Los grandes disturbios en la Barcelona del siglo XXI

Barcelona ha sido, históricamente, una ciudad marcada por las reivindicaciones. Buen ejemplo de ellos son las que se están viviendo actualmente a raíz de la sentencia del procés, a las que hay que añadir las sucedidas tras el referéndum ilegal de 2017. Además de las similitudes en cuanto a disturbios se refiere entre el presente mes de octubre y el de dos años atrás, se han sucedido otras movilizaciones de carácter muy significativo, llegando a definir la historia más contemporánea de la capital catalana.

INVASIÓN EN BARCELONA-EL PRAT

El verano de 2006 fue accidentado para el Aeropuerto. El 28 de julio, fecha en el que la actividad en la instalación era máxima, trabajadores de Iberia invadieron las pistas como protesta por la decisión de AENA mediante la cual concedía el servicio de asistencia en tierra a otra compañía.

Trabajadores de Iberia en una pista del Aeropuerto / EUROPA PRESS

La sentencia, publicada cuatro años después de los hechos, condenó a 23 empleados de la aerolínea a penas de dos años de cárcel por un delito de desórdenes públicos.

PLAN BOLONIA

Entre finales de 2008 e inicios de 2009 el descontento por la instauración del Plan Bolonia, que significaba la adaptación y unificación de criterios educativos en los centros universitarios europeos, significó la consecución de diversas jornadas de protestas que se tradujeron en altercados.

Manifestación por el Plan Bolonia en Barcelona / KAOSENLARED

Las cargas policiales y el desalojo del rectorado de la Universidad de Barcelona dejaron decenas de heridos, muchos de los cuales fueron agentes de los Mossos d'Esquadra. Durante varios días, la ciudad vivió unos intensos disturbios en los que se vieron envueltos estudiantes y policías.

CAN VIES

Los disturbios tras el desalojo de Can Vies en mayo de 2014 dejó al barrio de Sants, literalmente, en llamas. Las jornadas de altercados violentos vividas después de una okupación que llegó a durar 17 años provocaron un caos que contó con réplicas en otros puntos de la ciudad, como Gràcia, Sant Andreu y Nou Barris.

Disturbios en Can Vies / EUROPA PRESS

Este desalojo se saldó con un total de 84 detenciones y unos destrozos cuyo valor se tasó en 415.000 euros.

DESALOJO DE PLAZA CATALUÑA

Al entonces conseller de Interior, Felip Puig, no le tembló el pulso en mayo de 2011 para desalojar de la plaza de Catalunya a los 'indignados' que allí estaban concentrados pacíficamente durante el movimiento 15-M. Tras días acampados en señal de protesta por la situación política y económica que se estaba viviendo a nivel nacional, los Mossos d'Esquadra procedieron a realizar el desalojo bajo la directriz de "limpiar la zona".

La operación policial, que también contó con la colaboración de la Guardia Urbana, finalizó con más de 120 heridos y un detenido. Durante meses, Felip Puig mantuvo un intenso pulso con los indignados hasta que abandonó la dirección de Interior para ser recolocado en la cartera de Empresa y Ocupación durante el Gobierno de Artur Mas. 

Desalojo de la plaza de Catalunya / EUROPA PRESS

BANC EXPROPIAT

Otro desalojo, esta vez el del Banc Expropiat de Gràcia en mayo de 2016, volvió a desatar una trifulca de diversas noches en la capital catalana en la que se levantaron barricadas, se apedreó a los Mossos d'Esquadra y se incendió mobiliario público y vehículos, unos disturbios que estos días suenan más que familiares.

Como consecuencia de los altercados producidos tras el desalojo de esta sucursal que perteneció a Caixa Catalunya, más de 15 personas resultaron heridas y uno de los participantes en las protestas fue detenido.

Sucursal del Banc Expropiat / MOSSOS

TAXISTAS

Las exigencias respecto a la regulación de los VTC desencadenaron a principios de este año una enérgica protesta de los taxistas que en Barcelona contó con una destacada escalada de violencia. El incumplimiento de la Ley 1/30, así como el tiempo de precontratación en plataformas como Uber y Cabify, no eran del gusto de los chóferes, que no dudaron a hacer uso de la violencia en sus reivindicaciones.

Coches destrozados, más de 80 conductores de VTC agredidos e incluso el disparo a un conductor de Cabify en la capital catalana con una bala del calibre 22 que pasó a escasos centímetros de su cabeza, fueron algunos de los actos con los que los taxistas quisieron reivindicar su posición. Tras semanas con escenas violentas, y otras más pacíficas, como las marchas lentas por las Rondas, los conductores detuvieron la huelga tras lograr un acuerdo muy beneficioso para el sector, en el que destaca la hora de espera como tiempo de precontratación de los servicios de las plataformas VTC.

Concentración de taxistas en Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ

OTRAS REIVINDICACIONES

Las manifestaciones contra la guerra de Irak y la respuesta al atentado del 11-M que pusieron en jaque el gobierno de Aznar fueron otras de las concentraciones, esta vez de carácter pacífico, que se sucedieron en Barcelona a principios del presente siglo.

'NO A LA GUERRA'

Las protestas contra la guerra en Irak, sucedidas en 2003, tuvieron un espectacular seguimiento en la capital catalana. En febrero de 2003, cerca de 1.300.000 personas salieron a las calles de Barcelona para mostrar su rechazo al conflicto bélico. La movilización se convirtió en la más multitudinaria vivida por la ciudad hasta la fecha.

Manifestación contra la Guerra de Irak en Barcelona / AJ BCN

La concentración, a la que le sucedieron múltiples réplicas por todo el territorio español, se llevó a cabo sin incidentes bajo el lema "Paremos la guerra" y con la condena de "cualquier ataque o intervención militar a Irak, aunque sea con la autorización de la ONU".

11-M

El pasado mes de marzo se cumplieron 15 años de un atentado que dejó 193 muertos y 2.000 heridos en Madrid. Tras la gran mentira de Aznar, a quien le faltó tiempo para atribuir la autoría a ETA cuando la responsabilidad era yihadista, en la mayoría de capitales de provincia españolas se sucedieron manifestaciones de rechazo a estos atentados de Atocha.

Manifestación por el 11-M en Barcelona / WIKI

Barcelona no quedó al margen, por lo que un millón y medio de personas salieron a la calle bajo el lema "Con las víctimas, con la Constitución y contra el terrorismo". La marcha, que tuvo lugar un día después de los hechos, estuvo encabezada por el entonces presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, quien se encontraba acompañado del presidente del Parlament, Ernest Benach, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, así como del vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato.