barrio que, a nuestro entender, resume muy bien la situación.

Custodia Moreno, ex presidenta de la AAVV de El Carmel: “Todavía tenemos poca cultura del compromiso”

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Custodia Moreno, señera activista de El Carmel / Archivo

“Yo creo que no es solo Barcelona. En este país, en general, todavía tenemos poca cultura del compromiso. La gente es capaz de movilizarse, de salir a la calle cuando haga falta, eso sí; pero nos falta implicarnos por escrito, sacarnos el carnet...”, dice Custodia Moreno, tal vez una de las voces históricas del asociacionismo vecinal barcelonés, en su caso en el emblemático barrio de El Carmel. “¿Por qué? En parte es por pereza, aunque yo creo que es más por falta de disciplina. Ya pasaba antes. A la gente le cuesta dar ese paso, acudir a la asociación o al sindicato para comprometer por escrito lo que no le cuesta mostrar movilizándose en la calle”.

Custodia Moreno tiene ya 75 años y habla desde la cama del hospital, donde acaban de cambiarle la prótesis de una rodilla (“Yo digo que tengo el espíritu de los 40 años en el esqueleto de una de 70”, suelta, divertida). Hace unos días acudió a la visita que hizo al barrio Manuel Valls; le advirtió que sus piernas no daban para más y que tenía hora para operarse, que es lo que acaba de hacer. 

Dicho esto, Custodia prosigue con su opinión sobre el tema, que conoce muy bien porque fue presidenta de la AAVV de El Carmel durante muchísimos años, a la que sigue ligada “aunque ya solo como una afiliada más”. Tanto tiempo comprometida con los barrios de su distrito, tantas manifestaciones y tanto coraje la han convertido en una figura respetada y escuchada.

“Lo qué sí es cierto es que, en los últimos tiempos, se está notando que los vecinos se mueven más y salen más a la calle en defensa de sus derechos. La razón es obvia: vivimos malos tiempos, hay crisis. Pero en el fondo son los problemas de siempre, los que arrastramos desde los orígenes. En nuestro barrio, en concreto, el tema del transporte público y el de las escaleras mecánicas”.

Mari Carmen Piera, vicepresidenta de la AAVV La Barceloneta: “No distinguimos entre vecinos afiliados o no”

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Mari Carmen Piera, vicepresidente de la AAVV de La Barceloneta / Archivo

Al otro lado de Barcelona, en La Barceloneta que puede atisbarse desde cualquier colina de El Carmel, las movilizaciones en este convulso 2018 han sido motivadas por otro asunto: la inseguridad y el turismo descolocado. Como Custodia, Mari Carmen Piera también ha observado un incremento de movilización callejera que no necesariamente se refleja en el cómputo de afiliados a la AAVV de La Barceloneta, de la que ella es vicepresidenta.

“Desde que todo se desató en verano, hemos notado más gente y más apoyo del vecindario. Cuando los problemas se desbordan y tocan a tu puerta, nadie puede permanecer impasible”, dice Piera. “Eso no quiere decir que la gente haya acudido a afiliarse a la asociación. Lo que sí ha ocurrido es que han visto que nos implicamos a tope por el barrio y que luchamos lo mismo por los que son socios que por los que no lo son, sin distingos”.

Lo que sí han notado en el barrio marinero es que se ha incrementado el número de simpatizantes, como quedó demostrado en las diferentes movilizaciones en la calle. “Por nuestra parte, no estamos preocupados por si hay más o menos afiliados a nuestra asociación”, dice Piera. “El que lo haga, bienvenido será; el que no, si se moviliza cuando sea necesario, también tendrá nuestro aprecio y el del todo el barrio”.

Dolors Llobet, responsable de Afiliaciones de CCOO Barcelona: “La afiliación la marca el mercado de trabajo”

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Dolors Llobet, responsable de Afiliación de CCOO Barcelona / Archivo

Justo en estos días de manifestaciones (médicos, personal sanitario, maestros, universitarios, bomberos...), el papel de los sindicatos de trabajadores está siendo especialmente protagónico en las calles de Barcelona. Eso no quiere decir que todos los que se manifiestan estén sindicados.

“La afiliación a un sindicato viene marcada por el estado del mercado de trabajo. Es decir, que el incremento o el descenso están bastante ligados a la situación económica del momento. En este sentido, la gran crisis se ha dejado notar significativamente”, comenta Dolors Llobet, secretaria de Afiliación, Estudios y Coordinación de los Órganos de Dirección de CCOO de Catalunya. “La dinámica de la afiliación depende de las necesidades del trabajador: si va a ser despedido, si ya está en el paro, si acaba de encontrar empleo, si ya lleva un año en él...”.

Dadas las circunstancias económicas, Llobet reconoce que desde el año pasado han notado en CCOO un cierto crecimiento, menos enfebrecido en estos momentos que en 2017. “Mi conclusión es que todo depende del aumento de la temporalidad laboral. Y en esto, no creo que dependa el hecho de que un trabajador sea o no barcelonés”.

Eva Sánchez, secretaria de Organización de CGT Barcelona: “Últimamente han subido nuestras afiliaciones”

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Eva Sáncheez (a la izquierda), secretaria de CGT Barcelona / Archivo

En otro gran sindicato de trabajadores, la Confederación General del Trabajo (CGT), las observaciones de Eva Sánchez, secretaria de Organización de Barcelona, abundan en la misma dirección: crecimiento sostenido con motivo de las condiciones laborales que se dan en cada momento.

“Como las condiciones han ido a peor en los últimos años, sí hemos notado que han subido las afiliaciones. Las razones son obvias: descontento, precariedad laboral, las firmas de convenios, recortes en las empresas...”, arguye Sánchez.

“También hay que tener en cuenta que el mundo laboral ha cambiado en los últimos tiempos, y que no se dan las mismas condiciones de otras épocas. Sobre todo en lo que se llama el Tercer Sector, ligado a las nuevas empresas de servicios que a su vez subcontratan a otras, lo que ha creado nuevos escenarios laborales y sindicales”.

Carina Mejías, líder de Ciutadans en el Ayuntamiento: “La inestabilidad política provoca desafección”

Carina Mejías, junto a otros líderes de la oposición / HUGO FERNÁNDEZ



Como decíamos al principio, los partidos políticos son los que peor porcentaje tienen de afiliación por parte de los barceloneses, por debajo de los tantos por cientos de sindicatos o asociaciones vecinales, por ejemplo. Desde la plaza Sant Jaume, algunos políticos nos dan su opinión al respecto.

"Creo que vivimos momentos de mucha inestabilidad política, lo que provoca desafección entre los ciudadanos y no anima a que quieran afiliarse a partidos”, explica Carina Mejías, presidenta del Grupo Municipal de Ciutadans en Barcelona. “La politización de los sindicatos y su alejamiento de la auténtica reivindicación laboral también provoca que los trabajadores no les reconozcan como interlocutores y, como consecuencia, se alejan de ellos”.

Para Mejías, la solución para revertir esta tendencia es “recuperar la estabilidad y la confianza en las instituciones, el prestigio de los partidos y la confianza de los ciudadanos".

Javier Mulleras, portavoz del PP en el Ayuntamiento: "Se ha perdido la confianza de la gente"

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Javier Mulleras, portavoz del PP en el Ayuntamiento / HUGO FERNÁNDEZ

En la misma onda que Mejías se manifiesta Javier Mulleras. “En los últimos años, los partidos políticos y muchas asociaciones han perdido la confianza de la gente, debido a hechos puntuales que han generado desconfianza”, explica portavoz del PP en el Ayuntamiento. “Además, en la última década, con la entrada de las redes sociales y fenómenos como las ‘fake news’, WhatsApp etc., los canales de información y desinformación son mayores, creando opinión por cualquier tema que antes pasaba desapercibido”.

Mulleras también habla del efecto distorsionador del independentismo. “A lo dicho anteriormente, hay que añadir que, en Catalunya, situaciones como el ‘procés’ han convertido la política en una suerte de 'día de la marmota'. Es un hecho que tampoco ayuda, ya que satura a la mayoría de la gente y crea más desafección hacia los políticos”.

Carlos Prieto, secretario de Organización del PSC Barcelona: “La gente se moviliza a partir de hechos determinados”

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Carlos Prieto, secretario de Organización del PSC / Twitter

"Estamos detectando un ligero incremento de las personas que se interesan por la política y que se movilizan a partir de determinados hechos”, aduce Carlos Prieto, secretario de Organización del PSC Barcelona. “Por ejemplo, hemos tenido una subida de afiliados en los últimos años en torno a diferentes momentos concretos como durante las primarias del PSOE, de las que salió vencedor Pedro Sánchez, alrededor del 'no es no' en referencia a Rajoy, etc.”

Respecto a Barcelona, en concreto, Prieto valora mucho la actividad política de los partidos cuando se implica con la ciudadanía: “También lo hemos notado a partir de algunas medidas emprendidas precisamente por eso, para acercar nuestra actividad a los barceloneses: trasladar las sedes locales a pie de calle o realizar en nuestras instalaciones actividades que precisamente proponen nuestros afiliados. O el hecho de que acogemos dentro de nuestros locales a otras entidades".

REFLEXIÓN NO ADSCRITA

Para el punto final de este reportaje, una reflexión que nos parece intersante valorar a cargo de Gerard Ardanuy, concejal no adscrito (lo fue en su día del PdeCAT) en el Ayuntamiento:

"Para mí, la clave para implicar a la ciudadanía se basa en la codecisión y coliderazgo. En la mayoría de partidos 'clásicos', la participación y la implicación en la toma de decisiones es inexistente: se toman de arriba abajo, sin debate ni codecisión. Hoy, la gente ya no está dispuesta a seguir ciegamente liderazgos ni personas. Por eso estos proyectos no son atractivos y sí los basados en la democracia interna y la horizontalidad organizativa”.

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