La patronal Foment del Treball ha pedido a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que "deje de ir contra el sector turístico" y ha criticado su "última ocurrencia", querer limitar los cruceros en el puerto de la ciudad "porque generan polución y molestias". La propuesta ya encontró este lunes el rechazo del presidente del Port, Damià Calvet.
La patronal catalana ha vuelto a pedir que se deje de utilizar políticamente al sector y que no se caiga en contradicciones respecto a los "retos consensuados", a vez que ha reclamado que se admita que Barcelona es una ciudad turística y que se trata de uno de los sectores que compite en los rankings mundiales con otras ciudades importantes.
VALOR AÑADIDO
Un manifiesto de la comisión de Turismo de Foment apunta que administraciones y sector privado están de acuerdo en que quieren tener un modelo más descentralizado de turismo, potenciar el de mayor valor añadido, como el de congresos, ferias, cultura o deporte, que sea cívico y respete las normas de la ciudad y apueste por la sostenibilidad. En el manifiesto, la patronal ha afirmado que los empresarios están cansados de debates poco profundos y de "mantras" que son "totalmente falsos".
Foment ha destacado que las navieras y el puerto están trabajando para reducir el impacto ambiental de los cruceros hasta conseguir que en unos años sea neutro en carbono, con el uso de combustibles menos contaminantes, de baterías eléctricas cuando se acerquen al puerto o con la electrificación de los muelles. Las empresas destacan que Barcelona es inicio y destino de muchos cruceros, lo que lleva a muchos de sus usuarios a pernoctar algunos días en la ciudad.
RIQUEZA Y DINAMISMO
El alto poder adquisitivo que en general tienen estos viajeros "genera una riqueza y un dinamismo para la economía de la ciudad y de su área metropolitana", asegura el manifiesto, que añade que la patronal quiere que se generen más puestos de trabajo, que se distribuya la riqueza y disminuyan las desigualdades sociales. "Por eso sabemos que las recetas que propone la alcaldesa de Barcelona no van en esa dirección. El decrecimiento ataca frontalmente el estado del bienestar y la distribución de la riqueza".