El Gremi de Restauració se posiciona en contra de la nueva normativa de los VTC en Barcelona. La entidad muestra su preocupación después de que varias empresas de vehículos VTC hayan decidido reclamar indemnizaciones por el estricto marco regulador, el Decreto-ley 9/2022, que entró en vigor el pasado sábado 1 de octubre. Ante este nuevo reglamento, el Gremi critica que las administraciones pretenden enmascarar una voluntad política para dificultar la actividad de este servicio.

Según denuncian desde la organización, "los responsables de las administraciones deben apoyar a los sectores emergentes vinculados a la digitalización". A su vez, recuerda que para que todo esto funcione, las normativas implantadas "no deben de ser asfixiantes", como es el caso de los VTC.

NORMATIVA 'ASFIXIANTE'

La normativa introduce varios cambios por lo que respecta al funcionamiento de este tipo de vehículos en la capital catalana. Unos cambios que no han sentado nada bien al sector, ya que impone diferentes trabas artificiales, como la longitud del coche VTC o el tiempo de espera entre la contratación del servicio y la recogida. 

Por ello, el Gremi anima a las administraciones a introducir mecanismos para que los vehículos VTC y los taxis puedan convivir en Barcelona sin necesidad de competir. Para ellos, crea un clima de inseguridad jurídica y retrocesos legislativos que "desincentivan la implantación de mercados emergentes que apuestan por instaurarse en la capital catalana".

Un coche de VTC estacionado y su chófer en una calle de Barcelona / EFE

CONFLICTO EN EL 'DELIVERY'

Las políticas contra los VTC no son las únicas que mantienen una guerra con las administraciones: se suman más restricciones contra el servicio de deliveryEl borrador de la normativa municipal, que ya prohíbe las dark kitchens o macrococinas en suelo residencial, también prevé imponer nuevos requisitos que dificulten su cumplimiento. Según el Gremi de Restauració, los consumidores serán los más afectados, ya que la oferta gastronómica en Barcelona se verá reducida por las exigencias del reglamento.

Un 'rider' de Glovo durante un reparto en una imagen de archivo

En las alegaciones presentadas, la entidad ya criticó la débil fundamentación técnica y la discriminación que entraña el hecho de que algunos sectores que también ofrecen delivery no se vean afectados por la normativa. También, la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO) ha querido pronunciarse en este sentido. Según la patronal, hace falta introducir enmiendas en el texto definitivo.

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