Uno de los problemas más grandes y habituales del siglo XXI es el ruido. A pesar de los avances tecnológicos, científicos y sociales, el sonido ha ido in crescendo alrededor del mundo. ¿Cuál es la ciudad más ruidosa de la tierra? ¿Y la más silenciosa? ¿Es verdad que vivir en el campo ayuda a las personas a ser más felices? La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta a los habitantes que estamos en peligro.
La entidad apunta que la contaminación acústica es una amenaza subestimada por parte de la población y que puede causar problemas cardiovasculares, estrés, pérdida de audición y depresión, entre otros. A la hora de valorar la calidad de vida de las grandes ciudades, la polución acústica es uno de los principales factores a tener en cuenta.
BARCELONA, EL GRAN PROBLEMA
La capital catalana es una de las ciudades que más atrae y una de las mejores valoradas por los turistas. Por contra, también se ha coronado, un año más, como la ciudad más ruidosa de occidente. Hace cuatro años un estudio de World Health Organization apuntó que Barcelona era la séptima ciudad con menos tranquilidad del mundo y, desde entonces, se ha mantenido en esa posición de la clasificación.
Por delante de Barcelona se sitúan ciudades como Beijin, Estambul e India y lideran el ránking Egipto en tercera posición, Nueva Delhi en segunda y Cantón como la metrópoli más ruidosa de la tierra. Para encontrar otra ciudad europea ruidosa en la clasificación hay que bajar hasta la posición número nueve con la capital de Francia, París, como otra de las ciudades con menos silencio de la tierra.
“ASESINO SILENCIOSO”
Son varios los expertos del Colegio Americano de Cardiología que señalan que la contaminación acústica es el “asesino silencioso” de las grandes ciudades y explican que las consecuencias de del ruido son potencialmente graves para la salud física y mental de los ciudadanos. Sin embargo, los impactos que producen son subestimados y poco comprendidos por los profesionales, responsables políticos y el público en general.
LOS GRANDES RUIDOS
En Barcelona los ciudadanos están hartos del poco silencio que hay en la ciudad. Empezando por el sonido de los autobuses urbanos, pasando por las motos y finalizando con el camión de la basura -que siempre pasa a media noche o a primeras horas de la mañana-, la capital catalana se ha convertido en un mejunje enorme de sonidos que ya no hay quien pare. Se quiso renovar parte de la flota de buses para que fueran ecológicos, sostenibles y, a su vez, más silenciosos. Fue un gran avance para la ciudad pero, a las horas puntas de la mañana en el centro de Barcelona, nada ha cambiado.
CIFRAS MÁXIMAS DE SONIDO
No hay una cifra exacta para puntualizar a partir de cuando hay riesgo, pero cualquier sonido por encima de los 60 decibelios puede incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas. La OMS, por su parte, afirma que a partir de los 85 decibelios el nivel de exposición de los ciudadanos deja de ser seguro.
El ruido de un coche desprende 70 decibelios, un lavaplatos 60 y un avión despegando, 120. Un estudio llamado The Worldwire Hearing Index (Índice Mundial de Audición), mostró la diferencia entre la edad real y la edad auditiva de los habitantes de las ciudades más grandes de la tierra. Poniendo el foco en Barcelona, con una población de 1.608.746 personas, sus ciudadanos escuchan como una persona 16 años mayor.