Barcelona ha desplegado por ahora 1.704 guardias urbanos a la lucha contra el coronavirus, lo que se traduce en algo más de la mitad de la plantilla, que actualmente componen unos 3.000 policías. La principales tareas de los guardias urbanos son hacer cumplir las restricciones del estado de alarma decretadas por el Gobierno español.
Según ha explicado el primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, el número de efectivos que se dedique a la lucha contra la pandemia puede aumentar. La actividad ha bajado y se pueden derivar agentes de otras áreas, ha indicado el teniente de alcaldía en una entrevista en Espejo Público.
Tras la entrada en vigor del decreto de alarma, el sábado los agentes advertían a lo ciudadanos que no podían andar por la calle ni interactuar, y el domingo por la mañana se empezaron a precintar las playas, los parques y los espacios públicos.
BARES Y RESTAURANTES CERRADOS
Los ciudadanos pueden ir a comprar, al médico y al trabajo, pero está prohibido pasear y hacer deporte en la calle. Desde el pasado viernes, bares y restaurantes y los comercios de servicios no esenciales están cerrados.
La Guardia Urbana sancionará si se encuentra a personas que incumplen las restricciones de seguridad. "Aquí no hay periodos de prueba ni de carencia. Aquí tiene que haber determinación, mensajes claros y que los ciudadanos perciban que las autoridades estamos trabajando para superar esta crisis".