La suciedad en Ciutat Vella es uno de los problemas principales de sus barrios, especialmente en el Raval: están hartos de ver las calles llenas de restos de comida con todo lo que esto implica, explican fuentes vecinales a Metrópoli. Los ciudadanos han denunciado que muchos drogodependientes tiran la comida que les donan las parroquias y que, en consecuencia, las plagas de cucarachas y de ratas empeoran aún más la delicada situación del barrio.

Cristina Gilabert tiene 53 años y es miembro de la asociación Barcelona Raval Sud, que lucha día a día para visibilizar los problemas de este barrio barcelonés y exigir soluciones al gobierno de Colau, al que consideran responsable directo de la degradación de este distrito que, en los últimos tres años, ha empeorado drásticamente.

Los vecinos del Raval denuncian el problema de la suciedad del barrio / CEDIDA

EL PROBLEMA DE LA SUCIEDAD EN EL RAVAL

Uno de los múltiples conflictos que tienen es el de la suciedad de las calles: ver el corazón del Raval lleno de basura y de deshechos de comida se ha convertido en algo muy habitual para los vecinos. En este barrio hay muchas personas sin hogar, con todo lo que eso conlleva: muchos de ellos acaban con problemas de drogodependencia, que afecta directamente a la convivencia de la zona.

"Hay muchos voluntarios de varias parroquias que, con toda su buena intención, vienen a dar de comer a los sintecho. Dar y distribuir comida está completamente prohibido, pero el Ayuntamiento ha dicho a la Guardia Urbana de Barcelona que no los pueden multar porque están haciendo algo benéfico", explica Gilabert.

"ESTÁ TODO LLENO DE RATAS Y CUCARACHAS"

A priori, no hay nada negativo en ayudar a los más necesitados, pero esta acción, por más inofensiva que parezca, supone aún más problemas para los vecinos, explican desde Barcelona Raval Sud: "Muchos de los toxicómanos solo se comen un par de bocados y dejan toda la comida tirada en medio de la calle y, en consecuencia, está todo lleno de ratas y cucarachas".

Más problemas de incivismo y suciedad en el Raval / CEDIDA

ESTÁN HARTOS DEL BUENISMO DEL AYUNTAMIENTO

"Estamos hartos del buenismo del Ayuntamiento. No es que no queramos que coman, lo que no queremos son las consecuencias que comporta que les lleven comida", lamenta esta vecina de Ciutat Vella, que se ha puesto en contacto con los responsables de la conflictiva sala de venopunción CAS Baluard para pedir que pongan un comedor en su interior para que las personas más necesitadas se puedan alimentar, una petición que ha sido denegada.

Así pues, una vez más, los vecinos del Raval se sienten completamente abandonados por las instituciones municipales y tienen que ver como, poco a poco, sus calles cada vez están más degradadas. Por este motivo, el jueves, centenares de personas se manifestaron para exigir soluciones y que se cierre el CAS Baluard, que empeora aún más los problemas de civismo del barrio.

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