Se llamaba Segundo, tenía 58 años y vivía en el barrio de Sants-Badal. Este lunes, el hombre, cuando iba a ser desahuciado del piso de alquiler en el que vivía, optó por suicidarse. Segundo se tiró por el patio de luces de la finca. El año pasado fue usuario de Cáritas y se presentó a ocho empleos, aunque no logró ninguno.
Según Eduard Sala, jefe de acción social de Cáritas, el caso de Segundo no es aislado. "Es la punta del iceberg de un problema que se arrastra desde hace años. Demuestra el fracaso de la sociedad, que no es capaz de garantizar una vivienda digna, un derecho fundamental".
RECIBÍA UNA PRESTACIÓN
Segundo fue usuario de Cáritas de febrero a noviembre del año pasado. La entidad le acompañó en la búsqueda de empleo, le introdujo en el circuito de Servicios Sociales y le asesoró para que pudiera pedir la paga a la que tenía derecho y que acabó cobrando. La prestación, sin embargo, no era suficiente para que Segundo viviera con dignidad y pagara el alquiler.
El 67% de la gente a la que atiende Cáritas no tiene una vivienda digna y una de cada cuatro personas que pasa por la entidad no tiene ingresos suficientes. El alquiler que pagaba Segundo era de unos 800 euros y había llegado a realquilar habitaciones para hacer frente al pago mensual.
EL JUZGADO DESESTIMÓ UN INFORME MUNICIPAL
El hombre residía en la calle de Bacardí, 15, desde 2018. En junio de 2020 fue cuando Segundo dejó de pagar. Seis meses después fue denunciado por la propiedad, una persona física. El Ayuntamiento de Barcelona emitió un informe sobre la situación de vulnerabilidad que atravesaba el hombre. La intención del Ayuntamiento era mediar con la propiedad.
El juzgado de primera instancia número 3 de Barcelona desestimó el informe municipal, que pedía que se paralizara el lanzamiento. Fuentes del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) explicaron que el juzgado entendió que el inquilino no cumplía con los requisitos dictados por la ley para suspender el desahucio.
COLAU LAMENTA LA MUERTE
La alcaldesa de Barcelona Ada Colau ha lamentado la muerte de Segundo y ha pedido revisar los criterios para evitar el desahucio de personas vulnerables. "Es una muerte que no debería haberse producido. Exigimos que los juzgados revisen los criterios con los que deciden aplicar o no la moratoria vigente". Colau no entiende ni comparte el desahucio. "Hasta el último momento, los servicios municipales han intentado mediar para frenar el desahucio". La abogada de Segundo intentó sin éxito parar el lanzamiento hasta en dos ocasiones.