Foment del Treball, la organización empresarial que lidera Josep Sánchez Llibre, pide a Ada Colau que paralice la puesta en marcha de las superilles en Barcelona y reclama al Ayuntamiento abrir un "diálogo constructivo" con los agentes económicos. Las mayores críticas se centran en la futura superilla Barcelona, que pretende pacificar buena parte del Eixample y convertir a la larga una de cada tres calles en ejes verdes. En términos parecidos ya se ha posicionado, por ejemplo, Elsa Artadi, líder de JuntsxCat. Según Foment se pueden perder unos 25.000 empleos.

Las críticas al proyecto de superilla de Barcelona en Comú no solo parte de la dirección de Foment sino de todos los sectores económicos integrados en él. “No se han establecido ni evaluado los efectos de las actuaciones en el Eixample del programa superilla Barcelona desde el punto de vista de la movilidad urbana y metropolitana en su conjunto. Las eventuales mejoras en unas calles se verán anuladas por el incremento de perjuicios en otras, teniendo en cuenta que cada día atraviesan el Eixample 300.000 vehículos”, dicen los empresarios de Foment.

MÁS CONTAMINACIÓN Y RUIDO

Según Foment, la superilla Barcelona provocará importantes problemas. "Desde la perspectiva medioambiental, el incremento de la saturación de las rondas y del Eixample generará un incremento de emisiones contaminantes y de ruido, y desde la perspectiva económica, al desincentivar los desplazamientos hacia Barcelona (y la movilidad entre distritos y barrios), perjudicará muy gravemente al comercio de centralidad, a las industrias culturales, y a la industria de la restauración y el ocio, entre otros".

Imagen futura de la calle de Consell de Cent que será transformada como superilla / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

CONFLICTO SOCIAL Y ENFRENTAMIENTO ENTRE VECINOS

La organización empresarial también cree que se producirán problemas desde la perspectiva social. "La tan gastada pacificación de las calles dará lugar al conflicto social y enfrentamiento entre ciudadanos y, incluso, vecinos, puesto que las eventuales mejoras en unas calles se verán anuladas por el incremento de perjuicios en otras; haciendo, además, la vida más difícil a las personas que viven fuera de Barcelona y trabajan en ella, y a aquellos que viven en Barcelona y trabajan en otras poblaciones".

CAÍDA DE LA FACTURACIÓN DE UN 20% EN EL COMERCIO Y LA RESTAURACIÓN

Según Foment, "una estimación prudente indica que como consecuencia de la dificultad de acceso a la ciudad que provocarán las superilles se podría perder alrededor del 20% de la facturación del comercio y de la restauración (unos 3.500 millones de euros), especialmente en el centro y el Eixample, circunstancia que comportaría la pérdida de unos 25.000 puestos de trabajo como mínimo".

El pasado 21 de diciembre, una delegación de Foment del Treball, encabezada por Sánchez Llibre y representantes de sectores económicos determinantes para la economía de Barcelona, "que representan el 80% del PIB de la ciudad y ocupan además a medio millón de personas", se reunió con Colau y la segunda teniente de alcaldía del área de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad del Ayuntamiento, Janet Sanz. En el encuentro se dejó claro el amplio rechazo de los sectores económicos al modelo urbano que defiende el gobierno municipal. La superilla Barcelona, prevista en el Eiample, fue uno de los puntos más discutidos.

A principios de diciembre, el RACC ya atizó a Colau por la implantación de la superilla Barcelona, cuyas obras deben empezar el próximo junio. Según el presidente del RACC, Josep Mateu, la pacificación que los comunes quieren implantar en el Eixample tendrá un efecto negativo sobre el tráfico y generará más "ruido y contaminación".

Un tramo de la superilla de Hostafrancs / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Según el informe del RACC, las colas de vehículos aumentarán de forma importante en el Eixample, la zona sobre la que bascula la movilidad del centro de la ciudad. Cuando la superilla estará acabada, dentro de nueve años, los atascos pueden subir hasta un 55%. En hora punta, el club del automóvil calcula que puede llegar a haber hasta 22,7 kilómetros de colas (ahora son 14,6). El próximo año, cuando esté acabada la primera fase de la superilla, el RACC prevé un aumento de los atascos de un 26%.

PUNTOS NEGROS EN EL EIXAMPLE

En opinión del RACC, el Eixample tendrá puntos negros en los que la afectación al tráfico será mayor. Una de las zonas con más problemas será la calle del Comte d'Urgell, especialmente a la altura de la avenida de Sarrià, con un 60% más de circulación. La Gran Via tampoco se librará de los efectos negativos de la superilla de Colau, con una subida del 53%. Y en Consell de Cent, una de las vías que se pacificará este 2022, el incremento de colas será del 56%.

PLAZAS Y CALLES PACIFICADAS

A grandes rasgos, la superilla Barcelona pretende construir cuatro grandes plazas en las esquinas de la calle de Consell de Cent con Rocafort, Comte de Borrell, Enric Granados y Girona, y rediseñar las calles de Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte de Borrell. A más largo plazo, los planes de Colau pasan por crear en el Eixample 21 ejes verdes -una de cada tres vías del distrito- pacificando 21 calles verticales u horizontales y convirtiendo los cruces en plazas. Las primeras obras se prevé que estén terminadas los primeros meses de 2023. 

Noticias relacionadas