Un día tras la travesía independentista
Desde la estación de Sants al Aeropuerto, muchos han sido los lugares recorridos tras la sentencia
15 octubre, 2019 00:00Agentes de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra cortaban algunos de los accesos a la estación de Sants desde primera hora de la mañana. Sabían que no se trataba de un lunes cualquiera, sino que estaban ante una jornada donde las movilizaciones y los altercados iban a ser los protagonistas.
Por ello, tras conocer la resolución judicial y a 15 minutos de las 10 de la mañana, los primeros concentrados ya hacían acto de presencia a las puertas de la instalación con la entrada del AVE en el punto de mira.
INTENTO FALLIDO
Un centenar de manifestantes, procedentes del Departament de Territori, han sido los protagonistas de esta acción. Portando consigo carteles y fotografías de los políticos encarcelados, se han dirigido a las puertas de la estación, donde los efectivos de la Policía Nacional allí congregados no han dudado en colocarse en formación por si la situación iba a más.
Finalmente, y lejos de un escenario violento, los allí movilizados se han decantado por dar un vuelta a la plaza de los Països Catalans para, finalmente, terminar entonando el himno de los Segadors ante el edificio de la Generalitat del que han partido.
PLAZA CATALUNYA, PUNTO DE ENCUENTRO
La segunda movilización ha sido producto de la suma de múltiples manifestaciones. Comandadas mayoritariamente por estudiantes, han situado la plaza de Catalunya como punto de encuentro a las 12 horas.
Una vez tomado este céntrico lugar barcelonés, y tras estar vigilados en todo momento por un helicóptero de la Policía Nacional que no dejaba de dar vueltas volando, cada vez, más bajo, el Tsunami Democràtic ha indicado cual sería el plato fuerte de la jornada: el Aeropuerto.
Para facilitar los planes a los independentistas que han salido a la calle, la entidad ha difundido por redes sociales las diferentes vías de acceso a la instalación de Barcelona-El Prat y, en la misma línea, ha repartido flyers entre los concentrados para que el mensaje se difundiera entre los presentes, un momento que ha marcado el inicio del caos en cuanto a movilidad se refiere.
AL AEROPUERTO, 9 KILÓMETROS A PIE
Todos aquellos que han llegado al Aeropuerto no lo han tenido fácil. En primer lugar, y ante la avalancha de viajeros que se esperaba, se han cerrado los accesos al metro en plaza de Catalunya para, poco después, detener los trenes de Rodalies cuya destinación era el aeródromo. En ese momento, aquellos que optaban por seguir las indicaciones del Tsunami han optado por hacer uso de la L9 de metro pero, para sorpresa de algunos y evidencia de otros, al llegar han comprobado como los convoyes que circulaban en la línea no llegaban hasta el Aeropuerto.
Ha sido en ese momento cuando un manifestante, megáfono en mano, ha realizado una propuesta digna de la pérdida del oremus en el andén de la estación de Collblanc pero que ha contado con réplicas en otros puntos de la capital catalana: “Iremos caminando hasta el Aeropuerto. Hay 9 kilómetros y se tarda dos horas y media. Quien quiera hacerlo, que nos siga”.
Pese a la pereza de algunos, que han desistido, la mayoría de los presentes han optado por seguir al rebaño, por lo que pocos minutos después de las 14:30 horas comenzaba una travesía, cuanto menos, inesperada. Los barrios de Torrassa y La Florida, en l'Hospitalet de Llobregat, han sido testigos de una marcha que superaba el centenar de personas y que en El Gornal se ha bifurcado gracias al reestablecimiento de la circulación en Rodalies.
ODISEA EN LAS VÍAS
Muchos manifestantes que no secundaban la marcha a pie desde la capital catalana han cambiado de opinión al disponer de un transporte con el que llegar. El corte de la autovía en su tramo final a la Terminal 1 del Aeropuerto impedía el acceso por carretera, y el metro continuaba sin dar servicio hasta la zona.
La invasión que sufrían los trenes ha provocado que los manifestantes hayan llegado por tandas a la Terminal 2 del Aeropuerto que, pese a no ser la más secundada por los visitantes, era la más fácil de alcanzar desde Rodalies. Tras dos horas de indeseable viaje debido a la frecuencia del servicio y el lleno hasta –literalmente– la bandera del vagón, efectivos de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra esepraban, preparados para cargar en caso de ser necesario, la llegada de los independentistas a unos metros de las puertas de la T2.
Pese al inocente intento de algunos para sobrepasar una barrera policial que no estaba dispuesta a ofrecer ninguna facilidad, exigiendo los billetes a todos aquellos que entraban para acceder a su vuelo, el objetivo estando en Barcelona-El Prat era claro: alcanzar la Terminal 1 a cualquier precio para incrementar la cifra de manifestantes y tomar el Aeropuerto.
SENDERISMO DE CIUDAD
Los cortes en la autovía, provocados por los propios manifestantes que han alcanzado progresivamente el aeródromo, han imposibilitado la circulación de cualquier transporte por carretera. Esta situación obligaba a cubrir el trayecto andando bajo una lluvia que, al tras iniciarse sobre las 17:15 horas, no ha dejado de ir a más sin amedrentar a los concentrados, que se refugiaban en cánticos como Els carrers seran sempre nostres o Llibertat presos polítics a pleno pulmón.
Tras recorrer un importante tramo por el asfalto que rodea la T2 a pie, tocaba pasar a la autovía. Para conseguirlo, era necesario pasar campo a través por una zona con hierbas y pequeños arbustos que funcionaba a modo de separador entre ambas vías y que, debido a la lluvia, se había convertido en un auténtico barrizal. Daba igual, si habían llegado hasta allí ya no iban a echarse atrás.
Una vez dejado el fango atrás, faltaba algún que otro kilómetro final por la B-22 para llegar a la Terminal 1 de Barcelona-El Prat. Con el tráfico completamente cortado debido a la presencia de manifestantes, algunos comenzaban a decantarse por dar la vuelta en esta particular “peregrinación”. “Con esta lluvia no quiero ir a saludar a los Mossos”, aseguraba un joven que emprendía el camino inverso. Con todo, los que sí que alcanzaron su destino lo hicieron con ganas de llegar hasta donde hiciera falta.
EN EL AEROPUERTO TODO VALE
Diversos eran los puntos de acceso a la terminal cortados por agentes, mayoritariamente, de la Policía Nacional, pero múltiples son también los puntos de acceso al Aeropuerto.
Entrando mayoritariamente por el parking, y haciendo uso de las escaleras de emergencia y los ascensores, muchos han sido los que se han instalado en el pasillo que separa la cinta de llegada con la sala de la propia Terminal. Los lazos, esteladas y gritos de “a por ellos” se han convertido en recurrentes, así como los intentos de acceder a una instalación protegida por una improvisada valla construida con los carros utilizados para transportar maletas.
Las escenas de tensión y los enfrentamientos entre manifestantes y agentes han sido constantes, lo que ha provocado diversas cargas policiales durante la tarde en una jornada que, pese haber tenido un inicio pacífico en la estación de Sants, ha sufrido un incremento de escenas violentas simultáneo al paso de las horas.
TENSIÓN ENTRE POLICÍA Y MANIFESTANTES
Después de varias horas ejerciendo presión, la plataforma ha decidido desconvocar la protesta para seguir este martes con las movilizaciones. La mayoría de los presentes han ido abandonando de forma pacífica la infraestructura, pero algunos han ejercido presión y han montado barricadas. Delante del cordón policial han lanzado objetos y han prendido una hoguera.
Donde también se han producido altercados ha sido en vía Laietana. Un grupo de CDR ha organizado una sentada frente a la Jefatura Superior de la Policía Nacional. Los manifestantes han tirado al suelo vallas de seguridad que protegían el edificio, y se han producido lanzamientos de latas, botellas y otros objetos, generando disturbios en la zona. En varias ocasiones, agentes policiales han cargado con sus porras contra ellos y han lanzado algunas salvas de las escopetas antidisturbios (disparos sin munición).