VÍDEO: Los asesinos de perros atacan de nuevo a Sant Andreu: aparecen salchichas 'atornilladas'

Escasas semanas han pasado desde que Eric, un vecino de Sant Andreu, denunciara a Metrópoli que alguien había envenenado y matado a su perra dejando alguna sustancia que consumió en una plaza cercana a su casa. Los ataques a los canes, no han dejado de producirse. A raíz de dicho artículo, varios ciudadanos preocupados y asociaciones han contactado con este medio para expresar su consternación y denunciar nuevas tentativas (afortunadamente frustradas). Los responsables de estos ataques, sin embargo, no dejan de intentarlo.

Y es que este martes se ha encontrado una salchicha troceada y "atornillada" en una zona aledaña a la plaza en la que murió Dory, la perra de Eric. En concreto, este trozo de carne se encontraba en las inmediaciones de la entrada al metro de la estación de Onze de Setembre, explican los vecinos. Aledaño a la estación se encuentra una plaza y un parque infantil que, debido a los centros deportivos y escuelas cercanas, se ha convertido en un lugar muy común para el encuentro de niños, padres y mascotas.

Tal y como puede observarse en el metraje, la salchicha tiene incrustados dos tornillos y lo que parece un taco de obra. Dos piezas de metal y una de plástico cuyo único objetivo, presumiblemente, es el de atragantar y que podría incluso asfixiar al animal o persona que lo ingiriera. En cualquier caso, la técnica y método utilizado descarta la hipótesis de un posible descuido o accidente. Hay alguien dejando cosas en el suelo deliberadamente con el objetivo de hacer daño.

Una de las pastillas azules que vecinos de Sant Andreu sospechan que puede ser causante de las muertes de perros / CEDIDA

No es el único método. Asociaciones caninas y dueños de canes con los que ha podido hablar este medio han denunciado la aparición recurrente de unas "pastillas" o "bolitas" azules, así como un líquido esparcido por el suelo de algunos parques, plazas y jardines, que sospechan que es matarratas o algún otro tipo de sustancia tóxica. Los perros, al presuntamente ingerir estas sustancias, terminan con graves lesiones internas como úlceras en estómago e intestinos y no son pocos los que han terminado falleciendo.