Los vecinos amenazan con ocupar el Port Olímpic
La mobilización se iniciará como protesta por la apertura sin licencia de una decena de locales de ocio nocturno
11 junio, 2020 11:49Noticias relacionadas
Los vecinos de la Vila Olimpica amenazan con ocupar el Port Olímpic si el Ayuntamiento no cierra pronto los locales de ocio nocturno que están operando sin licencia. "Nunca tendrían que haber reabierto", explica el presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica, Jordi Giró. Al menos 10 locales están funcionando de forma ilegal desde principios de junio. El permiso vencía en abril, pero a causa de la pandemia se prorrogó hasta mayo. El día 2 tenían que entregar las llaves, pero no fue así.
La mayor parte de estos locales se encuentran en el muelle de Mestral, debajo del Hotel Arts y la Torre Mapfre, aunque también han abierto otros en la zona del frente marítimo cercana a la calle de Marina. "Son 10 establecimientos, ocho en el muelle de Mestral más Carpe Diem y Shoko", dice Giró en conversación Metrópoli Abierta. Desde abril de este 2020, la gestión de los terrenos del Port Olímpic es municipal. El convenio se firmó el 3 de febrero.
FUERA DE CONTROL
La situación se le ha escapado de las manos del Ayuntamiento. El precinto no parece inminente. Est miércoles, los tenientes de alcaldía, Janet Sanz y Albert Batlle indicaron que trabajan para que sea lo más pronto posible. Pero los trámites administrativos son lentos. Este jueves, 11 de junio, Ada Colau ha publicado un decreto de alcaldía en el que anuncia la "desconcentración", en distintos órganos municipales, de "la potestad de defensa del dominio público portuario y la potestad sancionadora". Fuentes municipales consultadas por este medio subrayan la necesidad de seguir todos los pasos para evitar que el conflicto llegue a los juzgados, lo que lo eternizaría.
A grandes rasgos, el decreto delega en el gerente de Economía, Recursos y Promoción Económica, "la recuperación de oficio y el desahucio administrativo de los terrenos, obras e instalaciones que se encuentra en el Port Olímpic", y el dictamen y la ejecución de todos aquellos actos admnistrativos necesarios para su ejecución forzosa. En el gerente del distrito de Sant Martí, Josep García Puga, recae la incoacion y resolución de los procedimientos sancionadores que no superen los 6.000 euros y que impliquen la suspensión total o parcial de la actividad económica. En el caso de que las multas sean superiores a 6.000 euros, la responsabilidad es del concejal de Sant Martí, David Escudé.
El presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica, Jordi Giró / EUROPA PRESS
SIN DILIGENCIA MUNICIPAL
Según Giró, los negocios operan hasta altas horas de la madrugada. "Funcionan como discotecas, pero también con servicio de restauración y bar en la terraza, con la música puesta a todas horas. En muchos casos tampoco se ha respetado el límite de aforo dictado por las autoridades sanitarias". A Giró le preocupa particularmente que Barcelona pueda pasar a la fase 3 el próximo lunes y más establecimientos decidan abrir. Desde la apertura de estos locales, los problemas de incivismo han vuelto a la Vila Olímpica.
El presidente de la asociación de vecinos de la Vila Olímpica sostiene que el Ayuntamiento "no ha actuado con diligencia y control". "El decreto de Colau confirma que alguna cosa no se ha hecho bien. Es necesario, pero el Ayuntamiento tiene las competencias desde hace meses. La situación continuará algún tiempo así. Estos negocios no tenían que haber abierto". Giró opina que alguien en el consistorio no ha hecho bien su trabajo "y políticamente se tendrán que pedir responsabilidades".
EL FUTURO, ESPACIO CIUDADANO Y DEPORTES MARÍTIMOS
Giró teme que la apertura de estos locales retrase el proyecto de transformación del Port Olímpic, que se convertirá en un espacio de uso ciudadano, con zonas de paseo y descanso, equipamientos vinculados a los deportes marítimos y con un frente marítimo integrado en la trama urbana. La remodelación se tenía que iniciar este 2020 y acabar en 2022. Otro aspecto que pone en jaque la reforma es el económico. El Ayuntamiento ha asumido más de 300 millones de euros en pérdidas por el coronavirus y habrá que ver si la paralización de inversiones afecta a esta zona de Barcelona. El presupuesto es de unos 40 millones de euros.