La Fórmula 1 y el Mobile dimensionan Barcelona en el mundo a pesar de Colau
El área económica del Ayuntamiento percibe ya los efectos de la Copa América, que aparece en tercera posición como el evento que más dinamizará la ciudad en 2023
9 enero, 2023 00:00Noticias relacionadas
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Las inversiones en Barcelona se multiplican, el mundo mira la ciudad y ha quedado atrás esa imagen que se proyectó justo tras la pandemia, la posible decadencia de una urbe que no tenía ideas ni ambición. El abanderado de lo que sucede ahora es el distrito del 22@, con una nueva ampliación, que ha supuesto, por ejemplo, el alquiler de 20.000 metros cuadrados de la multinacional Webhelp para instalar su nueva sede corporativa en la calle Selva de Mar. Pero lo que se reconoce en la esfera internacional como grandes focos de liderazgo son el Premio de la Fórmula 1, --en el Circuit de Catalunya en Montmeló—y el Mobile World Congress.
Es lo que los contactos internacionales ofrecen al Ayuntamiento de Barcelona, que valoran esos dos faros como un intangible que dan a conocer la ciudad y provoque esa “realidad” de que muchas empresas quieran invertir en Barcelona. Lo señalan fuentes del área económica del consistorio, que apuntan un tercer elemento que ya está en todos los ránkings, la Copa América de Vela, que se celebrará en 2024. En todas las listas, en las preguntas cualitativas que los inversores responden, ese acontecimiento deportivo ya ha comenzado a incidir y se cita en tercer o cuarto lugar.
Todas esas “banderas” de Barcelona, como señalan las mismas fuentes, no han sido apetecibles para la candidata de los comunes, Ada Colau. Principalmente el Premio de Fórmula 1, que lleva años viviendo una situación precaria, con negociaciones entre los organizadores y la Generalitat, pero con los recelos de los comunes en el consistorio de Barcelona. El Govern, ahora en manos de ERC, ha salvado por ahora el evento. Y el Ayuntamiento de Barcelona sigue participando, pese a esos recelos ideológicos de los comunes. Pero las aportaciones del consistorio han ido descendiendo a lo largo de los años. De los casi cuatro millones que aportaba en la etapa de Xavier Trias como alcalde, entre 2011 y 2015, se ha pasado a un millón y medio.
El segundo evento es el Mobile World Congress, que sigue siendo un emblema por la potencia tecnológica que se exhibe desde la capital catalana. En la próxima edición, justo a finales de febrero y primeros días de marzo de 2023, se prevé “un éxito de participación”, pese a las dudas que pueda generar, de nuevo, los repuntes de covid en China. En las últimas ediciones, justo tras la pandemia, los asistentes asiáticos han respondido, en particular las empresas coreanas. Y el problema podría centrarse, otra vez, en el control de los congresistas chinos.
DOS MODELOS ECONÓMICOS
La ciudad encara los meses previos a las elecciones municipales con un mayor optimismo económico, en comparación con los últimos años. Junto con esos eventos, que se consideran casi “imprescindibles para aumentar la autoestima de la ciudad”, el gran proyecto es la ampliación del distrito del 22@, que ha llegado a concentrar hasta el 60% de toda la inversión inmobiliaria en España. Ese tirón podría alargarse durante dos o tres años. Y eso lo debe aprovechar Barcelona, según los responsables económicos del consistorio.
La cuestión es que esa actividad económica, las posibilidades de aprovechar más la potencialidad de la ciudad, y las formas de gestionar esas inversiones, --dando entrada con confianza al sector privado— serán objeto de la carrera electoral. El PSC está dispuesto, con Jaume Collboni, a jugar fuerte por esa colaboración público-privada, que ha sido, se asegura, un “signo de distinción de Barcelona durante toda la etapa de alcaldes socialistas”. Pero los comunes querrán exhibir el control público de esas operaciones y la particular apuesta por una colaboración “público-social”, que pasa por potenciar asociaciones y cooperativas, en gran medida afines a los intereses ideológicos del partido de Ada Colau.
En esta ocasión habrá un tercer invitado, que es Xavier Trias, firme defensor de esa intervención del sector privado. Fuentes de ese sector empresarial señalan, precisamente, que hay grandes oportunidades que la ciudad podría aprovechar, pero siempre que ese sector privado pueda ofrecer ganancias a sus asociados.
Los problemas internos, sin embargo, se mantienen. Las inversiones llegan, pero esas mismas grandes compañías piden un talento profesional que no encuentran: desde programadores a profesionales ligados a la inteligencia artificial. Y si no se tienen en el mercado local, las dificultades para ‘importar’ ese talento siguen siendo grandes, a pesar de la reciente ley de startups, o de algunas medidas fiscales. Es lo que no deja de pedir el lobi empresarial Barcelona Global. Y todo eso no depende del consistorio de Barcelona sino del gobierno central.