La imagen de plaza Catalunya abarrotada de palomas es un símbolo de Barcelona, y forma parte de su encanto. Pues bien, esta estampa podría dejar de existir de cara al 2022. Barcelona cuenta con una alta densidad de este tipo de aves, 1.300-1.700 palomas por km2 , cuando lo adecuado serían 300-400 por km2 , según datos del consistorio barcelonés. El último censo, que data del 2018, estima que la población de palomas ronda los 100.000 ejemplares.
Por ello, el Ayuntamiento de Barcelona controla su índice poblacional. Desde 2017 y tras la insistencia de la asociación animalista Corazón de Paloma y el Col·legi de l’Advocacia de Barcelona (ICAB), lo hace usando un método ampliamente aceptado que consiste en darles de comer un pienso anticonceptivo mediante el cual dejan de tener crías durante el tiempo que lo toman. Desde que se implantó el tratamiento, el número de estos pájaros en 47 puntos de la Ciudad Condal ha disminuido en un 50,9%, y se prevé que para el 2022, se reduzca hasta el 71,5%, según datos de un estudio realizado por el Servicio de Ecopatología y Fauna Salvaje (SEFAS) de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
DENSIDAD POR DISTRITOS
Según el mismo informe, los distritos con mayor presencia de palomas durante el periodo 2017-2018 fueron Ciutat Vella y Nou Barris. Por el contrario, Sarrià-Sant Gervasi fue con diferencia el distrito con menos densidad de palomas. Mientras que Ciutat Vella pasó de los 600 ejemplares en noviembre de 2017 a los 354 en noviembre de 2018, Sarrià-Sant Gervasi pasó de los 75 a los 30.
¿POR QUÉ DEBE REDUCIRSE LA POBLACIÓN?
Una sobrepoblación de este tipo de pájaros puede llegar a ser un problema de salud pública, puesto que algunos ejemplares pueden padecer enfermedades o ser portadoras de agentes patógenos que se transmiten a los humanos (zoonosis). Además, también comportan un deterioro del espacio público, ya que degradan el patrimonio arquitectónico, el mobiliario urbano y la vegetación. También ocasionan problemas en los lugares de almacenamiento de grano y en los jardines (detectan las semillas recién plantadas y se las comen). En algunas zonas, cuando los cultivos están muy cerca de las ciudades, pueden ocasionar problemas en la agricultura, ya que algunas aves se desplazan a estos lugares para alimentarse.
EL MÉTODO IMPLEMENTADO
El sistema implementado en Barcelona consiste en administrar a las aves maíz recubierto de nicarbazina, un fármaco veterinario anticonceptivo que se ha demostrado que no es tóxico para estas aves ni para otros animales. “Para que la ingesta llegara a ser tóxica tendrían que ingerirse cantidades cósmicas del producto”, explica a Metrópoli Abierta Alexis Calvo, cofundador de Corazón de Paloma. También se ha comprobado que este componente produce una alteración reversible de la reproducción, es decir, cuando deja de administrarse, las palomas se pueden volver a reproducir. Pero durante el tiempo que lo ingieren, les produce un desequilibrio hormonal, causando una alteración en su reproducción y provocando que no pongan huevos.
“Este método se descubrió accidentalmente en Italia. Se utilizaba la nicarbacina en granjas agrícolas como anticoccidio, pero se dieron cuenta que un efecto secundario del medicamento antiparasitario era que las gallinas dejaban de poner huevos, y ahí se empezó a investigar”, relata Calvo.
¿CÓMO SE SUMINISTRA?
El pienso se suministra mediante 51 dispensadores automáticos de pienso instalados en 47 zonas de la capital catalana. Las zonas se seleccionaron en relación con el número de quejas ciudadanas recibidas por la elevada densidad de palomas y por las incidencias registradas en cada una de ellas. Cada día a primera hora de la mañana los dispensadores administran la dosis necesaria de fármaco (8g/paloma/día) a las palomas presentes, y como no son aves migratorias, el sistema funciona.
“Estas aves tienen un ratio de acción, pero no se mueven más allá de ese sitio. Una paloma que está en L’Eixample hoy, mañana no estará en Vallcarca. Por tanto, se fidelizan de manera muy fácil y este método aprovecha esa circunstancia”, señala el cofundador de la asociación animalista. Así, el Ayuntamiento localiza los sitios donde hay una acumulación de palomas y es en esos puntos críticos donde instala los dispensadores. “La ventaja es que como es un método reversible si una zona ya está más o menos controlada es tan fácil como quitar el dispensador para que las aves se vuelvan a reproducir. Puede hacerse un año de descanso, por ejemplo”, señala Calvo.
Por todo ello, recientemente las Comisiones de Protección de los Derechos de los Animales (CPDA’s) de los 14 Colegios de Abogados catalanes han recomendado que se tome a Barcelona como modelo y que se aplique este nuevo método para controlar de forma ética la población de palomas en todos los municipios del territorio que tengan esta problemática. Pero Barcelona no siempre ha sido un modelo a seguir en este ámbito.
EXTERMINACIÓN
Antes de implementarse esta novedosa técnica en que es pionera, la ciudad de Barcelona exterminaba a estos animales. Para hacerse una idea, según cifras de un estudio del Museu de Ciències Naturals de Barcelona, la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) sacrificó entre 1991 y 2006 un total de 227.479 palomas mediante el método de captura y eliminación selectiva de ejemplares. “Simplemente se capturaban con red, se gaseaban, mataban e incineraban”, denuncia Alexis Calvo.
Pero el método de captura con red y matanza persistió más allá del 2006, de hecho, es un sistema que se utilizó masiva y oficialmente hasta 2015, a pesar de que está tipificado por la ley. El sacrificio de estas aves con red está prohibido por los artículos 7 y 8 de la Directiva de aves de la Unión Europea del 30 de noviembre 2009/147/CE. Asimismo, la captura con redes viola la Ley 42/2007 de 13 de diciembre del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Pero además, se ha demostrado que se trata de un procedimiento ineficaz para contener el alto índice poblacional.
MÉTODO INEFICAZ
Las palomas son una especie que se caracteriza por tener una alta tasa de reproducción, pero también por una elevada tasa de mortalidad juvenil, y sus colonias están formadas por 3 clases de individuos: dominantes subdominantes y juveniles. Los primeros gozan de baja mortalidad y de acceso a los recursos, y son los que se reproducen. Los segundos solo se reproducen ocasionalmente, y los terceros sufren de una alta mortalidad, con escaso acceso a los recursos y no se reproducen.
Para poder capturar una paloma el hambre tiene que vencer al miedo de acercarse a la jaula o a la red de captura. Este es el motivo por el que cuando se realizan capturas, los individuos que se cogen suelen ser juveniles o subdominantes, es decir, los que tienen hambre. Esto no tiene ninguna incidencia sobre la población, porque el vacío que estas palomas dejan es reemplazado rápidamente gracias a la reproducción de los dominantes que, debido al aumento de la disponibilidad de recursos que les quedan una vez eliminadas sus compañeras, aumentan sus ratios reproductivos compensando la extracción de individuos.
De hecho, el mismo estudio elaborado por el Museu de Ciències Naturals constata que la población de palomas entre los años 1991 y 2006 —período durante el cual se aplicó el método de matanza— no solo no disminuyó, sino que aumentó. En cambio, con el uso del pienso anticonceptivo se ataca el problema de raíz, evitando la reproducción de los dominantes.
CAMBIO DE SISTEMA
“JuntsxCat tenía previsto implantar el método del pienso anticonceptivo y llevaron a cabo una prueba piloto en Sants que funcionó muy bien, pero justo se acabó su mandato, y cuando entró Colau, como el control de palomas dependía en aquel entonces de la AGSP se mantuvo la captura con red”, explica Calvo. Desesperados por la situación, la asociación Corazón de Paloma y el Col·legi de l’Advocacia de Barcelona se aliaron entonces para impulsar este método que no solo es más ético, sino también eficaz. “Nos decían que no estaba demostrado que fuera una alternativa efectiva pero empezamos a documentarnos y con toda la información que recabamos y la ayuda del colegio de abogados, tras hacer mucha presión, lo logramos”, recuerda con orgullo Calvo.
El tratamiento se acompañó de una campaña de concienciación ciudadana de no alimentar a las palomas y se hizo especial hincapié en plaza Catalunya, donde el método no resulta tan eficaz, debido a que las palomas comen lo que les da la ciudadanía, en lugar del pienso anticonceptivo. No obstante, cabe destacar que debido a la crisis del coronavirus y su consiguiente reducción de actividad humana la población de palomas de plaza Catalunya ha disminuido en un 50%.
Palomas alimentándose de comida que les da la ciudadanía/EFE/M. H. de León
Así, gracias a los esfuerzos de estas dos entidades, hoy por hoy Barcelona es pionera en el uso de este sistema, porque aunque la nicarbacina se lleva usando 20 años en Italia para controlar colonias en zonas conflictivas (áreas históricas), la de la Ciudad Condal fue la primera experiencia de control a nivel de gran ciudad. Por el momento, este método está implantado con éxito en una treintena de municipios de todo el territorio catalán; habrá que esperar para ver si se extiende a más localidades.