Los pasajeros de la L1 del metro que salen por la salida Riera Blanca de la parada Santa Eulàlia y pasan por debajo del puente que hay en esa zona, se encuentran una imagen desagradable. Palomas agonizando o muertas, que han quedado empaladas en los pinchos que se colocaron en el puente para evitar que se posaran allí, o que están atrapadas en la red que se puso con el mismo fin.
INACCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN
La asociación animalista Corazón de Paloma hace un año que denuncia la situación e intenta poner fin a la problemática, pero hasta el momento persiste. El puente donde están instaladas las trampas se encuentra justamente en la frontera entre Hospitalet y Barcelona, por lo que cada lado de este da a un municipio. Una casuística que, según la asociación animalista, conlleva la inacción de ambos consistorios.
Tras recibir diversas quejas de usuarios del metro que denunciaban las molestias que les causaba la presencia de estas aves, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) se puso en contacto con los consistorios e instaló las trampas.
EN ESTADO DE PUTREFACCIÓN
“Hasta cierto punto estamos de acuerdo con que se tomen medidas, pero siempre que se haga de una forma ética y no se deje a los animales como están”, explica a Metrópoli Abierta Susana López, Presidenta de Corazón de Paloma.
En ese sentido, lamenta la imagen dantesca que deja esta situación: “Ahora mismo tú pasas por ahí y es un cementerio. Da pena ver los cadáveres allí empalados en estado de putrefacción, y, además, es un problema de salud pública”.
CRÍAS ATRAPADAS
Según López, cuando se pusieron las redes se dejaron huevos en el interior del puente, y al eclosionar, los pichones se quedaron atrapados dentro. “Las madres se volvían locas porque tenían que dar de comer a los bebés y no podían acceder, hasta que un grupo de activistas cortó la reja que está instalada en la parte del puente perteneciente a Hospitalet y sacó los pichones”, explica.
POSICIÓN DE LOS AYUNTAMIENTOS
Debido a esta acción, actualmente la problemática se concentra más en la parte del puente que da a la capital catalana. Preguntado por este medio, el Ayuntamiento de Barcelona señala que “se trata de una estructura de TMB” y que están “haciendo las gestiones pertinentes para encontrar una solución”. Asimismo, las mismas fuentes del consistorio añaden: “En este impás, como Ayuntamiento hemos asumido la gestión de la retirada de las palomas muertas debido al mal estado de la valla a través del Servicio de Recogida de Animales Muertos”.
Por su parte, el Ayuntamiento de L'Hospitalet ha explicado a Metrópoli Abierta que, a día de hoy, la red está abierta en una parte, por lo que no les consta que las palomas queden atrapadas. Según el consistorio, al estar parcialmente abierta, los animales entran y salen, “al menos en la reja instalada en el término municipal de L'Hospitalet”.
Fuentes de TMB, por su parte, han comunicado a este medio que el puente ferroviario sobre la Riera Blanca es propiedad de la Generalitat. Según explican, al igual que en otras infraestructuras de la red de metro, TMB realiza habitualmente el mantenimiento de la estructura: inspecciones periódicas y actuaciones de reparación si son necesarias. Por su parte, los ayuntamientos de Barcelona y Hospitalet hacen el mantenimiento, la limpieza, pintura, etc. de todos los elementos de la vía pública, "incluidas las redes de prevención de la presencia de palomas".
"Estas redes fueron colocadas por TMB meses atrás, a instancias y siguiendo indicaciones precisas de los dos ayuntamientos, de manera excepcional y al margen de las tareas habituales propias de la conservación de la estructura, con el compromiso que el mantenimiento correspondería a los servicios municipales o de distrito", añaden las mismas fuentes.
CAPTURA CON RED PROHIBIDA
Mientras, Corazón de Paloma sigue denunciando que el sacrificio de estas aves con red está prohibido por los artículos 7 y 8 de la Directiva de aves de la Unión Europea del 30 de noviembre 2009/147/CE, así como que la captura con redes viola la Ley 42/2007 de 13 de diciembre del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
SOLUCIÓN ÉTICA
Asimismo, la asociación reclama que debería apostarse por una solución ética. “Podría implementarse la medida que sugerí a los ayuntamientos, que consiste en poner dispensadores de un tipo de pienso que sirve para impedir que las aves pongan huevos. Mientras lo toman dejan de ponerlos, pero en el momento que lo dejan de tomar, vuelven a criar”, explica la presidenta de la asociación.
Además, añade que con un mantenimiento y cerramiento adecuado, se evitaría que las aves entrasen y anidasen, previniendo las muertes y el malestar que producen. Por ahora, sin embargo, las cosas siguen igual, y las inmediaciones de la parada de metro de Santa Eulalia continúan siendo un cementerio de palomas.