Miércoles, poco antes de las 09.00 horas. Dos empleados del servicio de limpieza ataviados con equipos individuales de protección se afanaban en vaciar el pasaje de Conradí, un cul de sac en medio de la trama Cerdà en el que llevaba tiempo viviendo una persona sintecho. Los operarios han tenido trabajo para horas. En el espacio había decenas de kilos de residuos, especialmente libros, que los trabajadores metían en mantas para trasladarlos al camión con más rapidez. La persona que vivía en el pasaje, en la esquina de Sardenya con Rosselló, se llamaba Pablo, tenía 53 años y se dedicaba a vender los libros que acumulaba.

Pablo se instaló allí a finales de mayo del año pasado, después de que tuviera que dejar la habitación que tenía alquilada y se quedara sin trabajo. Metrópoli habló con él en octubre de 2020. Explicó que llegó al pasaje con un colchón y cuatro libros y, a medida que iba acumulando, empezó a vender algunos para sacarse algo de dinero. Pablo fue llenando el lugar de muebles o cuadros que, en ocasiones, también colocaba a gente por unos euros. Oficial de primera en impermeabilización, el sintecho esperaba entonces lograr una nueva oportunidad laboral. Los últimos años los había pasado "dando tumbos en trabajos sin tener contrato y en malas condiciones" y no recibía ninguna prestación.   

TRASLADO A UN ALOJAMIENTO ALTERNATIVO

La limpieza del espacio se ha hecho después de que a Pablo se le ha podido dar un alojamiento digno, ha contado uno de los efectivos del Ayuntamiento desplazados al lugar. Fuentes municipales han detallado que la intervención actual se ha hecho a instancias del vecindario y que la persona había abandonado el emplazamiento días atrás -a finales de la semana pasada, Metrópoli pudo comprobar que seguía allí-, ya que había aceptado trasladarse a un alojamiento alternativo. El consistorio no ha contestado a los requerimientos informativos de este medio sobre el total de kilos de residuos retirados. 

El pasaje de Conradí, lleno de suciedad / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA



EN LA MISMA ESQUINA FUE ASESINADO OTRO SINTECHO

En la misma confluencia en la que este último año ha vivido Pablo, el 27 de abril de 2020 un sintecho fue asesinado. El fallecido era francés, tenía 32 años y pernoctaba al raso junto a una peluquería. A las pocas horas, los Mossos arrestaron al presunto asesino, que estaba siendo investigado por tres muertes violentas de ciudadanos sin hogar, aunque los Mossos sospechaban que podía ser también el autor de un cuarto homicidio.

La operación de limpieza del pasaje Conradí ha coincidido con la entrada de los niños a los colegios. El espacio está justo al lado del gimnasio Sardenya Claror, del que Pablo era socio para su higiene personal. Decenas de personas se han detenido a mirar qué estaba pasando. Algunas de ellas se han mostrado sorprendidas de la suciedad que sacaban los trabajadores municipales. El momento ha sido inmortalizado desde numerosos móviles.

Una vecina dice que en el pasaje es habitual ver personas sintecho desde hace años. "Está resguardado". "Era un Diógenes en plena calle", opinaba un residente que observaba la escena. Mientras los operarios no paraban de sacar volúmenes, otro vecino mostraba su indignación a Metrópoli. "No entiendo como tan tardado tanto tiempo en actuar. Era un foco de insalubridad", ha afirmado. Otros, sin embargo, no lo veían así y recordaban a Pablo como una persona educada que no causaba problemas. A principios de enero, este medio también recogió las dispares opiniones que despertaba la barraca-librería de Pablo.   

El pasaje de Conradí, antes de ser limpiado / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA



ESPACIO PROTEGIDO

El citado pasaje, entre las calles de Sicília, Rosselló, Sardenya y Còrsega, fue protegido por el Ayuntamiento de Barcelona en 2019 con el objetivo de preservar el valor histórico y las singularidades. En abril de ese año se aprobó la modificación del Plan General Metropolitano que también persigue promover la renovación del pasaje y mejorar su integración en el entorno, aunque desde entonces no se ha hecho nada. La calle se cerró en 1970 por el lado de Sardenya. Entre otras actuaciones está previsto que el pasaje vuelva a unir Sicília con Sardenya, rehabilitar las casas y habilitar una zona verde en la última parcela. 

El pasaje de Conradí, por la parte de Sicília, cerrado / METRÓPOLI - JORDI SUBIRANA



Noticias relacionadas