El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) obliga a la Generalitat a proporcionar el material de protección necesario para evitar el contagio del coronavirus en las prisiones catalanas. La cárcel de mujeres Wad-Ras de Barcelona es el centro más afectado por la pandemia que mantiene a la mitad de la plantilla de baja

El pasado lunes, CCOO solicitaba a la Sala de lo Social del TJSC medidas cautelares para que los celadores y demás empleados de las prisiones catalanas contaran con mascarillas, guantes y demás equipos de protección. Ahora, la justicia da la razón al sindicato y ordena al departamento de Justicia que dote de manera "urgente" de material a las prisiones.

MASCARILLAS CADUCADAS

La sentencia exige que los centros penitenciarios cuenten con mascarillas auto filtrantes FFP2 y FFP3, guantes, gafas, pantallas faciales, batas, geles antisépticos y termómetros sin contacto, así como reponer el material caducado. En Wad-Ras, y en otras prisiones, los trabajadores tienen una mascarilla para usar durante 15 días. También cuentan con otra mascarilla diferente, caducada desde 2014, que recibieron en 2009 durante la gripe A.

En la cárcel de mujeres de Barcelona, casi la mitad de la plantilla está de baja. La dirección ha pedido esta semana refuerzos de personal. Los sindicatos pedían test rápidos para descartar negativos y evitar que decenas de trabajadores estén aislados en casa. La sentencia también obliga a la Generalitat a que "facilite el acceso masivo" a estas pruebas de diagnóstico.

DISTURBIOS

CCOO asegura que estas semanas se han producido "plantes" y "disturbios" en la cárcel de Wad-Ras, así como otros centros de Cataluña. Los plantes se producen cuando un grupo de internos se niega a acatar una orden de un guardia y altera el normal funcionamiento de la prisión

 

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