La Guardia Urbana desplegará 251 agentes durante la noche de Fin de Año para garantizar que se cumplen las restricciones decretadas por la Generalitat durante la pandemia, según ha detallado el teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, Albert Batlle. El despliegue policial pondrá el foco en evitar las fiestas ilegales, que con toda probabilidad tendrán lugar en Barcelona, aunque Batlle ha asegurado que no tenían constancia de ninguna.
El cambio de año estará marcado por el toque de queda a la 01.00 horas, lo que se traduce que a esa hora las calles de Barcelona deberán quedar vacías. Los agentes, además, tienen previsto incrementar los test de alcohol y drogas, hacer cumplir los horarios de los establecimientos de pública concurrencia y garantizar el uso de la mascarilla en la vía pública. Junto a los guardias urbanos saldrán a la calle una cifra similar de Mossos d'Esquadra.
SIN ESPECTÁCULO EN MARIA CRISTINA
Este año, la ciudad no celebrará el tradicional espectáculo en la avenida de Maria Cristina. Será sustituido por castillos de fuegos artificiales que se podrán ver desde los 10 distritos. Previamente, coincidiendo con las 12 campanadas, se lanzarán al cielo 12 palmeras gigantes de luces.
Durante la noche de Fin de Año, el servicio de metro funcionará hasta la 01.00 de la madrugada para adaptarse al horario decretado por el departamento de Salut para poner fin a las celebraciones.