El Estado, promotor de la subasta del frente marítimo, ha ingresado 93,3 millones de euros por la polémica venta de 26 lotes de establecimientos de la costa barcelonesa. La operación supone una privatización en toda regla de la zona. Los locales, que hasta ahora eran de alquiler, pasan a ser de propiedad y las administraciones nada podrán hacer ya.
El gran vencedor de la puja ha sido el Hotel Arts, que se ha llevado 23 de los 26 lotes, un pelotazo en toda regla por 77,7 millones, algo por encima de los 76 millones iniciales que trascendieron.
El precio de salida total de la subasta era de 68,3 millones. Entre los negocios que se pusieron a la venta figuraban el casino de Barcelona, las discotecas Pachá, Bestial y Catwalk, el restaurante McDonald's que se encuentra encima de la ronda Litoral, la gasolinera Repsol (que hay entre la playa del Bogatell y la ronda del Litoral) y 532 plazas de aparcamiento, entre ellas un lote con 318 estacionamientos.
EL CASINO DE 18,4 MILLONES
La pieza más cara ha sido el casino de Barcelona que se ha quedado el Hotel Arts, a través de su gestora (Hotel Vila Olímpica SA). La empresa se ha hecho con el casino por un euro más del precio base, que era de 18,4 millones de euros.
El Arts, un cinco estrellas, es propiedad de los fondos de inversión ABP Investments, de capital holandés, el soberano Government of Singapore Investment Corporation (GIC), y Host Hotels & Resorts, de origen estadounidense. Estos fondos forman la inversora hotelera Archer Hotel Capital.
DE PACHÁ AL MONCHO'S
Entre lo lotes con los que se han hecho los propietarios del Arts figuran la discoteca Pachá, dividido en dos lotes por los que ha pagado 13 millones de euros. Otra discoteca, Catwalk, ha acabado costando nueve millones de euros, y el restaurante Moncho's Marina, más de ocho millones.
De los pocos lotes que no han caído en manos del Hortel Arts figuran en el McDonald's, que se lo ha quedado Burger King por 4,5 millones, mientras que la gasolinera Repsol ha sido para Inversiones Witty 18 por 10,8 millones de euros.
IGUALAR LAS OFERTAS
La subasta permite que los actuales inquilinos puedan igualar las ofertas y las condiciones -esto es pagar al contado- para quedarse con los espacios, aunque salvo uno de los lotes -plazas de aparcamiento- difícilmente en el resto de casos se podrán hacer algo.
Hacía días que las asociaciones vecinales de la Barceloneta y Vila Olímpica habían reclamado al Ayuntamiento que impugnara la subasta. Entendían que tenía derecho a ello porque la subasta no contemplaba ninguna compensación económica por las inversiones millonarias que la ciudad, durante los 30 años, ha hecho en la zona como concesionario único.
Tras días callado ante el mayor pelotazo urbanístico vivido en Barcelona en los últimos años, la subasta se ha tratado este martes en la comisión de Urbanismo. La oposición ha tildado de "fracaso" el papel del gobierno.