Un niño de 13 años ofrece un concierto a su padre, ingresado por Covid-19 en el Vall d’Hebron / HOSPITAL VALL D'HEBRON

Un niño de 13 años ofrece un concierto a su padre, ingresado por Covid-19 en el Vall d’Hebron / HOSPITAL VALL D'HEBRON

El pulso de la ciudad

Un niño de 13 años ofrece un concierto a su padre, ingresado por Covid-19 en el Vall d’Hebron

El paciente permanece en el centro y se está esforzando por recuperar la musculatura

24 julio, 2021 21:06

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Antes de restringir las visitas como consecuencia de la quinta ola, la UCI del Hospital Vall d'Hebron acogió el concierto de violonchelo que un chico de 13 años dedicó a su padre, ingresado a causa de la reacción inflamatoria que le causó el coronavirus. 

El hospital ha compartido la escena, a la vez que ha aclarado que una semana después de ese momento el padre ha podido ser desconectado del dispositivo que lo ayudaba a respirar porque "sus pulmones ya funcionan", aunque ahora "se esfuerza por recuperar la musculatura".

CONCIERTO EN EL HOSPITAL

El joven que ha tocado el violonchelo se llama Pau y estudia su primer año en el Conservatorio de Badalona. Recibió el permiso para visitar a su padre porque la doctora lo notaba "mustio y aburrido".

Explican desde el hospital que hay estudios científicos que demuestran, a través de técnicas de neuroimagen, que la música puede cambiar el cerebro a corto y largo plazo, y puede ayudar a tratar deficiencias motoras en pacientes que han sufrido un ictus o un accidente vascular.

FALLO EN LOS PULMONES

Sin embargo, lo que necesitaba Pep, que es como se llama el enfermo, era recuperar la función de sus pulmones, ya que estaba conectado a un dispositivo de oxigenación extracorpórea, una técnica muy invasiva que realiza las funciones respiratorias cuando los pulmones fallan y se encarga de oxigenar la sangre y eliminar el dióxido de carbono.

Se trata de una terapia compleja que se reserva para los enfermos más graves de COVID-19 para los que el respirador no es suficiente, aproximadamente un 2% de los pacientes.

VISITA

Meritxell, la mujer de Pep, recuerda que "lo más duro de todo este proceso fueron los días en que estuvo dormido" y que cuando le despertaron seguía conectado a la máquina ECMO porque sus pulmones aún no respondían, algo que hizo que Pep empezase a ser consciente de la situación.

"Estaba muy miopático, había perdido mucha fuerza muscular, y sabía que estaba conectado a una máquina para poder respirar", comenta Maldonado, que añade que "tiene 59 años, era una persona muy deportista y sin patologías previas, y verse así fue un golpe duro".

Sobre el reencuentro con su hijo dice que fue muy emocionante porque "hacía dos meses que no se veían y podía ver al padre en unas condiciones con perspectiva de mejora". Una semana después le pudieron retirar el apoyo ECMO y ahora está en el Hospital General de Catalunya recuperándose, ya que sus pulmones han vuelto a funcionar, aunque por delante le queda un largo camino para recuperar la fuerza muscular.