Un inicio de “diálogo”, una “paz institucional”, pero los reproches contundentes se mantienen, en una clara demostración que las posiciones están muy alejadas. El presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, adalid de las críticas más agudas contra Ada Colau, ha presentado en la reunión con la alcaldesa una auténtica enmienda a la totalidad sobre sus medidas en la ciudad, ya sean sus políticas urbanísticas, sobre el comercio, la zona de bajas emisiones, el turismo o la vivienda.
Sánchez Llibre había pedido de forma reiterada una entrevista con Ada Colau, que se celebró, finalmente, hace unas semanas en el Ayuntamiento de Barcelona. Colau no quería publicidad, pero Sánchez Llibre logró una fotografía conjunta. Con el ánimo de establecer un “nuevo periodo institucional”, el presidente de Foment buscó el acercamiento y la alcaldesa respondió con el mismo talante. Pero en aquel encuentro se acordó un partido de vuelta en la sede de la patronal, para establecer un diagnóstico sobre los diferentes ámbitos de las políticas municipales. Y Sánchez Llibre, junto con todos los representantes de los gremios que agrupa Foment, no se ha cortado ahora, con importantes peticiones y reproches
En su intervención, Sánchez Llibre ha pedido que el ayuntamiento se comprometa a evaluar las consecuencias de todas sus políticas: “Se deberá, preceptivamente, contar con informes técnicos y académicos que evalúen los efectos que tendrá cada medida que se quiera impulsar sobre el tejido económico y empresarial y la participación de los operadores económicos en la planificación de los proyectos”.
La patronal ha presentado a Colau un documento detallado, que Sánchez Llibre ha desgranado ante la alcaldesa, con el objetivo de rehacer los consensos. Dos de las peticiones pasan por un cambio en la propia actitud de la alcaldesa, que, sin embargo, se siente fuerte después de haber aprobado los presupuestos de la ciudad con el apoyo de ERC. “Se debe mejorar la proyección de una ciudad abierta y receptiva al mundo, y poner en marcha una campaña coral de identidad y posicionamiento de Barcelona, ambiciosa a nivel internacional”. La patronal señala que, de forma paradójica, el relato ya fue elaborado y consensuado en 2019 por el Ayuntamiento de Barcelona, en colaboración con agentes públicos y privados, pero “no se llegó a utilizar”.
RESPETO A LOS EMPRESARIOS
La otra petición hace referencia al propio relato de la alcaldesa. “Se debe eliminar el relato negativo y crítico respecto a los empresarios, --sean autónomos, pequeños, medianos o grandes--, del sector comercial, de la restauración y turístico y apostar por el crecimiento económico, --y no el decrecimiento—como garantía de progreso o de generación de empleo”.
Voluntad de acuerdo y de pasar página, pero, ¿a cambio de qué? Sánchez Llibre ha entrado en todos los aspectos del programa de gobierno de Colau, que han sido –algunos-- también objeto de críticas –en un tono más discreto—por parte del socio de gobierno de la alcaldesa, el PSC de Jaume Collboni.
FUERA LOS NEW JERSEY
La patronal ha reclamado a Colau que “detenga” el proyecto de ‘superilles’, “especialmente las actuaciones en Consell de Cent), y revisar el proyecto de Via Laietana. También se pude una “moratoria y supresión” de todas las medidas previstas en el llamado urbanismo táctico. “Retirar los New Jersey”, los obstáculos y objetos en la vía pública derivados de la pandemia del Covid.
En el ámbito del turismo y de la vivienda también se cuestionan las políticas de Colau, con la petición de que se “erradiquen” todas las actividades económicas “ilegales”, como los pisos turísticos o los hogares compartidos. En ese sentido, colau está de acuerdo, junto con los hoteleros, a diferencia del PSC que pide regular los hogares compartidos, pero no prohibirlos.
En el caso de la vivienda, se insiste en que se elimine la instauración de la obligación de dejar el 30% de la vivienda protegida en las promociones de más de 600 metros cuadrados.
BAJAS EMISIONES
Un elemento que para Colau es esencial es la zona de bajas emisiones. La patronal, en cambio, señala que se debería “aplazar”, y que se implemente un plan que cuente con los fondos del Next Generation de la Unión Europea para renovar los vehículos más contaminantes. Lo que pide Sánchez Llibre es “tiempo para que lleguen” esas ayudas económicas “necesarias para una reconversión”.