El reciente anuncio de la empresa Mémora de abrir un tanatorio en terrenos de las antiguas casernes de Sant Andreu hace que sean hasta cuatro los proyectos -conocidos- para poner en marcha una funeraria privada en la ciudad, aunque por ahora solo dos han iniciado algún trámite para que el equipamiento sea una realidad, afirman fuentes municipales.
Mémora posee actualmente el 85% de lo que era la sociedad mixta Serveis Funeraris de Barcelona -el Ayuntamiento está en proceso de desprenderse del 15% restante- y tiene ya diversos tanatorios en la ciudad, entre ellos el de Sancho de Ávila, que se ha renovado recientemente.
4,5 MILLONES DE EUROS POR EL SOLAR
Fuentes de la compañía han explicado que la intención en las casernes es levantar un edificio pequeño, con cuatro velatorios. Como explicó, Metrópoli Abierta, la iniciativa cuenta con una fuerte oposición vecinal. Mémora quiere empezar a construir el tanatorio a lo largo de 2021. "Debería ser algo rápido". El edificio se hará en un antiguo solar del Consorci de la Zona Franca por el que Mémora pagó 4,5 millones de euros.
La coincidencia de distintos proyectos de tanatorios responde a que en 2017 el Ayuntamiento de Barcelona modificó la Ordenanza de servicios funerarios, a petición de la síndica de greuges de Barcelona, para permitir la entrada de otros operadores en el mercado con el objetivo de intentar reducir el precio de los sepelios. Por el camino han quedado -al menos por ahora- los planes municipales de poner en marcha una funeraria pública.
LOS VECINOS IRÁN A LOS TRIBUNALES EN SANTS
El proyecto que está más avanzado es el de Sants. La funeraria San Ricardo abrirá un tanatorio en el antiguo Happy Parc de la calle Comtes de Bell-Lloch. La iniciativa empresarial ha puesto en pie de guerra al barrio. Los vecinos tienen previsto recurrir a los tribunales para intentar paralizar la apertura. El tanatorio recibió el pasado verano el aval del pleno municipal, aunque con los únicos votos a favor del gobierno de Barcelona en Comú y PSC, y Barcelona pel Canvi.
La propuesta necesitó de un Plan Especial Urbanístico Integral para ser aprobada. Contará con cuatro velatorios y una sala de ceremonias, pero la reforma no contempla un aparcamiento, aunque sí la obligación de restaurar el edificio, que forma parte del patrimonio de la ciudad. La regidora Janet Sanz dijo que el ejecutivo local no se podía oponer al equipamiento porque cumplía con todos los requisitos legales.
ÁLTIMA PROYECTA UN TANATORIO EN NOU BARRIS
Hasta ahora, los dos principales operadores de la ciudad son Mémora y Áltima. Precisamente, este segundo es el que proyecta otra funeraria junto al cementerio de Sant Andreu, en el distrito de Nou Barris. La intención de la empresa es abrir cuatro velatorios junto al camposanto. En este caso, el proyecto forma parte de un Plan especial urbanístico integral y de mejora urbana de los equipamientos que se tienen que construir en la masía de Can Valent. El Ayuntamiento no ha citado a este tanatorio como uno de los que haya iniciado alguna tramitación.
La operación entre el Ayuntamiento y Áltima se saldó con una permuta de terrenos entre una finca de 6.384 metros cuadrados situada en la calle del Escultor Ordoñez 129-169, propiedad de Áltima, por un terreno de 1.551 metros que pertenece a las fincas de titularidad municipal situadas en la avenida de Rio de Janeiro 51-59 y 61. El consistorio, además, tuvo que compensar a Áltima con algo más de un millón de euros. El solar de Áltima que pasará a manos municipales es el antiguo campo de la Damm, totalmente abandonado desde hace años.
La cuarta funeraria de la que se tiene constancia es junto a la plaza de Ferran Casablancas, en el barrio de La Bonanova. Concretamente, el proyecto se quiere ubicar junto a la parroquia Verge de la Pau, en una propiedad del Arzobispado de Barcelona. Se trata de un antiguo centro escolar en la calle de Alacant, detrás de la parroquia. El colegio lleva varios años cerrado y cuenta con una gran patio, ahora en desuso.
Como en Sants, los planes de la funeraria cuentan con una fuerte oposición vecinal. El pasado febrero, el Arzobispado de Barcelona informó a este medio que no había dado luz verde al edificio. Para elaboración de esta información, Metrópoli Abierta ha intentado sin éxito contactar con el Arzobispado. Según informan los vecinos en su cuenta de Twitter, el tanatorio sigue adelante y el proyecto ya está listo y encima de la mesa de órgano eclesiástico. Los residentes de esta tranquila plaza de Barcelona avisan de nuevas acciones para intentar paralizar la construcción.