Nueva operación en El Raval para desmantelar un narcopiso
Los vecinos denuncian que la presencia de traficantes no cesa en el barrio
18 noviembre, 2019 19:26Noticias relacionadas
La lucha contra las drogas sigue en pie en El Raval. Los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana han entrado este lunes a un piso del barrio con el objetivo de “desmantelar un punto de venta de drogas”, según ha informado la policía de la Generalitat en su cuenta de Twitter.
Los agentes han intevenido "varias dosis de crack, una balanza de precisión, herramientas y 1.500 euros en efectivo". El operativo se ha saldado con dos personas detenidas. La vivienda ha sido devolvida a su propietario.
Entrada en marxa en un pis del Raval. Es tracta d'un operatiu amb @barcelona_GUB per desmantellar un punt de venda de droga pic.twitter.com/tesyLZ5laF
— Mossos (@mossos) November 18, 2019
La presencia de traficantes es una problemática que no cesa en El Raval. El integrante de Acció Raval, Ángel Cordero, explicó recientemente a Metrópoli Abierta que después de la segunda macrooperación contra los narcopisos que tuvo lugar el pasado junio “quedó una parte residual", unos nueve inmuebles. "Pero hace semanas que han vuelto a proliferar, habrá unos 20, y eso tiene que ver con que los propietarios no se hacen cargo de la viviendas”, recalcó.
TRASLADARSE A OTROS BARRIOS
Otra de las consecuencias de la intervención policial es que la problemática se ha desplazado a otros puntos de la ciudad. Después de la macrooperación algunas bandas se trasladaron a barrios como La Verneda, La Mina, Sant Antoni y el Eixample, según añadió Cordero a este diario.
Sobran los sucesos que prueban que los narcopisos no han abandonado El Raval. El sábado 9 de noviembre tres hombres intentaron entrar a golpes en un antiguo narcolocal, situado en los bajos de la calle Hospital 114. Según indicó este miembro de Acció Raval, los traficantes hicieron un agujero con "un martillo o alguna herramienta similar". El ruido de los golpes alertó a los vecinos, que optaron por llamar a la policía. Cordero intuye que “se marcharon corriendo cuando vieron llegar a los agentes”.