La Guardia Urbana incorpora al patrullaje 52 "palas" para detectar armas blancas. El objetivo de este proyecto, que todavía se encuentra en fase preventiva, es detectar estas armas antes de que sean utilizadas. Estos elementos, según ha asegurado en rueda de prensa el jefe de la Guardia Urbana de Barcelona, Pedro Velázquez, resultan útiles en registros de personas sospechosas. También en otros casos, tales como controles de alcoholemia.
La policía local de Barcelona ya disponía de una decena de estos detectores que se utilizaban en las zonas de custodia (en las comisarías) y que actualmente estaban inutilizadas. Ahora el cuerpo ha obtenido 42 más y las han comenzado a utilizar agentes en los patrullajes.
PRUEBA PILOTO
El jefe de la Guardia Urbana asegura que la preocupación sobre los delitos con armas blancas "no es exclusiva de Barcelona". Velázquez confirma que el uso de estas herramientas se enmarcan en una fase preventiva para detectar las armas antes de que sean utilizadas. El cuerpo las utilizará en aquellos entornos donde tenga indicios de que se pueda usar de forma delictiva.
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Se tata de una prueba piloto que, de funcionar, ayudará a prevenir numerosos sucesos. Una estrategia de prevención que, en su fase inicial, según explica Velázquez, ya ha ayudado a incrementar el número de decomisos. A la espera de un informe final que valore la viabilidad de esta herramienta, el objetivo de la jefatura de la policía de Barcelona es incorporarla en los patrullajes diarios.
MÁS SEGURIDAD
Aunque por ahora la cantidad de palas es escasa para abastecer a todos los agentes -la plantilla es de más de 3.000-, la implantación total de esta herramienta aportaría más seguridad a las calles de Barcelona. La iniciativa surge en un contexto en el que los vecinos de barrios como el Poble-sec o el Raval están viviendo sucesos delictivos que están acrecentando la sensación de inseguridad.