Alberto Fernández Díaz es una de las personas que mejor conoce Barcelona y el Ayuntamiento. Fue concejal durante cerca de 30 años en dos etapas. Hasta fuentes de los gobiernos que fiscalizó reconocían que cuando el edil popular daba unos datos, casi siempre éstos iban a misa. Aunque dejó la política activa en 2019, Fernández sigue con los ojos y oídos en todas partes. En un artículo publicado este martes, el que fuera presidente del PP de Catalunya prevé que cada vez más la sociedad y los barrios de Barcelona se van a movilizar para expresar su "hartazgo" y quizá una "alternativa al mal gobierno" de Ada Colau.
"Si no reacciona la oposición ejerciendo de tal y si el PSC no deja de ser la marca blanca de Colau en el ejecutivo local, el futuro de Barcelona se forjará fuera de ellos primero y en las urnas después". "Desde nuestros respectivos ámbitos profesionales, sociales o vecinales activemos un compromiso de ciudad y reactivemos Barcelona", ha escrito el exconcejal en La Vanguardia. En conversación con Metrópoli, Fernández descarta volver al ruedo político
"EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD BRILLA POR SU AUSENCIA"
El exconcejal considera que "Barcelona está fuera de juego" y pronostica un futuro malo para la ciudad. Con la vuelta a la normalidad, "veremos de nuevo, inseguridad, incivismo, delincuencia, top manta... El principio de autoridad brilla por su ausencia. Necesitamos una nueva Ordenanza de convivencia", dice. Y sostiene que "hay sectores sociales que plantan más cara a Colau que la oposición", a la que ve "desintegrada", dedicada (en algunos casos), a tiempo parcial a Barcelona -caso de Elsa Artadi o Eva Parera- e incapaz de ponerse de acuerdo en votos estratégicos.
Para el expolítico, la gente está muy harta de Colau pero la oposición ni que sumara se pondría de acuerdo, reflexiona a este medio. "Estamos en un momento crucial en el que la alcaldesa es un lastre añadido para la recuperación". "Deben reactivarse los principios de seguridad jurídica, solvencia de gobierno, estabilidad institucional y una desacomplejada colaboración público-privada tan exitosa desde los Juegos Olímpicos del 92 y sin la que no se entendería la transformación urbana alcanzada", subraya en el medio del Grupo Godó.
LA CIUDAD CON MAYOR PRESIÓN FISCAL DE ESPAÑA
Fernández retrata Barcelona como la ciudad de España con una mayor presión fiscal, y llena de "sectarismos", que se han plasmado en superillas, cochefobias, veto a las motos, patinetefilias y urbanismo táctico. Y reclama potenciar "de verdad" el transporte público, recuperar proyectos paralizados como "la ampliación del aeropuerto y el Hermitage" y construir una verdadera Barcelona metropolitana de 164 municipios y no de una treintena.
En 2011, Fernández obtuvo nueve concejales, ahora Colau es alcaldesa con 10. Para el exregidor, "nos esperan dos años de pura gesticulación en los que Barcelona no irá a mejor", ni siquiera en acceso a la vivienda, una de las políticas prioritarias de Colau, y cree que en un futuro seguirá sin haber suficientes viviendas públicas y continuarán aumentando las okupaciones y los desahucios. "No se promueve suficiente alquiler social". "Hay que respaldar la rehabilitación y los cambios de usos en vivienda de locales comerciales o industriales sin actividad o escaso valor en empleo o PIB".