El coronavirus detiene a delincuentes y carteristas
Las primeras estadísticas apuntan a un descenso en picado de los hurtos o robos en la calle
17 marzo, 2020 20:27Noticias relacionadas
El coronavirus detiene a los delincuentes en las calles de Barcelona. Las medidas para frenar la propagación del Covid-19 han vaciado la ciudad y reforzado el patrullaje policial, un escenario que propicia poco los delitos en la vía pública. Solo el primer día del estado de alerta, las detenciones en Barcelona y su entorno cayeron más de la mitad.
A falta de datos oficiales, las primeras estadísticas improvisadas apuntan a un descenso en picado de los hurtos o robos en la calle, una modalidad delictiva que concentra el grueso de la actividad de los juzgados de guardia de Barcelona, donde hace meses se creó uno específico para celebrar juicios inmediatos por ese tipo de infracciones penales.
MENOS TRABAJO EN LOS JUZGADOS
Desde que el Gobierno decretó el estado de alarma, las habitualmente ajetreadas guardias de los juzgados de Barcelona han visto reducido su volumen de trabajo, una tendencia a la baja que parece agudizarse en los primeros días laborables bajo las limitaciones de movilidad impuestas por el coronavirus.
En la demarcación territorial del Colegio de la Abogacía de Barcelona -que además de la capital catalana incluye Arenys de Mar, Badalona, Berga, Cornellà, Gavà, L'Hospitalet, Igualada, El Prat, Sant Boi, Santa Coloma, Vilafranca y Vilanova-, los letrados del turno de oficio atendieron 89 detenciones anteayer, primera jornada del estado de alarma, menos de la mitad del domingo anterior, con un total de 155, y del domingo 1 de marzo, con 165 en total.
DETENCIONES A LA BAJA
Ayer, primer día laborable en estado de alerta, fueron 51 los detenidos e investigados asistidos por abogados del ICAB, cifra cuatro veces inferior a la del lunes anterior, 2 de marzo, cuando llegaron a los juzgados de guardia de Barcelona y su entorno un total de 213 detenidos.
A falta del cierre de datos en la jornada de hoy, los abogados del turno de oficio del ICAB han asistido a 33 detenidos e investigados, aún menos que ayer.
SIN CARTERISTAS
Los datos de asistencias a detenidos confirman la percepción que tienen los Mossos d'Esquadra de que el confinamiento ha traído aparejado un descenso "pronunciado" de ciertos delitos y detenciones, especialmente porque sin gente en las calles y sin aglomeraciones en el transporte públicos, se ha esfumado el hábitat de trabajo predilecto de los carteristas.
No solo las calles vaciadas han contribuido al descenso de los hurtos, según han explicado a Efe fuentes policiales, que detallan que existen otros factores clave, como por ejemplo el hecho de que los ciudadanos acostumbran estos días a ser más precavidos y a guardar la distancia de seguridad, como mínimo de un metro, para evitar el contagio.
AUSENCIA DE TURISTAS
La ausencia de turistas, que se ha agravado por el cierre de fronteras decretado ayer, también ha dejado a los carteristas sin sus víctimas más propiciatorias.
El continuo patrullaje de los Mossos d'Esquadra para controlar que la ciudadanía cumple con las medidas de confinamiento decretadas por las autoridades también aleja a los delincuentes de las calles: no solo por temor a ser sorprendidos cometiendo una infracción, también por no correr el riesgo de ser identificados y detenidos, en los casos de reincidentes que se encuentran en búsqueda y captura.
DESCENSO DE ROBOS EN DOMICILIOS
Las fuentes policiales consultadas destacan además que, más allá de los hurtos, la crisis por el coronavirus ha acarreado un descenso notable de los robos en domicilios en el área metropolitana, por el riesgo que supone forzar una vivienda con toda probabilidad habitada, y de las peleas y agresiones que solían ir asociadas al ocio nocturno.
Por el contrario, no han faltado los malhechores que han intentado hacer su agosto aprovechando la pandemia del coronavirus: la policía ha sorprendido a estafadores que, emulando a los ya populares falsos revisores del gas, se han intentado hacer pasar por médicos para robar a ancianos o cobrarles por un test de COVID-19.
Los Mossos d'Esquadra detectaron la semana pasada un caso en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y otro en Pineda de Mar (Barcelona), si bien el fenómeno no se ha propagado a la misma velocidad que el coronavirus, tal vez porque las limitaciones a la movilidad impuestas por el estado de alarma han servido para atajarlo.